Una Actividad Diferente

07 Enero 2006
El domingo 25 de diciembre, tuvimos la gran oportunidad de vivir una navidad verdadera, una navidad con sentido, alejada del consumismo en que se ha convertido esta hermosa celebración, nuestra historia comienza así...
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Por Alejandra Luza y Luis Argote
Nos juntamos en la universidad un grupo de estudiantes de la pastoral universitaria, era muy temprano, pero estamos ansiosos por entregar algunos regalos que habíamos recolectado en la U días antes; eran regalos preciosos y nos imaginábamos que los niños que iban a ser protagonistas de esta celebración iban a estar muy contentos. Decididos no ir a los lugares de siempre, así es que nuestro destino fue Lluta y Poconchile.
La mayoría de nosotros no teníamos idea que allí existían poblaciones con tanta necesidad, esa fue nuestra primera sorpresa, cuando llegamos a la primera junta vecinal la nùmero 61, sede comunitaria del sector Alberto Jordan, los niños nos estaban esperando juntos a sus papás, nosotros pensábamos que sólo íbamos a entregar regalos, pero no, todos estaban felices porque nos habíamos acordado que ellos existían. Jugamos con los niños y al final jugamos con los papás, porque la navidad es de todos, no solamente de los niños. Lo más sorprendente para nosotros fue cómo disfrutaban de esos momentos, cómo reían y saltaban.
Nuestro segundo destino fue un poco más lejos, Poconchile, la junta vecinal Nº 62 “Linderos” del Valle de Lluta, allí nos dimos cuenta de que pese a las distancias todos se conocían, existiendo mucha unión entre los vecinos ante las necesidades que tenían.
En ambos lugares cuando llegó el momento de abrir los regalos, los niños estaban muy contentos, los ojitos les brillaban y estaban todos muy agradecidos, pero en realidad estábamos más agradecidos nosotros, llegamos a la conclusión de que el mejor regalo de navidad lo habíamos recibido nosotros, las sonrisas de los niños y papás, esos ojitos negros llenos de brillo y dulzura, compartir experiencias, permitirnos conocer parte de sus vidas y lugares que nunca nos habíamos percatado que existían, ahí comprendimos el verdadero significado de la navidad, conocer y que nos conozcan, compartir nuestro tiempo y no sólo dejarlo para dormir más de la cuenta, en fin, entregar lo mejor que Dios nos entregó, pero de todo corazón.
Una nueva experiencia habíamos ganado, ojalá que alguien se contagie y la practique, porque estos niños están ahí todo el año y no me cabe duda de que siempre existe algo en nuestras personas que podemos entregar y compartir.

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Imagen de Alfonso Maturana León

Quisiera averiguar si me

Quisiera averiguar si me pueden indicar quien era "Alberto Jordan"

Salamanca. CHile