Punto de no-retorno

Hoy estamos enfrentando un problema realmente grave, un problema que siento que no le hemos dado la importancia que se debiera, un problema que si no lo enfrentamos cambiará nuestras vidas, nuestra forma de vivir, e incluso nuestra propia existencia. Se trata del Calentamiento Global . La gravedad radica en que ya hemos emitido tanta contaminación a nuestra atmósfera que ya estamos próximos a llegar a un punto que los científicos han llamado el punto de “no-retorno”.
Los climatólogos creen que estamos peligrosamente cerca del umbral a partir del cual se desencadena el cambio adverso; un cambio que, hablando en términos humanos, es irreversible. La tierra no se incendia, pero se vuelve lo bastante cálida como para fundir la mayor parte del hielo de Groenlandia y también del hielo de la Antártica Occidental, ello añadirá a los océanos tanta agua que el nivel del mar subirá catorce metros. Es impresionante pensar que la mayoría de los actuales grandes núcleos de población –incluida la ciudad de la eterna primavera- quedarán por debajo del nivel del mar en lo que, en términos geológicos, apenas es un instante en la vida de la Tierra, esto ha ocurrido en la larga historia del planeta, volverá a ocurrir.
Hoy en día vivimos enceguecidos con la meta de crecer económicamente sin importar los daños que producimos con este crecimiento, es así que los costos ambientales no se reflejan en nuestros bolsillos, como por ejemplo el costo del petróleo no son los aproximadamente $500 que indican las bencineras, a este valor debemos sumarle los niños que padecen de asma por la concentración de dióxido de carbono a el aire que respiramos, debemos sumarle la degradación de nuestros ecosistemas, debemos sumarle la extinción de las especies, etc. Es en este marco que se nos avecina la instalación de una nueva termoeléctrica, y nada menos que a carbón. Impotencia siento pues no sacamos nada con advertir sobre el peligro inminente al cual nos enfrentamos, no sacamos nada con pedir disminución de emisiones de dióxido de carbono, no sacamos nada con pedir menos carbón y menos petróleo, será como hablar con una pared pues naturalmente para crecer se necesita energía barata, no importa que esto conlleve costos ambientales que no se reflejan en el balance final de las empresas.