El Arica actual, en boca de los que saben.

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Ya estoy de vuelta de mi turno semanal en las mineras del interior de la primera región.
Como muchos ariqueños, cada semana debo dejar la ciudad que me vio nacer y buscar pega en lugares remotos, mi caso, cercanías de Mamiña.
Luego de compartir con la familia como se debe, decido visitar a mi peluquero de años, Don Silvio, es el coiffeur de mi adolescencia, ese que me conoce de estudiante San Marquino, hasta hace algunos años. Entre ambos luchamos con mis rulos y mi incipiente calvicie, buscando el orden que corresponde… Aunque mi peluquero de niño fue el “Sr Araña" y no Fujito, como podrían pensar algunos, al que concurría en compañía de mi padre, ahí en su local de Maipú entre Velásquez y Colón, a un costado de la Agencia de Chile Bus.
Es tal la confianza, que sólo lo saludo y me siento en su sillón, ya ni le digo como quiero el corte ni de donde sacar más pelo, con sólo verme me dice, “te sacaré de los costados ya que arriba no hay mucho”, la verdad es que eso quería, luego de tomar asiento en su sillón, nuestra conversación llega a que en Arica la vida es mucho más barata y que sino fuera por ese Terminal Agropecuario, que nos permite alimentarnos de verduras frescas y baratas, en medio del desierto, la vida en Arica sería difícil y que si queremos comprar los uniformes de colegio nos vamos a Tacna, ya que están a menor precio. Nuevamente, nos beneficiamos de nuestros vecinos y de su cercanía.
Pero este viernes fue un día muy esperado por la comunidad. Vino el Ministro del Interior a dar a conocer las propuestas para la ciudad. Por motivos de trabajo no pude estar en Arica y en esa confianza fundada en años, le consulto a mi “corta pelos” cómo habían estado las propuestas.
El análisis de Don Silvio está basado en una gran experiencia de vida en la ciudad. Llegó de Chuquicamata en 1951, a pocos meses de que el presidente Ibáñez decretara el puerto libre. “En ese tiempo los límites de la ciudad no llegaban más allá del Cementerio local’’, me comenta.
Lo primero que hace notar Don Silvio, es que no se produjo un encuentro entre los dirigentes gremiales y el Sr Ministro y que en realidad, el anuncio de la creación del Puerto Libre en el período del Presidente Ibáñez, fue y ha sido uno de los grandes impulsos del crecimiento de la ciudad.
Tijera en mano, hace notar que también nuestra vecina Tacna, sufrió la definición de una Política de Estado por el Presidente Fujimori y hoy podemos ver sus resultados. En los inicios de los años 80, me comenta, se vio beneficiada Iquique, por el Presidente Pinochet, con la creación de la Zofri.
Mira, me dijo, “lo que falta en la ciudad es trabajo, crear fuentes de trabajo, industrias, con la apertura de la frontera las 24 horas, los beneficiados serán los Tacneños, ya que los Ariqueños van a gastar la plata allá.” Y está en toda la razón. No fuimos pocos los ariqueños que visitamos Tacna este viernes a hacer compras y a degustar las pizzas del D´ Vinci.
A pesar de este panorama, me indica que la ciudad igualmente crece, yo asiento con la cara llena de pelos. Y replico que, si bien es cierto, somos muchos los que trabajamos afuera y que en Arica no hay trabajo, creo lo mismo. Y me relata una historia de un antiguo cliente que por falta de trabajo debió trasladarse a la capital dejando a su familia, al que su señora no lo dejó irse solo y que prefería estar a su lado ya que habrían muchas “yeguas sueltas”.
Yo concuerdo, nuevamente, y le indico que la vida por turnos no es fácil y que los costos familiares, pueden ser muy altos.
Luego de afilar la navaja y dar los últimos recortes con la tijera, estoy listo, fueron no más de 10 minutos de amena conversación, en que analizamos la realidad local y a las ilustres visitas. Me miro al espejo y me doy cuenta que estoy más pelado que antes y que las canas, con el corte de pelo ya casi ni se notan. Habrá que conformarse, no soy ni el primer ni el último ….volveré en seis meses más a ver que opina Don Silvio.... Cuando nuevamente, como en una eterna ruleta inevitable, ineludible, se espere para la ciudad una nueva y real definición de Política de Estado.
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