Los "Maras", hoy son mexicanos

23 Febrero 2008
A una década de haberse detectado el fenómeno en Chiapas, ahora los mareros ya en su mayoría son mexicanos, aunque sus dirigentes siguen siendo de El Salvador y Honduras, principalmente.
Rodrigo Huerta >
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Portación de arma blanca, amenazas, robo, delincuencia organizada, resistencia a particulares, atentados contra la paz y homicidio calificado, son los principales delitos por los que se encuentran presos.
A una década de haberse detectado el fenómeno en Chiapas, ahora los mareros ya en su mayoría son mexicanos, aunque sus dirigentes siguen siendo de El Salvador y Honduras, principalmente.
De los “maras” presos en cárceles de la entidad, la dirección de los Centros de Rehabilitación Social de Chiapas, revela que el 70 por ciento son de nacionalidad mexicana, a diferencia de los años anteriores cuando la nacionalidad dominante de las bandas era hace apenas dos años la salvadoreña.
El Centro Nacional de Planeación e Información para el Combate a la Delincuencia, reconoce la problemática como de seguridad pública y ha detectado su presencia en 24 estados del país, empezando por Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Guerrero, Veracruz, Distrito Federal, Estado de México, Tamaulipas, Hidalgo y Puebla.
Los riesgos a los que se enfrentan las autoridades es la vinculación que están teniendo con la delincuencia organizada, como el tráfico de drogas e indocumentados. Los informes con que cuentan las instituciones de seguridad es que los municipios de Tapachula, Suchiate y Frontera Hidalgo, están considerados como las zonas de mayor concentración en el estado de Chiapas, pero ampliaron su centros de acción hacia Arriaga, ello derivado del cambio de salida del ferrocarril que quedó destruido desde octubre del 2005 con el huracán “Stan”.
En la entidad también hay presencia de “mareros” en Tuxtla Chico, Unión Juárez, Motozintla, Frontera Comalapa, La Trinitaria, Metapa, Mazapa, Cacahoatán, Mazapa de Madero, La Independencia, Amatenango de la Frontera, Las Margaritas, San Andrés Duraznal, Marqués de Comillas, Benemérito de las Américas, Ocosingo y Tuxtla Gutiérrez, entre otros. De acuerdo con investigadores, “La marginación y pobreza de miles de jóvenes mexicanos es terreno propicio para que las pandillas adquieran raíces”, lo cual han ido logrando paulatinamente, porque a pesar de los operativos policíacos para su combate no hay acciones de prevención.
SOLO EN CHIAPAS
A pesar de que los “maras” ya están en 24 estados del país, solamente en Chiapas existe un operativo especial para detenerlos “El Acero”, conformada por policías estatales, municipales, federales y migratorios. Aunque su presencia ya no es la misma que en el 2004 o el 2005, cuando protagonizaron enfrentamientos violentos, incluso dentro de un desfile, estos siguen actuando. A diario son detenidos uno o dos MS-13 y Barrio 18, por delitos menores y consignados a las autoridades competentes.
LOS ÚLTIMOS
De acuerdo con el Ministerio de Justicia del Estado entre el mes de diciembre y enero de este año fueron más de 35 los “maras” detenidos por el Grupo Interinstitucional Acero. Apenas ayer, tres integrantes de la MS-13 y dos de la Barrio 18 cayeron en poder de las policías en Huehuetán y Tapachula. José Ernesto Lira Muñoz, William Ernesto Pérez y Noé Isaac López Preza, originarios de El Salvador, amenazaron a unos tricicleros para obligarlos a “burlar” la caseta migratoria. A ellos les decomisaron cuchillos y los tatuajes en sus cuerpos son alusivos a la MS-13. En tanto en Tapachula, en las inmediaciones del fraccionamiento Los Llanes “aseguraron” a César y Juan Carlos Abarca López, miembros de la pandilla delictiva denominada Barrio 18, también tatuados. En todos los casos se les consigna por sus presuntas responsabilidades en los delitos de pandillerismo y portación de arma prohibida, entre otros.
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Comentarios

Imagen de crasi funki

no anden con sus

no anden con sus bisnes

p¡or que la mara controla y no le acemos daño a nadie

si no alos que si queremos darle piso son alos disioyo

Imagen de Susana

He estado viviendo los

He estado viviendo los ultimos 6 meses en Arriaga y no he visto maras, conozco muy bien el accionar de las maras ya que he vivido en el salvador muchos años. Me parece qeu el articulo no presenta pruebas o mayores indicios de sus afirmaciones y esto es peligroso en denigrar una ciudad como Arriaga. El articulo pues se basa en suposiciones amarillistas.