Arica, disculpa a mi mujer...

Comienza a amanecer en Viña con una vaguada costera que se parece a la neblina londinense, y la cajetilla de cigarrillos, y el cenicero repleto de colillas, de esos asquerosos mentolados, que son al revés mi debilidad durante la noche, han hecho su trabajo otra vez, dejándome los sopladores a la miseria, pero ayudándome a terminar otro capítulo de la novela de la cual ya sabrán, cuando recuerdo a Arica, al mirar el calendario.
Siempre lo hago por lo demás, para junio, de cualquier año y su primera semana.
Obvio.
Calladito, y para no despertar a mi mujer, apago la luz de mi cuchitril, para con la penumbra mágica y el aroma a tabaco, recordar…
Mis pasos me llevan primero, por esas calles paralelas al cerro ¿Sotomayor?..bazares, y muchos lápices para los 80, como si el ariqueño hubiera nacido para escribir, y así lo veo en este Diario.
Bueno, ha influído también el destape post- Pinochet , sin duda…
Esa misma calle alberga a una Funeraria a la cual vuelvo ahora virtual, donde un día mi amigo y antes enemigo Alamiro, se escondió de unas “pensiones alimenticias” en…una urna, y lo traicionó la sonrisa patética y el vidrio empañado, de lo cual me rio hasta el día de hoy…
Esta Arica de ayanques fritos como galletas, a la luz sepia de un chonchón, en la noche, en los puestos “pescaderos” de Máximo Lira, en sartenes calentados por anafres a alcohol…los más ricos de mi vida, más tarde ni siquiera los arenques, saboreados y en la misma Europa, les llegarían al talón…
Mas allá esa estación amarilla y roja, cuando roja y blanca debía ser, con Zavalaga el Jefe, y sus paitoquitas, pasadas a Camay y kion, esencias magníficas que no se si todavía se respirarán por esos pagos, frente al mar.
Maipú y su Manhattan, luego, al amanecer, con esa vedette jubilada en Santiago, que acá hacía doblete en el África, y hasta tripleta con un burdel por allá por Juan Antonio Ríos, total ¿qué le hace el agua al pescado?, aunque sus teclas afirmadas con un soutier tan metálico como el sonido de la cortina cuando el show fenecía a eso de las 6, y la cabrona cerraba el salón, era muy notorio, anque erótico igual pascual.
También más antes la Montecarlo en La Lisera, donde actuaron Los Panchos y la Tongolelé me decía orgulloso el “Gran César”, su dueño, ya de capa caída en su galpón de cachureos, rodeado de hijas el chancletero, según el castigo que Dios le aplicó por ser tan farrero, y que para un cumpleaños me hizo acompañarle a comprar un chancho a Azapa vivo, y en mi auto, y a la vuelta, le amarró un saco a la cintura y me lo chantó de copiloto, y paró en una rotonda a preguntarle a un carabinero una dirección y con el chancho con chupalla al lado del conductor…jajajajajajajaja, tal cual la onomatopeya en en el Chat jajajajajaja.
Vuelvo a Chinchorro Bajo ahora, donde el Freddy Tuca, con la Cecilia Pantoja en cartelera, y bastante “lanzada” cuesta abajo en la rodada, quien lo diría, y hoy muy repuesta, con casi mil amigos en el facebook…
Es Arica la amada, esta madrugada muy helada haciéndome compañía, mientras yo muy tosedor , despierto a mi esposa sin querer, detonando sus reproches, que van desde el cigarrillo hasta el vaso de rhon, que me acompañó esta noche para soltar la inspiración, tan tímida ella……
Bueno, me voy a acostar, haciéndole caso, cuando los pájaros y las gaviotas, y los guacaches hacen tué-tué, imaginándome en mi balcón de la Pedro Lagos, frente a Las Machas, viendo amanecer con un Chivas de 12, hace unos 12 años también…
¡¡Ya Eduardo, por Dios, te apuesto que difareas con Arica de nuevo, ándate a acostar hombre, estás tosiendo muy fuerte, y abrígate…!!
Arica, sólo me queda decirte calladito: ""¡¡disculpa a mi mujer, así ocurre con las mujeres celosas, cuando hay un triángulo amoroso…!!""
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