Educación sexual, parte constituyente del derecho universal a la educación

Educación sexual, materia que no existe en la escuela.

En diferentes partes del mundo la educación sexual no existe en las escuelas y sólo hay intentos limitados que se concentran en ofrecer una educación biológica debido a que siguen existiendo barreras culturales y religiosas, y estructuras patriarcales muy fuertes.
Vernor Muñoz, ex relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la educación, sostuvo que, en sus visitas a colegios en diferentes países, pudo comprobar que "la educación sexual no existe y sólo hay intentos muy limitados, que básicamente se concentran en ofrecer una educación biológica, pero que no tienen ninguna base del ejercicio de los derechos humanos y que, por lo tanto, tienen un alcance muy limitado".
Durante la presentación de su libro "Educación sexual, derecho humano. La piedra y el viento. El derecho humano a la educación sexual integral", Muñoz afirmó que "la ausencia de una educación sexual planificada, democrática y pluralista constituye de hecho un modelo (por omisión) de educación sexual, de consecuencias notablemente negativas para la vida de las personas".
La publicación reproduce el informe sometido a consideración de las Naciones Unidas en junio pasado por Muñoz y el relativo a la educación de las niñas presentado por el mismo ex Relator ante la Comisión de Derechos Humanos, en 2006.
Durante la presentación del libro, que se realizó en Lima del 14 al 16 de octubre en el marco del seminario internacional "Educación más allá de las metas", Muñoz señaló que "el derecho a la educación sexual es un elemento fundamental de los procesos educativos, y esto solo es posible en una perspectiva de género que rescate la dignidad y los derechos de las mujeres y permita construir masculinidades sensibles y responsables".
“El derecho a la educación sexual integral es un derecho humano en sí mismo y forma parte constituyente del derecho universal a la educación”. Entre sus hallazgos el ex-relator señala que en la actualidad la educación sexual no se trata de forma adecuada en los sistemas educativos o simplemente no existe. “Cuando existe está limitada a procesos de información sumamente limitados, que se concentran en los temas de biología, más no a las construcciones de los afectos, las relaciones de igualdad o de respeto”.
Las conductas patriarcales y de dominación sobre las mujeres, señala, siguen aún muy presentes en las sociedades, por lo que se hace necesario procesos de educación sexual de forma más integral, compartida y en un ambiente de respeto de los derechos fundamentales.
“Tanto la familia como las instituciones educativas tienen una responsabilidad” indica Muñoz, sin embargo no se trata de que una le quite la responsabilidad a la otra. Su informe hace referencia a lo acordado años atrás en la Plataforma de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo, que indica que ‘los Estados deben asegurar que no se restrinja el acceso de las personas a los servicios apropiados y a la información necesaria, debiendo eliminar las barreras sociales, y regulatorias respecto de la información sobre el cuidado y la salud sexual y reproductiva’.
Los padres y otras personas legalmente responsables de los estudiantes, por su parte, tienen también la obligación de proveer una dirección apropiada y convertirse en guías en materia sexual y reproductiva. El Estado debe velar para que estos puedan cumplir sus objetivos.
‘La Piedra y el Viento’ habla también sobre el papel de la religión en la educación sexual y pone en cuestionamiento si desde esa perspectiva se puede realmente alcanzar una educación sexual integral sin tabúes y sin estereotipos. Y es que las religiones imponen por lo general patrones de educación o de conducta generalmente sesgados y que muestran tan sólo una parte de la realidad.

Falencias en las escuelas

Sobre todo en Latinoamérica existe una persistencia de la discriminación en contenidos educativos. Así lo considera Moriana Hernández de CLADEM, el Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer, quien participó junto a otros representantes de diversas organizaciones en el seminario ‘Más allá de las Metas, Educación”, celebrada en Lima.
La activista cita ejemplos de esta discriminación, entre ellos que “los textos escolares prácticamente no registran mujeres. A la hora de enseñar la historia de nuestros países constatamos que está llena de héroes masculinos. Puede decirse también que cuando las mujeres aparecemos en textos escolares, aparecemos sólo cocinando y cuidando de nuestros niños, sin embargo también hacemos otras cosas que no aparecen en los libros”.
Otra de las constataciones más importantes es que en América Latina todavía no se imparte educación sexual. “De esta manera nuestras niñas y niños no tienen capacidad adquirida en la escuela para relacionarse con su sexualidad y la aprenden, o mejor dicho la desaprenden, exclusivamente mirando la televisión o los videojuegos”.
Hernández atribuye estas falencias en la información sobre educación en igualdad a una combinación de factores que tienen que ver con cuestiones culturales, religiosas, machismo, etc.
La responsabilidad de las autoridades también es objeto de crítica. ”Nuestros gobiernos han firmado hermosas declaraciones, han suscrito tratado internacionales que los obligan a resolver y tener políticas de estado contra la discriminación hacia las mujeres, no obstante, los avances en esa materia son escasos”.

La Campaña

Formada por una alianza muy grande de organizaciones feministas, otras dedicadas a los derechos humanos y asociaciones dedicadas a la educación en general, la campaña pretende marcar la necesidad de que en la región la educación juegue un papel importante en el combate contra una cultura discriminatoria. “Que nuestra educación sea un elemento para la equidad social entre hombres y mujeres y contra todas las discriminaciones”.
La defensora de las mujeres indica por ejemplo que en la región Latinoamericana y del Caribe, que es mestiza, las culturas de los pueblos originarios son desconocidas por los sistemas educativos. “Millones de habitantes de nuestro continente hablan idiomas de sus pueblos originarios, no obstante reciben educación sólo en español, a la que muchas veces no acceden porque no entienden”.
La educación tiene que ajustarse también a las realidades de las mujeres y de los que viven opciones sexuales diferentes que las establecidas mayoritariamente, indica Hernández, y exige además una educación respetuosa de las tradiciones y valores culturales de las minorías étnicas y sus culturas. “Más que respetuosa, una educación que valore el aporte de esas culturas”.

Las metas del Milenio

América Latina está cerca de cumplir la meta de la escolarización universal, pero no de lograr la escolarización en primaria y secundaria, objetivo fijado para el 2010, indica Hernández. ‘también está muy lejos de cumplir la meta de que en el 2015 las niñas, las adolescentes y las mujeres latinoamericanas accederán a la universidad”.
Es una larga lista la de las tareas a desarrollar para cumplir los objetivos, sin embargo la idea de la campaña es que el año próximo, en el marco de la Campaña Mundial de la Educación, se resalte la importancia que ella tiene en las niñas, para que la humanidad entera alcance las metas de combate contra la pobreza, de abatimiento de la mortalidad materno-infantil y otras metas planteadas en los Objetivos del Milenio.
Hernández concluye mencionando la importancia de la mujer en el proceso de democratización de la educación. “Una de las ideas- fuerza que hemos consensuado es que si las mujeres no estamos y no se nos considera, la democracia no va y la democracia no existe”.
Fuente: Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe