Claroscuro de la Cultura Ariqueña

30 Julio 2008
Sin lugar a dudas la actividad cultural ariqueña presenta una cara clara y
luminosa, como también otra de sombras que pueden sorprender al común de los mortales. Por Benjamín Sierra
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Por Benjamín Sierra
Sin lugar a dudas la actividad cultural ariqueña presenta una cara clara y
luminosa, como también otra de sombras que pueden sorprender al común de los mortales. Por un lado, cada vez más personas se interesan por el arte y la cultura, mientras que la gestión cultural local muestra algunas falencias que es necesario superar.
Sin duda Arica, está actualmente en un continuo crecimiento de personas y grupos dedicados al cultivo de diversas expresiones artísticas culturales y, además, hay un número cada vez mayor de niños, jóvenes y adultos que asisten a funciones de teatro, cine, conciertos musicales, etc.
Ya es cosa del pasado, cuando a una función de teatro, muchas veces de calidad, el público asistente era mínimo y al parecer estaba compuesto, mayoritariamente, de familiares y amigos de los actores y actrices que actuaban en el escenario. Esto nos está demostrando el entusiasmo, dedicación y esfuerzo de un número importante de ariqueñas y ariqueños que promueven el arte y la cultura en nuestra ciudad, la mayor parte de las veces con poco o nada de apoyo estatal o particular. Lo anterior no significa desconocer el importante papel cumplido por las universidades locales, la municipalidad y especialmente los fondos concursables como el Fondart.
Una muestra concreta de estos esfuerzos privados es la Galería San Marcos, del escultor y profesor en cerámica Juan Díaz F. Esta Sala de Exposiciones ofrece permanentemente al público ariqueño y visitantes el trabajo de ceramistas locales y del norte chileno, como fue hace un par de meses atrás la exposición "Estratos, el Lenguaje de la Tierra" del artista plástico iquiqueño Pedro Rodríguez Fischer.
Así, fácilmente, podríamos confeccionar una larga lista de personas y grupos privados dedicados a la literatura, teatro, cine etc. Un situación similar ocurre con las prácticas amateur del deporte, especialmente de los niños y jóvenes, donde es observable un número importante de profesores, entrenadores y técnicos, como de padres que, con entusiasmo, dedicación y mucho esfuerzo promueven distintas disciplinas deportivas entre las futuras generaciones de ariqueños.
Sin embargo, donde se notan algunas deficiencias está en la difusión adecuada de la actividad artística. Muchas veces, no se conoce con suficiente tiempo y por las vías adecuadas, los días, horas, lugares y fechas de las diferentes actividades culturales que se realizan en la ciudad. Es frecuente que la prensa informe muy escuetamente el mismo día de la presentación o haga una reseña días después de realizada. Si a esto se agrega que no todas las personas tienen un fácil acceso al único diario local, la difusión por ese medio es escasa. Un ejemplo de esta forma de deficiencia lo constituyeron los ciclos de cine israelí y cine cubano en el año recién pasado realizados en la Biblioteca Municipal que por falta de la difusión adecuada no contaron con la asistencia que correspondería a la calidad de los filmes exhibidos en ambas oportunidades. Esta situación señalada lamentablemente es más frecuente de lo deseado.
Otras deficiencias observadas corresponden las relativas a la descoordinación entre los organismos privados, municipales y estatales dedicados al desarrollo de la cultura en nuestra ciudad. Con seguridad los esfuerzos de las universidades, municipalidad, gobierno, etc., serían más fructíferos de lo que son en la actualidad y los recursos disponibles, que sabemos que son escasos, se potenciarían, si existiera un trabajo coordinado entre ellos, con lo que ganarían tanto los artistas como el público. Es probable que en la actualidad exista algún grado de coordinación de esfuerzos entre estos organismos pero la comunidad no lo percibe así.
Por último, existe un número importante de fallos en la gestión cultural local que se podrían englobar en deficiencias de criterio, que parecen corresponder a políticas o procedimientos administrativos poco felices, que al parecer establecidos con buena intención y con el afán, seguramente, de hacer mejor las cosas, echan a perder el agrado de asistir a un buen espectáculo. Me refiero concretamente a las filas antes de ingresar a nuestro Teatro Municipal y la espera sin que las personas puedan acceder a la sala propiamente tal y esperar sentado el inicio de la presentación. Una muestra de este desacierto la pudimos comprobar este jueves en la presentación de la obra "Mi Joven Corazón Idiota" de la Compañía Niños Prodigios, calificada como la compañía más prometedora del 2007 y su directora Francisca Bernardi considerada una de las más importantes promesas de dirección joven del teatro chileno. Pero no se piense que este procedimiento de ingreso fue ocupado solo para la presentación de esta singular obra teatral, sino que es una práctica frecuente que es de esperar sea superada en el futuro.
Dentro de este mismo rubro de fallos, podría incluirse que en nuestra Biblioteca Municipal, desde hace cierto tiempo no lleguen los diarios de circulación nacional como El Mercurio, La Nación, La Tercera, etc. Podrá aducirse que los potenciales lectores pueden acceder a estos diarios a través de Internet, pero no todos ellos suben a la red los artículos de su edición en papel en forma completa o están disponibles a todo público solo por un corto período.
Frente a estas u otras demandas ciudadanas de más y mejor cultura para Arica, más de alguna persona podrá argumentar que existen otras necesidades más urgentes en nuestra ciudad, como por ejemplo, más fuentes de trabajo, mejor salud, educación y medio ambiente, calles limpias y seguras, más luminarias y semáforos, más áreas verdes, etc.
Todo lo anterior es cierto, y las autoridades realizan esfuerzos en el sentido de satisfacer los requerimientos materiales de la población. Sin embargo, el fomento y desarrollo de la cultura, como del deporte, es un importante "satisfactor" sinérgico de necesidades, por cuanto al satisfacer la necesidades de creación, ocio, entretenimiento, entre otras, contribuyen en forma simultánea a la satisfacción de otras necesidades consideradas más apremiantes para las personas, permiten la superación personal y las hacen más felices. Y, ¿no es la felicidad un anhelo de todos los humanos?
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Comentarios

Imagen de Pilar Sánchez Latorre

Amigo Benjamin, sé de tu

Amigo Benjamin, sé de tu trayectoria de profesor dedicado y de tu permanente preocupación por el quehacer cultural de nuestra ciudad, el silencio que esta nota ostenta es el reflejo de la desidia en la cual vivimos, pierde cuidado que tanto autoridades como público en general deben manejar al dedillo, todos los juicios demandas y contrademendas , alardes de poder y cotilleos politicos, de nuestro devenir urbano, sin embargo esto que trasiende lo terrenal y es un aporte al espiritu no ha generado ni siquiera una nota de compromiso por parte de algun despistado.

Tenemos lo que merecemos ni más ni menos, me asiste la convicción que te seguire viendo mientras te paseas de la biblioteca al teatro municipal intentando tapar el sol con un dedo.

Mis respetos amigos por la valentía de perseverar en enrostrarnos nuestra pobreza de espiritu.