Arica toma Conciencia del Maltrato en la Vejez

Desde el año 2006, Naciones Unidas ha invitado a que cada 15 de junio se pueda reflexionar en todos los países sobre las distintas formas de abuso y maltrato de que son objeto muchas personas en la vejez. Es por este motivo que Caritas Chile invita a reflexionar y producir un cambio social.
El objetivo es crear una conciencia social y política de la existencia de distintas formas de maltrato y abuso producido a las personas mayores, junto con la idea de que es algo inaceptable y que se puede prevenir.
Un poco de historia:
En la antigüedad en la mayoría de los pueblos las personas consideradas como ancianas tuvieron privilegios y poder. Eran vistos como sujetos mágicos, llenos de sabiduría, fortaleza y experiencia pues no era fácil llegar a una edad avanzada.

No obstante el respeto y lugar privilegiado que tenían en la comunidad las ancianas y los ancianos; algunos pueblos también tenían la costumbre de deshacerse de sus viejos, debido a creencias, costumbres o para que pudiera sobrevivir el grupo, por ejemplo:
• Entre los teutones que vivieron al norte de Europa, era ley que los padres podían matar, mandar matar o vender a sus hijos. También los hijos podían matar a sus padres pero solo cuando ya no se encontraban en edad productiva.
• En la antigua Grecia, se festejaba a quienes tenían la suerte de llegar a viejos, pero al terminar se le despeñaba, ya que el resto de su vida padecería "una enfermedad crónica e incurable", según Hipócrates.
• Durante la Edad Media, por un lado los ancianos que tenían el poder económico y social eran tratados con respeto y veneración, pero había una gran cantidad de ancianos maltratados por estar enfermos y requerir cuidados o no estar en capacidad de producir.
• Los esquimales de Alaska a principios del sigo XX, todavía conservaban la costumbre de abandonar en una barca con rumbo a mar abierto a toda persona anciana que no pudiera contribuir con los trabajos necesarios para la sobrevivencia del grupo familiar.
• A partir de la época moderna, cambió la forma de considerar la edad avanzada. Comenzó a exaltarse lo joven, lo bello y la productividad eficaz, junto a lo cual surgió una nueva forma de maltrato psicológico: la desvalorización a mayor edad de la persona.

En la actualidad
Hoy se estima que el 10% de los habitantes del planeta son mayores de 60 años. Este grupo de población está creciendo muy rápidamente y cada vez más personas llegan a la vejez gracias a los cambios de la era moderna: adelantos de la medicina, las condiciones higiénicas, la tecnología, entre otros.

Esto significa un logro de la humanidad, pero nos damos cuenta que la mayoría de las personas llegan a la vejez teniendo que enfrentar pobreza, exclusión, marginación, discriminación, enfermedades, lesiones incapacitantes, violación a sus derechos, abuso patrimonial y maltrato físico, psicológico y a veces hasta sexual.

Si bien la realidad de pobreza, exclusión y discriminación hacia las personas mayores, se observa con diferentes matices en muchos lugares del mundo, en los países en desarrollo son excluidas de varias actividades, servicios, trabajos, oportunidades de desarrollo e información.
Como vemos,

Por lo general las personas mayores no reconocen o no identifican haber sido víctimas de algún tipo de maltrato, sea porque no saben como hacerlo, por impedimento físico, por temor a perder el apoyo de su familia o por vergüenza de hacer pública su situación. Las escasas denuncias y estudios realizados señalan que una persona mayor violentada es afectada generalmente por más de una forma de maltrato de manera simultánea o sucesiva.

Todo ello produce graves consecuencias físicas (alteraciones orgánicas, del sistema nervioso, trastornos del sueño, etc.), sicológicas (baja autoestima, aislamiento, temor, depresión...) y sociales (pérdida de roles, prejuicios sociales, inactividad, dependencia), situaciones a nadie benefician.

La realidad de abuso, violencia y maltrato es una problemática que afecta no sólo a los mayores, sino que a personas de todas las edades, condición social y cultural.

Por su parte las realidades de pobreza, exclusión social y desvalorización de la imagen de las personas mayores constituyen graves violaciones a los derechos fundamentales y hacen persistir la violencia, el abuso y maltrato en contra de este grupo poblacional. Las publicaciones existentes sobre esta situación ubican el problema en factores individuales y familiares, se centran en las características de los afectados directos, y como consecuencia, el tema sigue siendo considerado un problema familiar en lugar de un asunto que atañe al conjunto de la sociedad

La invitación
En nuestras comunidades, grupos y familias debemos compartir, discutir y reflexionar sobre este tema, a fin de avanzar hacia la transformación de nuestra cultura, haciendo crecer nuestra conciencia social de valorar a todas las personas desde antes de nacer hasta el término de su vida, y hacer verdaderamente humanas y dignas nuestras formas de relación.
Para mayores informaciones, dirigirse a la Pastoral del Adulto mayor de Arica, Chile, ubicada en Juan Antonio Ríos 1950 (con Santa María).
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