Semillas Transgénicas en Azapa: ¿Negocio Seguro o la Hipoteca de la Agricultura?

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Con la presencia de las más altas autoridades regionales, se inauguró ayer, martes 10, la Primera Estación Experimental Agroindustrial, de la multinacional Pioneer Dupont, destinada a producir semillas transgénicas en el valle de Azapa, con una inversión de 19 millones de dólares en la que el estado chileno concurrió, a través de CORFO, con un subsidio público cercano a los 900 mil dólares.
La multinacional ofrece en esta primera etapa, la contratación de 96 cupos de trabajo permanentes y 210 temporales para profesionales y técnicos de la zona.
El vicepresidente ejecutivo de CORFO, Carlos Álvarez manifestó que: “el proyecto de Pioneer puede ser visto como la articulación de recursos existentes en Arica que lo hacen un emprendimiento empresarial de categoría mundial, en el que se aprovecha el excelente clima de esta zona, la existencia de técnicos y profesionales locales de excelente nivel, la seguridad fitosanitaria de Chile, su disponibilidad de moderna infraestructura y la confianza que proporciona el país a los inversionistas extranjeros. En este sentido, constituye una invitación a otras empresas a conocer las bondades que ofrece nuestro territorio y a darles los mejores usos productivos”.
Las empresas productoras de semillas transgénicas han descubierto que en Arica existen las condiciones de calidad de suelo, agua y clima, para lograr grandes producciones de semillas, las que son exportadas a más de setenta países en todo el mundo y generan ventas anuales de 25 billones de dólares anuales, en las que participan solo un reducido número de grandes consorcios entre los que destacan: Monsanto, Dupont y Syngenta, grupos a su vez ligados fuertemente al mercado de agroquímicos y al de productos farmacéuticos.
La producción y venta de transgénicos ha desatado una gran polémica en el mundo agrícola y hace algún tiempo atrás en el mismo valle de Azapa, debido a la adquisición de terrenos por parte de las transnacionales, lo que significó una gran tala de olivos, mangos y otras especies típicas, destinando finalmente las tierras a la producción de semillas.
Hay opiniones encontradas respecto a los resultados futuros de los transgénicos. A favor de ellos, están indudablemente que sería una solución para los problemas alimenticios del mundo, la obtención de frutos resistentes a plagas con mayores cualidades nutricionales e inclemencias climáticas. Vistas bajo ese prisma, indudablemente que son superiores a las especies nativas naturales, las que no son manipuladas genéticamente por el hombre.
Pero al frente de esas opiniones, existen otras más fuertes, que tratan de impedir su producción, debido a que los agricultores dependerán en el futuro de las empresas productoras de semillas. En Canadá las transgénicas “contaminaron”, las plantas nativas de colza (raps, canola, que permiten la producción de aceite vegetal para consumo humano, forraje y biodiesel). ¿Pero qué significa esta contaminación?. Las transnacionales han patentado la producción de este tipo de semillas, lo que significa que nadie puede utilizar las semillas producidas por las plantas transgénicas, ya que estas son propiedad de la empresa y no del agricultor que las plantó y cosechó. En buen chileno, se planta un maíz se obtiene un choclo. Ese choclo debe ser destinado única y exclusivamente para alimento, pero no para rescatar las semillas de él, caso contrario, ocurrirá lo que pasa en el extranjero con las semillas de soya de Monsanto, que denuncia a los tribunales a los agricultores que utilizan las semillas recolectadas de la plantación. Los tribunales basándose en el derecho de propiedad y de las patentes, ha obligado a los agricultores a devolver a la empresa, todas las semillas y plantas que se hayan obtenido de la plantación de semillas obtenidas por ellos.
En Azapa, la mayoría de los agricultores deja una parte de su producción anual para semillas, lo que no podrá ocurrir al momento de adquirir esta nueva variedad. ¿Y qué sucederá si las transgénicas contaminan a las especies nativas?. Lo que ocurrió en Canadá con las plantas de colza: todas las semillas y plantas que se produzcan a partir de allí, serán de propiedad de la empresa productora y no del agricultor.
Ante lo anterior y con el fin de evitar que los agricultores obtengan sus propias semillas a partir de las transgénicas, las empresas productoras de ellas, han logrado que las Naciones Unidas reabran el debate sobre la “tecnología terminator”, diseñada para que la semilla se “suicide”. La semilla realiza su función de desarrollo, pero no permite la generación de nuevas semillas en la planta que se forme.
La tecnología terminator está sujeta al Sistema de Protección de Tecnología, y se basa en la introducción de determinadas secuencias genéticas en las plantas. Las secuencias son responsables de la esterilización que sufre la planta, en un determinado momento del desarrollo, en el que se activa el mecanismo genético que niega el desarrollo de las nuevas generaciones.
La nueva tecnología transgénica que dará empleo a 306 ariqueños entre indefinidos y temporales, está aportando al monopolio futuro de la agricultura. Quien entre al campo de los transgénicos, todos los años deberá adquirir las semillas a su proveedor, siendo dependiente de por vida. La tecnología terminator lo obligará.
El Consejero Nacional Aymara de Arica, Mario Linares, respecto al nuevo uso que se le está dando al valle de Azapa, manifestó su total desacuerdo, basado en que: “la tierra no se vende. Se puede ceder o vender al hermano, quien seguirá con los usos y costumbres ancestrales que se le ha dado a ella. Me parece un crimen que para que estas empresas se instalen, se proceda a talar olivos y árboles añosos, que son la identidad de Arica”.
Agricultores de la talla del afrodescendiente Eduardo Flores, rechaza la instalación de las transnacionales, ya que ello significa destruir la esencia del valle, que son los olivos, para dedicarlos a la producción de las semillas transgénicas y teme por la contaminación que ellas pueden producir tanto a través del viento como de insectos polinizadores a las especies naturales.
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