Anverso Literario: La Prosa de César Vallejo

03 Octubre 2008
Vallejo es un filósofo del minimalismo comunicativo y cada construcción que realiza, trae implícito un germen de combate hacía el castrador y feudal manejo con que se manipula el lenguaje. Por Daniel Rojas
Daniel Rojas >
authenticated user Corresponsal

César Vallejo es universalmente reconocido como poeta, su obra Lírica, Los Heraldos Negros, Trilce, Poemas Humanos y España aparta de mi este cáliz, son piezas literarias que han alcanzado las más altas cuotas de reconocimiento, difusión y estudio, dado su tratamiento de lo social y la hondura que consigue al penetrar sin tapujos en el vacío existencial del hombre. Cadencia que en sus versos traduce la irrefrenable rebeldía que el creador demostró en vida, sin abandonar, claro está, una sensibilidad extrema e inocencia, que con orgullo se lanza de sus páginas para herir con violencia destructiva y provocadora, el sentido más allá de los límites sospechados.
Vallejo es un filósofo de la exégesis y minimalismo comunicativo y cada construcción que realiza, trae implícito un germen de combate hacía el castrador y feudal manejo con que se manipula el lenguaje. A su vez, es un torrente de ideas, de construcciones lúcidas sobre la problemática que tiene el género en su afán corrosivo y cosificador del otro.
Como obra, es innegable que la letra cultivada por Vallejo, está en constante actualización y resulta desafiante e intensa, aun para el lector presente. Prodigio vanguardista, es demasiado lo que se puede señalar sobre él y muy poco el espacio para hacer honor a la ricas vertientes heterogéneas que como figura forjada en la palabra, supo dominar.
Nacido un 16 de marzo de 1892 en Santiago de Chuco, departamento de la Libertad,
el escritor, y de esto no cabe duda, es una de las más importantes voces del continente. Su arte trasciende tiempo y espacio, superando una vida llena de complicaciones y amarguras así como imágenes y determinaciones que calaron profundamente en su talante imaginativo.
Último de once hermanos, Vallejo estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y una vez, trasladado a la capital, abandonó cursos de Medicina, previamente, había dejado en el olvido pretensiones religiosas en torno al sacerdocio, expectativa que sin embargo en su temprana infancia, abrazó con ilusión y que se reflejan con prontitud en sus versos.
Otra característica innegable del hombre de letras es su condición trágica y errante, en sus innumerables movimientos por el Perú y el mundo, realizó trabajos disímiles, desde administrador comercial, cajero de banco y desde luego pedagogo, muy citada es la anécdota que lo vincula a otro grande de las letras peruanas y mundiales, el narrador Ciro Alegría autor del Mundo es Ancho y Ajeno, los perros hambrientos y la Serpiente de Oro. Su nombre, lejos de esta circunstancia afortunada, se haya vinculado en niveles más profundos a grandes pensadores modernistas e ideólogos revolucionarios como Mariátegui y Manuel Gonzáles Prada y desde luego, a cultores de la lírica y adelantados imaginistas como Huidobro y Eguren. La lista de influenciados posteriores y pares que compartieron en su periodo, escena y vivencias, dispensando elogiosos homenajes a su nombre, es demasiado extensa para agotar estas líneas con tal objeto. De manera que, lo que personalmente me llama a releer a este autor de cabecera del cual uno piensa se he dicho tanto, que un par de palabras más, no serán sino elogiosas y majaderas gotas en un océano de ensayos, crónicas, tesis y monografías, busca pese a ese infranqueable resultado, centrarse en un tema en particular, La prosa del autor.
La prosa de Vallejo, si bien, no goza del mismo prestigio y sitial que su poesía, no deja de ser mayor en cuanto a riqueza y producción. Más que un tema de calidad, es un asunto de masificación. Reconocido como el poeta del dolor humano, esta figura paradigmática del siglo XX, cultivo con maestría, el periodismo literario, el cuento e incluso la novelística. A esa faceta, tantas veces opacada en autores que despuntan en poesía, quiero referirme.
Radicado en Europa, Vallejo oficio como corresponsal y vio muchos de sus títulos ensayísticos y cronísticos publicados en la Revista Mundial y en el diario el Comercio. Esos artículos, de innegable brillantez, versan sobre temas múltiples, gozan de una dinámica y sapiencia envidiable, en ellos, Vallejo nos habla de la literatura peruana y su porvenir, de las generaciones de poetas jóvenes, de sus desafíos, de su lucha y no ignora la realidad de España y sus poetas y pensadores. Aquel presente verdadero momento de crisis, de revoluciones y masacres mundiales, ve surgir a la llamada nueva literatura norteamericana, son las voces de principios del siglo XX, que Vallejo no ignora, por tanto roza a la generación perdida y a sus epónimos Pound, T.S Elliot y Gertrude Stein, habla de Hart Crane y poco falta para que salgan a relucir Joyce, Hemmingway y otros. Vallejo se vuelve entonces un potente narrador transversal, abarca el cine, la música la pintura, tiene una acidez irrefrenable para discutir y argumentos le sobran, en esas peripecias en torno a la poética estadounidense, no puede evitar volver a la figura de Whitman, ese poeta de lo cósmico e íntimo que tan fuerte tatuara a Borges y Neruda. Otros nombres que desfilan en sus trabajos, son León Bloy, Pierre Louys, el autor de Raza de Bronce Alcides Arguedas, y sin perder el filo contestatario incluso el peruano increpa a Breton por burócrata y cirujano y hace una autopsia al surrealismo. Constituyen además elegías muy sentidas las revisiones que hace al hablar de Abraham Valdelomar, la tumba de Baudelaire y Leónidas Yerovi entre otros.
La pluma de Vallejo hace indefectiblemente, un recorrido por la cultura universal que bullía a fines del siglo, y el cruce de nombres es realmente enciclopédico, desde Unamuno y Gasset hasta Santos Chocano y todos los ismos habidos y por haber, muchos los cuales el autor denostó o terminó por denunciar como franca impostura, desde el comentario directo y discurso, tal como Asturias y Carpentier por esa misma época o con una franca e imparable independencia en el diseño de sus piezas.
Bagaje de experimentación y tradicionalismo que en Vallejo constituye una prueba más de su pericia como narrador. Ducho, el autor es capaz de edificar historias de un sentido realismo social como Paco Yunque y Tungsteno y no abandonar las fugas que podía hacer estéticamente tal como lo refleja en Fabla Salvaje, todas estas obras en conjunto, poesía y prosa, resultan manifestaciones que alumbran sobre el recorrido y maduración de un genio, gigante de las letras en español de América, inabarcable en jerarquías y términos tan reduccionistas como las del predominio de un mero género.
Autor: Daniel Rojas Pachas
Publicado en: Cinosargo
_________________________________________
"Las opiniones vertidas en los comentarios son de exclusiva responsabilidad de los ciudadanos que las emiten y no representan necesariamente a El Morrocotudo, medio que sólo actúa como plataforma de expresión democrática . Más detalles en Normas de Uso para Comentarios"

Comentarios

Imagen de Juan Aranda Martinez

Grande Vallejo, En realidad

Grande Vallejo, En realidad un poeta universal

Imagen de Pablo Puerta

Cuando leí el primer poema

Cuando leí el primer poema que adjunto, de este peruano universal y uno de los mejores poetas del mundo de todos los tiempos, me emocioné como pocas veces, pues nunca había leído a ningún poeta que sintiera la vida tan humana, tan dolida y tan real. No sé quien dejó en mi casa en Arica, por los años 80, aquel librito antiguo (del año 1956). El nombre no me decía nada. Luego, nadie a quienes pregunté sabía ni en Arica ni Santiago de ese peruano. Lo encontré en un diccionario enciclopédico. Solo después, conocí a a varios en Chile que lo conocían y empecé a leer más de él y a través de él, a otros ilustres intelectuales peruanos del 900.

Sobre Vallejo, lo mejor, es leerlo. Aquí les pongo el poema que revolucionó las letras peruanas y latinoamericanas (Mariátegui lo llama: "el primer poeta auténticamente peruano e indio") y luego pongo otro poema, como dicen los peruanos: "de yapa".

LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

MASA

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:

«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: «¡Quédate hermano!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra

le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse a andar...

Imagen de Alfredo Ismael Lama

“Estiletes”   He compartido

“Estiletes”

 

He compartido el secreto de Vallejos

“Masa”

niña revivida en mis labios

 

¡La humilde Masa, Cesar, Vive!

                                                         (ecos, el poeta oye…)

 

Una voz de láser partiendo globos,

eléctricos gritos de mundos rotos

y cercenado a filo, caen los astros.

 

Te vi, ¡Ho surco de hielo en sangre!

herido, desde el abismo de tus polos.

 

Comunión helada y fuego al iris,                        (ojo)

 

donde nace mutilado otro iris,                            (arco.)

 

Prisma sápido a la vista,                        (hierro-lengua.)

 

Otra estrella, vacía novia fugitiva,

desmayada en años cae, sin sangre

por mis gritos.

 

Y ladrando a la luna, tengo mojado el lomo.

 

Hay dos perros en seis patas a plena luz

y nosotros somos dos perros en la noche.

 

A once universos, le ladré.                                  (yo perro)

diez cantos y éste, a la hervida luna.

 

Un recién nacido en mi razón

Me da la lija del entendimiento.

 

(Piano desafinado

en las desesperadas manos de un artista.)

 

Tobogán de creaciones inconclusas,

con fucilazos de genio y armonía.

 

¡Láser!

Y cercenado a filo cayó aquel astro.

 

Viajando tiempos, Cesar Vallejos…

 

Con una niña muerta en sus brazos,

y la niña revive sus labios,

en las letras de mi recién nacido .

Cesar y Alfredo, solo un secreto

ellos paréntesis de Paris, sin Paris

en un cadáver del sena sin sena

rostro sin rostro, nombre sin nombre.

 

De poesía con poesía,

 

De palabras sin palabras

 

De su alma y de mí alma…

 

¡Estiletes de blancas, dividiendo..!

 

Jugando la expresión de las palabras.

 

Paris- Patagonia - Patagonia – Paris.

 

Interminable cirugía de tiempo

y llagas despiadadas de distancias.

 

 

 

Alfredo Ismael Lama.

Comodoro Rivadavia. Chubut

Patagonia Argentina.

Imagen de Daniel Rojas

Todos Sabemos que es

Todos Sabemos que es Peruano, WEY Ricardo en todo caso, lee mejor y revisa los párrafos, donde dice

"lo vincula a otro grande de las letras peruanas"

"incluso el peruano increpa a Breton"

Imagen de ricardo

te falto decir que es

te falto decir que es peruano wey

Imagen de william flores

muy bueno su articulo

muy bueno su articulo habemos mucho que compartimos la admiracion por las publicaciones de Cesar Vallejos, muy descriptivo todo su informe, espero que sigamos dandole cabida a grandes autores literarios a la comunidad, gracias y el informe es digno de cualquier trabajo investigativo literario.

atte .

william flores