Tierra de Emprendedores

Por Vlado Mirosevic y Zorka Ostojic
Este domingo tuvimos el privilegio de visitar las dependencias de la Junta Vecinal Tarapacá Sur y conversar con sus dirigentes, Adriana Mamani Flores, presidenta, Antonia Castillo, tesorera y Vinko Cortés, secretario.
A primera vista impresiona encontrarse con una organización comunitaria que cuente con tan buena sede y conociéndola por dentro la impresión es mayor debido a que tienen muy buen equipamiento, espacios amplios con construcciones de gran calidad.
A medida que avanzamos en la conversación con los dirigentes nos damos cuenta cómo han logrado todo esto.
Algo de su historia
Esta junta vecinal comienza con el comité de autoconstrucción de la vivienda en 1977, apoyado por la Municipalidad. Esa fue la primera instancia para mejorar la calidad de vida de los vecinos.
En el año 1984 se constituyen con personalidad jurídica. Comenzaron a vender productos en una sede social muy rústica, en un horno de barro con leña. Antonia nos cuenta que “el primer producto que vendimos fue un picante de marisco, todo donado por los socios de la junta. Lo hicimos en cuatro piedras y salieron unos 100 platos”.
Así formaron la cooperativa de autoconstrucción, fueron creciendo, se cambiaron de sede, mejoraron los hornos e implementos debido a que les subió la demanda y comenzaron a ganar prestigio. Todos los fondos que ganaban los destinaban a la construcción de las viviendas. “Las mujeres trabajaban en la cocina y los hombres trabajaban construyendo las casas, pegando bloquetas, etc. y quien no llegaba tenía su multa en el comité”.
Organizando turnos, se levantaban temprano y colaboraban entre vecinos. Desde aquellos años hasta ahora siguen construyendo viviendas para quien lo necesite en el sector. En ningún minuto se les escapó su norte: mejorar la calidad de vida de los vecinos. Pero la cooperativa se preocupó de no caer en el asistencialismo, y a todos los que se les construía una casa, debían poner algo o la mano de obra de los miebros de la familia.
Cómo trabaja por dentro la junta
Durante toda su existencia esta organización ha tenido como objetivo mejorar la calidad de vida de los vecinos, específicamente en relación a la vivienda. Hoy pueden decir que aproximadamente el 80% de la población ha sido construida de material sólido gracias a la organización y los recursos que ha generado la junta vecinal.
En el Restorán de la Junta Vecinal actualmente, trabajan catorce personas, así a todos sus logros se suma el hecho de generar empleo, toda una empresa destinada al bien común de un humilde sector de Arica. Esta organización hoy en día sigue generando recursos que permiten mejorar las viviendas del sector, además aportan $20.000 mensuales para cada adulto mayor que requiere remedios en forma permanente, realizan un aporte para el nacimiento de un hijo y del mismo modo cuando fallece algún vecino.
Sus nuevos desafíos son seguir creciendo en implementación con nuevas máquinas para el restorán y tener computadores con Internet disponibles para los vecinos.
El negocio es todo un éxito como promedio el día sábado venden 400 panes amasados y 350 empanadas y el día domingo las ventas alcanzan a 800 panes y 800 empanadas. La atención de público son los días sábados, domingos y festivos desde las 7:00 de la mañana hasta las 19:00 horas, su especialidad son platos tradicionales de la cocina chilena como picante, humitas, pescado, papas rellenas, empanadas, picarones y sopaipillas y además hacen preparaciones especiales para eventos de instituciones.
Para contactarse sólo hay que comunicarse de lunes a jueves al 243894 y de viernes a domingo al 229748.
El Morrocotudo quiere poner de moda...
La Junta de Vecinos Nº 45 es un ejemplo de comunidad, convivencia y emprendimiento con solidaridad. Según reconocen sus pilares son perseverancia y compromiso. No han esperado que nadie les haga las cosas, con sus pistolas han creado una historia digna de rescatar.
El Morrocotudo quiere poner de moda esa cultura del comprometerse, sin mirar desde la vereda de al frente. Queremos poner de moda la pasión personal en los desafíos colectivos, el emprendimiento y el talento humano que hay detrás de comunidades como éstas.
Una mezcla de excelencia y dedicación, con ofertas atractivas. Vimos en ellos un ejemplo para Arica, algo que comenzó humildemente ahora hace posible una mejor comuna. Por ello queremos rescatar en lo simple, en lo sencillo, la grandeza del trabajo cooporativo y la capacidad del ariqueño.