¿Esclavitud del siglo XXI?

26 Junio 2007
De acuerdo a la investigación realizada por organismos internacionales y publicado en prestigiosos periódicos revelan que en China, mas de mil niños son esclavos sometidos a trabajos forzados.
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Por Pablo Pérez
El otro día un amigo me comentaba de la gran cantidad de trabajo que debía hacer en su oficina y dijo “me estoy convertido en un esclavo del trabajo”, en ese momento pensé que esa palabra muchas veces es usada como un término para representar el tiempo extra que dedica esa persona a sus labores, pero jamás pensamos en este término en otro contexto que no sea del siglo pasado. A veces relacionamos esta palabra inmediatamente con los esclavos que trabajaban en los campos de algodón en Estados Unidos en el siglo XVIII y XIX.
Con el correr de los años este término quedó relegado sólo a los libros de historia universal y a la literatura norteamericana. Pero, ¿se ha preguntado si existen países cuyos ciudadanos están bajo el yugo de la esclavitud? La respuesta, lamentablemente, es SÍ. Durante la semana pasada nos enteramos a través de los medios extranjeros, como “The Time”, que en China existen más de mil niños sometidos a trabajos forzados y con mala alimentación, signo característicos de la esclavitud. Si no está enterado de esta noticia le comento, señor lector, que cientos de niños, más de mil según algunas estimaciones oficiales por organismos de Derechos Humanos, han sido secuestrados y vendidos como esclavos para trabajar en la primitiva industria del ladrillo, situación que ha impactado e indignado a China.
Los niños, cuyas edades fluctúan entre los 8 y 10 años, trabajaban durante 16 horas diarias con mínimas raciones de comida. Eran vigilados por perros fieros y guardias que los golpeaban a su antojo. Muchos de estos niños fueron secuestrados directamente en las calles de las ciudades de Shanxi y Henan, y vendidos a fábricas y minas por apenas 400 yuanes (poco menos de 30 mil pesos chilenos).
El escándalo estalló luego que aproximadamente 400 padres de niños desaparecidos subieron una carta en Internet, en la que imploraban atención a su situación. Periodistas, principalmente medios como “The Time” y “The New York Time” acompañaron a los padres hasta los hornos de ladrillos para tratar de encontrar a sus hijos desaparecidos, y las imágenes de los niños, atontados y casi mudos, fueron difundidas a todo el país.
La ciudadanía ha visto horrorizada por la televisión local las escenas de los esclavos a medida que la policía los ha rescatado de estas fábricas. Los niños, que aún usaban su uniforme escolar, vivían en condiciones terribles con muchos trabajadores adultos, también esclavos, y dormían en colchas inmundas sobre capas de ladrillos al interior de las fábricas con las puertas cerradas con candado y las ventanas trancadas.
Muchos tenían graves heridas en sus pies y alrededor de la cintura, al parecer de quemaduras. Algunos incluso fueron muertos a golpes por los guardias.
Es realmente increíble que a estas alturas podamos hablar de esclavitud en el mundo. Sin embargo, debemos considerar que el tráfico de personas es una de las actividades ilícitas que deja millones de dólares en el mundo luego del tráfico de drogas y armas.
Lo ocurrido en China nos demuestra la increíble realidad que viven diversos países, cuyos organismos internacionales como la UNICEF no han podido cuantificar la cantidad de niños en esta situación. Pero no sólo son niños quienes se encuentran en esta situación, sino también personas adultas, quienes han sido presa de los brazos de la esclavitud, sin diferenciar a mujeres, ancianos y jóvenes.

Martes 26 de Junio de 2007