Balmaceda: ¿Dictador y Asesino?

01 Marzo 2008
Un historiador de izquierda dijo a una revista hace un año: "O,Higgins, Portales, Alessandri y Balmaceda, nunca fueron demócratas, eran dictadores y asesinos al igual que Pinochet". Por José Martínez
José Martínez F... >
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Antes de morir, el 23 de septiembre de 1973, y fresco aún el dolor que le había causado el golpe militar y la muerte de su amigo Salvador Allende, Pablo Neruda dijo: "Chile tuvo sólo dos grandes presidentes: Balmaceda y Allende". Y hace poco tiempo la revista PUNTO FINAL señaló en su carátula las palabras de un personaje cuyo nombre olvido, que señaló que la obra de Allende, por su breve paso por el palacio de Toesca, era mayor a la de Balmaceda.
Sucede que para la mayor parte de la gente de izquierda Balmaceda es un presidente respetable. El gran suicida de 1891 fue el gestor de una obra social que lo llevó a enfrentrase con la más alta aristocracia, tal como había sucedido con O\'Higgins setenta años antes.
Balmaceda es un presidente cuyo carácter fuerte, que al vivir diversas presiones, lo mantuvieron en cambios constantes de ministros. Él mismo cuando fue ministro de Domingo Santa María, firmó la entrega de la Patagonia chilena a Argentina, en que Santa María es más responsable que Balmaceda.
Además en sus numerosos ministerios trabajó con personajes que, a posteriori, serían sus propios enemigos y, lo que es peor, enemigos de las clases humildes. En efecto ministros suyos fueron Pedro Montt, Salvador Sanfuentes y Agustín Edwards Ross, entre tantos otros personajes
que, o causaron crímenes masivos o fueron creadores de medios de comunicación, destinados a defender a la gran burguesía.
La grandeza de Balmaceda reside en haber sido un ente interesado en la recuperación de las rquezas para Chile (el salitre, entonces); el haber realizado obras arquitectónicas impresionantes.
Pero muchos de aquellos que trabajaron en su gobierno volvieron (unos primeros, otros después) a sus caminos originales. En contra del presidente y su obra progresista.
Siempre fueron fieles al bando contrario a Balmaceda los hermanos Walker Martínez y Arturo Alessandri Palma, entre otros.

Los constantes cambios ministeriales se debieron a la falta de voluntad de colaborar con el mandatario liberal; incluso muchos miembros de su partido se unieron a sus enemigos y él, a su vez, integró a miembros de partidos opuestos a su administración.

Todo este caos se debía en parte a la actitud inflexible de Balmaceda, a sus intereses patrióticos, y ello sería lo que conduciría a Chile a la Guerra Civil de 1891.
Hechos graves y lamentables se produjeron en la hacienda de Carlos Walker Martínez donde se reunió un grupo superior a cien personas, entre políticos, miembros de la aristocracia, y de trabajadores que, por desclasamiento social u obligadamente, estaban con sus patrones. Una parte de ellos estaban armados.

Hasta allí llegó el coronel Alejo San Martín, conduciendo a un grupo de, también, más de cien hombres. Todos armados. Más de treinta conjurados fueron muertos: el resto se rindió. San Martín preguntó lo que debía hacer con ellos al General Orozimbo Barbosa. Éste habría consultado al presidente, quien habría ordenado matar a los restantes. Alessandri salvó porque no alcanzó a llegar a la reunión de los conjurados.
Esto está probado, y seguramente a ello se refiere Gabriel Salazar al decir que Balmaceda era un asesino; pero las preguntas que se le pueden hacer al historiador son las siguientes: ¿Los conspiradores no pensaban matar al presidente, los conspiradores no preparaban la sangrienta gran guerra Civil de 1891?

Años más tarde uno de los propios conspiradores, Arturo Alessandri Palma, dijo que los fines del grupo eran imponer "la más absoluta y despótica dictadura del Congreso".
Por ello las siguientes palabras me sorprendieron y molestaron. Ellas fueron publicadas en la revista EL PERIODISTA. En una entrevista realizada por Susana Rojas el historiador Gabriel Salazar, hombre de izquierda y ganador del Premio Nacional de Historia 2006, dijo lo siguiente:

"Personalmente, siempre que participo en alguna actividad, esclarezco que O\'Higgins, Portales, Alessandri y Balmaceda, a pesar de todo, nunca fueron demócratas, eran dictadores y asesinos, al igual que Pinochet".
Esta aseveración es burda. Analogar dos de ellos con Pinochet es una infamia. Una
infamia porque carece de un fondo histórico real y ello porque las muertes por lucha de poder, que son pocas durante el gobierno de O\'Higgins y las muertes durante el gobierno de Balmaceda, que son muchas, se explican en los intentos de sus rivales de tratar de obstaculizar primero la Independencia de Chile y luego entorpecer la obra de un gobierno de avanzada social para su época como fue el de Balmaceda.
Es cierto que Balmaceda cierra el Congreso, pero: ¿Se olvida que los ministros del presidente, en un acto, en Valparaíso fueron agredidos y debieron de salir huyendo, al no atreverse la policía a actuar o estar confabulada con los contrarios a Balmaceda?
Tampoco hay que olvidar que en un acto de conmemoración de la batalla de Tacna, efectuado en la Quinta Normal, los militares partidarios de Balmaceda encabezados por Barbosa y los opuestos al presidente, dirigidos por Estanislao del Campo, terminaron en una riña generalizada. Es decir: La aristocracia había logrado meter "el bicho" de la discordia en el mundo uniformado, tal como lo había advertido Domingo Santa María, entonces ex-presidente y antimilitarista acérrimo.
Todo ello fue caldo de cultivo. Un presidente que ya no lograba gobernar debido a que su obra tocaba los intereses de la aristocracia y del imperalismo.
Un presidente al que le ataron las manos y le llenaron de injurias, hasta acusársele de demente.
Había ya, antes de la Guerra Civil de 1891, una guerra subterránea: ¿Cómo no iban a provocar tales hechos los lamentables sucesos de Lo Cañas, el cierre del Congreso y los constantes cambios ministeriales?

La masacre de Lo Cañas, atroz, se dio en un contexto de fuerte lucha política.
Incluso se sabe que hubo planes para asesinar a Balmaceda, como en 1820 existió un complot para asesinar a O\'Higgins.
Cada hombre es producto de su momento, de su posición y de las circunstancias que le rodean.
¿Olvida Gabriel Salazar los numerosos problemas vividos por O\'Higgins durante su admistración? Los supuestos baluartes de la libertad le hacían el juego aún a la monarquía española al mantener actitudes beligerantes frente al Libertador hostigando la lucha de éste contra los ejércitos realistas que se mantenían en el país. El héroe de Chacabuco logró el fin de la mayoría de esas posiciones de la corona española. Incluso tras su abdicación Chiloé seguía en manos de los hispanos. Sólo durante el gobierno de Ramón Freire, Chile se hizo de la Isla, luego que el presidente recibiera la advertencia de Simón Bolívar de que si nuestro país no tomaba Chiloé, lo harían sus tropas y Chiloé sería incorporado al Perú, donde Bolívar mantuvo una dictadura muy dura en que la mayoría de los patriotas peruanos fueron fusilados por órdenes suyas. Freire también terminó en el exilio.
El presidente José Manuel Balmaceda Fernández, a quien Rubén Darío llamó "un liberal rojo", es un presidente clave en la historia de Chile, a pesar de los lamentables hechos narrados.
Balmaceda fue un progresista, un hombre de enorme valía intelectual, un caballero que contó, para su mal, con el odio de la aristocracia.

La vulgaridad de Salazar de calificarlo de dictador y asesino es jugar a favor de la idea aristocrática de gobernar: es decir mantener una explotación dura contra los asalariados y en caso de protestas y huelgas, el derecho de matar a esos trabajadores.

También estaban en el bando de los enemigos de Balmaceda los hermanos Edwards Ross(Agustín y Arturo). El primero era propietario de "EL MERCURIO", el segundo de "LA ÉPOCA". Y desde allí hicieron una guerra contra Balmaceda. Otros enemigos del presidente eran los Montt, aquellos de la misma familia del que sería el responsable de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique.

Por ello vulgarizar a Balmaceda como antidemócrata y asesino raya en lo miserable.Un historiador que ha estudiado a sectores proletarios, no podía dejar pasar el aporte que Balmaceda hizo a este pueblo llamado Chile y especialmente no debía haberlo descalificado como lo hizo.
Gabriel Salazar falsicó parte de la historia y cometió un grave error de omisión. La falsicación la hemos tratado de explicar en el espacio anterior de esta crónica.
Ahora la omisión es obvia: acusa a los cuatro nombrados de "dictadores y asesinos" y los compara con Pinochet, pero omite a estadistas que cometieron crímenes durante sus mandatos: Germán Riesco, Sanfuentes, Carlos Ibáñez y varios otros homicidas que mataron a luchadores sociales de diferentes tintes ideológicos y a gentes del pueblo y a personas incluso de derechas y a homosexuales. Peor todavía: omite el nombre de Pedro Montt, homicida múltiple, que dejó un regadero de sangre en Iquique.
Esto señala una visión sesgada de la historia. Esto indica, además, que Gabriel Salazar no tocó a algunos, para él, inmaculados nombres de criminales históricos ¿Por qué?
Gabriel Salazar ganó el Premio Nacional de Historia el 2006. En el intertanto, el gran historiador Luis Vitale, no lo ha ganado y no lo ganará;
porque se mantiene más consecuente que nunca frente a los enemigos reales de Chile. Crítico de los personajes que marcaron suciamente la historia de Chile, ha sido un crítico, también, de aquellos que habiendo estado, durante la UP, por un cambio violento e irracional de la estructura política chilena, hoy gozan de los beneficios que les da el hecho de estar en los aparatos de gobiernos concertacionistas.
Las críticas de Salazar a esos personajes ha sido escasa o simplemente nula.
FUENTES:
"EL PERIODISTA", revista, Núm. 122. santiago de Chile. 26 de enero de 2007.
"RESUMEN DE LA HISTORIA DE CHILE".Tomo III. Francisco A. Encina y Lepoldo Castedo. Editorial
Zig-Zag. Santiago de Chile, 1954.
"BALMACEDA, VARÓN DE UNA SOLA AGUA". Novela histórica. Virginia Vidal. Editorial Los Andes.
Santiago de Chile, 1991.
Otras fuentes.
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Comentarios

Imagen de manuel jopia alarcon

quien tiene la razon,nunca

quien tiene la razon,nunca se sabra,el huevo o la gallina

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quien tiene la razon,nunca

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Imagen de Alberto Walker

El que decide sobre la vida

El que decide sobre la vida o la muerte de sus adversarios, no es un democrata, es un dictador... independientemente de sus obras. Asi es hoy juzgado Pinochet, por que no habria de ser igual con Balmaceda?

Don Gabriel Foppiano (?) si no puede olvidar las obras de desarrollo economico y social de Balmaceda, me parece dificil creer el que quiera olvidar obras tanto o mas trascendentales y mucho mas recientes, castigandolas por ser hijas de la dictadura.

No olvidemos que este pais da asilo y proteccion a dictadores extranjeros que asesinaban a quienes querian cruzar un muro... y no los juzga.

Imagen de Nancy Romero

Estoy muy de acuerdo contigo

Estoy muy de acuerdo contigo Gabriel.

Imagen de Gabriel Foppiano Lozano

El Presidente José Manuel

El Presidente José Manuel Balmaceda según mi opinión es el segundo mejor de nuestro país después del de Salvador Allende. Fue un presidente con ideas bastante avanzadas para ese época de la segunda mitad del siglo XIX. Recomiendo el libro del historiador Hernán Ramírez Necochea "Balmaceda y la contrarrevolución de 1891". El contexto en el que se desempeña como primer mandatario es de profundas transformaciones, de la independencia a la Guerra del Pacífico hay una transición de un régimen feudal a uno capitalista que presentó problemas por la subordinación al imperialismo inglés y el no cambio de la estructura agraria colonial. Surgen nuevas clases sociales siendo el partido conservador quien representa a la oligarquía y el partido liberal a la burguesía. Después de la Guerra del Pacífico Chile obtuvo las provincias de Tarapacá y Antofagasta donde llegó la mano de Inglaterra y se apoderó de las salitreras. Balmaceda de sio cuenta que el imperialismo inglés lo único que hacía era perjudicar al desarrollo nacional y consigue nuevas oficinas para el Estado tratando de romper el monopolio inglés, estimulando la creación de compañias chilenas cuyos capitales fueran instransferibles a manos extranjeras. Balmaceda sabía que la bonanza del salitre sería transitoria por que lo buscaba aprovecharla al máximo aumentando los impuestos a las compañias inglesas que sacaban nuestro mineral, y con esos recursos fortalecer los otros sectores de la economía que estaban en crisis y mejorar la situación del pueblo. Su meta era convertir a Chile en un país capitalista industrial para así conquistar la independencia económica de nuesto país y ser una potencia en sudamérica. Fundó el Ministerio de Obras Públicas y de Industria, Escuela de Medicina, Escuela Normal de Preceptores (Profesores), el Instituto Pedagógico y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pero la oligarquía frenó los avances de Balmaceda en el Congreso por petición de North porque si las cosas seguían así las relaciones de producción cambiarían y las clases sociales regresivas perderían su poder. Balmaceda fue el primer presidente progresista de Chile, aun sólo siendo liberal tuvo ideas de avanzada pero aquel entonces. De hecho su figura se utilizó en la campaña presidencial de Salvador Allende en un mural en los Tajamares del Mapocho: "Esta tierra, esta riqueza será de Chile, esta materia blanca convertiré en escuelas, en pan para mi pueblo. Balmaceda."