El Editorial: ¿Hay que Votar por el Menos Malo?

07 Abril 2008
Nuestra ciudad, al igual que el resto del país, se mueve dentro de avatares que han puesto sobre la mesa la necesaria preocupación de qué hacer hoy, al momento de elegir a nuestras autoridades. Por Christian Díaz
Christian Díaz ... >
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Durante la semana pasada fuimos testigos de acontecimientos que nos demuestran una vez más que nuestra clase política pasa por una de sus crisis valóricas más profundas. Una ministra que es acusada constitucionalmente, un Tribunal Constitucional que cuestiona y vulnera una discusión que se había dado por terminada respecto de la PAE y municipios cuestionados liderados por la UDI, son claros ejemplos de esto. La relativización de los hechos de corrupción en cualquier índole, parecieran enviarnos un peligroso mensaje de que es necesario comprender dichas acciones, justificándolas en que el acto respondía a una causa urgente o vital para que los procesos funcionaran.
Nuestra ciudad, al igual que el resto del país, se mueve dentro de estos avatares, que entre ironías y chistes, han puesto sobre la mesa la necesaria preocupación de qué hacer hoy, al momento de elegir a nuestras autoridades. El triste espectáculo del Concejo Municipal que se ríe con todo el desparpajo del mundo de los electores y de la ciudad en general, nos ratifica la clásica frase de que seguimos votando por los “menos malos”, situación absurda y que desde esta tribuna decimos en voz alta que NO LA VAMOS A TOLERAR.
Es imperioso que nosotros, como ciudadanos, dejemos de ser pasivos ante situaciones como éstas. Como sociedad civil debemos dar muestras de que hemos madurado y ejercer así la democracia no solo en las urnas, sino que en toda forma de participación. Hoy, más que nunca, podemos hacerlo y para ello volvemos a reiterar la oferta de nuestro diario, de sus páginas y comentarios, para que iniciemos a través de nuestra participación crítica y constructiva el cambio necesario de estas prácticas que nos avergüenzan.
Desde ahí podremos ir construyendo una democracia sólida que tienda el bien común y que fortalezca a una sociedad que evoluciona y con ello sus políticos, pues necesariamente aparcera una nueva generación de líderes que muestren a un Chile del siglo XXI.
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Comentarios

Imagen de David Pereyra

El afrecho ( Los votos) se

El afrecho ( Los votos) se lo damos nosotros al Chancho=Político y después reclamamos. Arica económicamente esta esta en UCI, no podemos competir con Tacna y el poder comprador(La plata) se va mayoritariamente a esa Ciudad que tiene la delantera en ofertas Turísticas, Gastronómicas y Comercial, ¿ Que hacer ? como competir mejor en Arica? y para más remate tenemos CORRUPTOS. Recuerden que con el Voto cambiariamos la Historia de Arica, de Ud. depende. ¡ Abajo los más malos!

Imagen de Cristian D. Fonseca

Yo, si estuviese inscrito

Yo, si estuviese inscrito (cosa que no haré ahora y espero no hacerlo en muchos años más para no decir nunca), jamás votaría por el "menos malo", prefiero no ser partícipe de ello.

Imagen de David Reyes

Por desgracia, los

Por desgracia, los ciudadanos independientes estamos obligados en cada elección, efectivamente, a votar por "el menos malo".

Hace falta en Chile un conglomerado político nuevo, que concite el interés de la mayoría de la gente. La última encuesta Adimark revela que el 51% de las personas no está de acuerdo con ninguno de los actuales bloques políticos, la Concertación tiene un 23% la Alianza un 15% y el Podemos un 11%.

Como las agrupaciones ya están obsoletas, no queda otro recurso que el decidir por la persona que parezca en cada caso, ofrecer mejores posibilidades de realizar obras.

En nuestra ciudad, el problema se ve agravado, además del desprestigio de los partidos, por la pésima actuación de los personeros locales. Una guerrilla de personas centrada en sus intereses privados , familiares o de grupo, sin importarles para nada la ciudad.

Creo que los electores deberíamos castigar a los actuales concejales, no votando por NINGUNO de los actuales, ya que todos por desgracia, como igualmente el Alcalde , no demuestran que les interese la ciudad, sino su particular capilla política o intereses personales o de la clientele electoral.