El ejemplo de un luchador comunista: Volodia Teitelboim

Hablar de Volodia es recordar a Salvador Allende, Víctor Jara, Pablo Neruda, entre otros importantes personajes de la vida política chilena, comprometida con el pueblo izquierdista en la recordada experiencia de la Unidad Popular, y es hablar también de la traición desembocada en el Golpe sangriento del 11 de septiembre de 1973 en que la ambición soldadesca y civil se impuso con el genocidio nunca visto en la nación de Lautaro y Gabriela Mistral.
Volodia Teitelboim era un chillanejo que nació el 17 de marzo de 1916 y a temprana edad tuvo inquietudes literarias, entre cuyos autores referentes estaban Emilio Salgari y Julio Verne.
Se incorpora a los 16 años al Partido Comunista de Chile y es un participante muy activo en las luchas obreras, campesinas, sindicales, mientras estudia Derecho en la Universidad de Chile, realizando la tesis "El amanecer del capitalismo. La conquista de América".
Amigo del poeta Eduardo Anguita con quien publica "Antología de poesía chilena", donde excluye lamentablemente a Gabriela Mistral, lo que se convierte en un punto de controversia imperdonable, y él mismo lo reconoce después, pero, posteriormente hace una muy interesante biografía sobre la Premio Nobel 1945. También despierta la famosa polémica literaria entre Vicente Huidobro, Pablo de Rokha y Pablo Neruda.
Últimamente hizo unas semblanzas acerca de Pablo Neruda y Vicente Huidobro y siguiendo en esa misma línea narrativa acudió a un evento en México, hace más de cuatro años, en el Palacio de Bellas Artes, junto a otros escritores, pero la atención se centró principalmente en la figura del dirigente comunista.
Teitelboim escribió el interesante libro "En el país prohibido. Sin permiso de Pinochet", que habla de cómo ingresa clandestinamente a Chile ya que le estaba prohibido ingresar al país y así deja sus impresiones sobre el régimen dictatorial pinochetista, los peligros que podrían surgir si lo descubren los aparatos represivos de la Gestapo chilena, etc.
Reciente el baño de sangre de la Junta Militar publica "Guerra Interna" en que describe muy bien el drama de los familiares de los Detenidos-Desaparecidos, Ejecutados, los centros clandestinos de torturas, el despiadado Osvaldo "Guatón" Romo, etc.
En el exilio, desde Madrid se aboca a la circulación de la "Revista Araucaria", en donde se publican a poetas, escritores, ensayistas en torno al drama del narco-asesino Pinochet y de los otros países del Cono Sur, que habrían de caer en la tenebrosa Operación Cóndor.
A Volodia Teitelboim se le despojó de su nacionalidad chilena, así como ocurrió con Orlando Letelier y otros compatriotas importantes del exilio, que desplegaron sin desfallecer la lucha antifascista antidictatorial.
En 1940 sufrió la persecución y el exilio cuando gobernaba el radical de Gabriel González Videla, mediante la dictada "Ley de Defensa de la Democracia", que el pueblo bautizó como "Ley Maldita", lo que le valió a estar relegado y detenido en el norte del país, en Pisagua.
"Hijo del salitre", es su novela que prologó Neruda como "racimo asombroso de vida y de luchas cargadas de semillas", en donde enfoca la vida de otro gran dirigente comunista, Elías Lafferte.
Volodia fue diputado y senador en la década de los sesenta, hasta que llegó el quiebre institucional de los fascistas castrenses y civiles de Patria y Libertad. El gran dirigente comunista, el intelectual y escritor vivió su exilio en Moscú, desde donde dirigió el programa radial "Escucha Chile" que miles de chilenos y presos polítos oíamos en onda corta, a pesar de la dura revisión de los carceleros de Tres Álamos, Ritoque, Puchuncaví y otros campos de concentración.
Hablar de Volodia Teitelboim es también recordar a Luis Corvalán, Julieta Campusano, Mireya Baltra, Gladys Marín, José Cademártori, Luis Figueroa, entre otros notables y recordados comunistas, e igualmente a las Juventudes Comunistas (JJCC) y a los brigadistas de la Ramona Parra, que hicieron posible el triunfo del médico socialista Salvador Allende Gossens.
Volodia Teitelboim era un gran pensador al lado de los pobres chilenos que luchan ahora contra el neoliberalismo y los candados pinochetistas que no dejan abrirse al país a la verdadera democracia. Así es la vida.
Volodia estás en la memoria de la verdadera izquierda chilena.