Halloween: Tricks, pero no muchos Treats del señor de los muertos

Lo máximo de esta festividad celebrada en “civilizaciones” de occidente, es cuando los niños disfrazados de esqueletos, dragones, muertos, sapos etc., salen a pedir confites y caramelos a sus vecinos. Aquellos que se niegan son “tricked” o maldecidos. Adultos se visten de disfraces demoníacos, todos cuidadosamente seleccionados para asistir y así impresionar, a fiestas y reuniones sociales para hacer sus indulgencias. Satanistas dedicados y brujas hacen sus rituales reverénciales y ofrecen sacrificios de sangre a demonios en forma muy privada y también públicamente. Sin embargo todo esto se considera por muchos como ratos muy entretenidos e inocentes.
Celtas y Druidos
El origen de todo empieza en la religión oculta de la adoración a Baal. Los celtas, habitantes del norte europeo, adoptaron esta religión y llamaron a su dios sol Samahain (El Sr. de la muerte). A este dios había que apaciguarlo con sacrificios humanos conducidos por sus sacerdotes, los Druidos. Tales elaborados y macabros sacrificios podrían poner a cualquier película de Mel Gibson como una matinée infantil, comparado con lo grueso y nauseabundo de los rituales.
Cenando con el diablo
Igualmente que la mayoría de los sacerdotes que ofrecen sacrificios de sangres. Ellos comían la carne de los sacrificados, en este caso carne humana. Tan diseminada era esta práctica que cuando los romanos invadieron esa región en 52-53 DC, Cesar prohibió los sacrificios humanos por los subyugados druidos. Comunes eran los sacrificios de matar recién nacidos, especialmente alrededor de la escultura de piedra de Stonehenge. Otra practica común de esta religión, era la brujería, poner maldiciones y muerte en personas por medio de poderes demoníacos y la invocación de espíritus entre otras cosas.
El padrino de bautizo
Los celtas pensaban que en esta noche del 31 de octubre (el “eve” o la víspera, donde se esperaba el día del Sr. de la muerte), el dios Samahain liberaba los espíritus de los pecadores de sus lugares de tormento. Para guardarse de esos espíritus, ellos ponían comida y prendían linternas hechas de calabazas en sus puertas. Posteriormente ese día del festival del año nuevo de esta religión, se unió con otra festividad del día de los muertos que era el 1 de noviembre. El papa Gregorio IV reconoció la similitud del All Hallow’s Eve de esta creencia y oficialmente se combinaron y lo convirtieron en una celebración de los “creyentes”, donde hasta hoy figura como un feriado legal.
Sin embargo ante tanta evidencia histórica y puntos de vista cristianos, todavía existirá gente mira el halloween como una practica no dañina para los inocentes niños. Nada los podrá convencer de otra manera. Ningún hombre u organización religiosa tiene el poder de blanquear esta fecha oscura llena de cosas detestables y declararla un feriado religioso. El halloween debería de verse como una practica de religiones del oculto.