Un regalo asombroso

23 Diciembre 2010
Ay amigos míos, no corran ni se agiten tanto… que ya tener la fiesta es un regalo. ¿Saben qué amigos?, antes que la religión y los regalos, la navidad es linda por lo que provoca en la gente que festeja.
Viejo Pascuero ... >
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Si amigos míos, la navidad es valiosa porque renueva en nosotros la esperanza; es verdadera porque hace renacer en nuestros corazones el amor. Fíjense que si la navidad es magia, es por la magia de vernos adornando las calles, las casas y las oficinas donde trabajamos; si la navidad es alegría, es por la alegría que compartimos al reunirnos y celebrar; si la noche buena es noche de paz, es porque la paz de nuestros corazones nos inunda junto con aquellos que queremos. Es allí, en el seno de esa magia, de esa alegría y de esa paz, donde se reconoce al niño Dios que nos regalan los cristianos. Ese es su secreto amigo mío, ese es su pequeño gran secreto. ¿Por qué agotarse tanto entonces? ¡La navidad misma es un regalo asombroso!, es como un idioma que hablamos una vez al año con más fuerza, el idioma de la magia, la alegría y la paz de nuestro corazón. Que llegue la navidad es tu regalo, es mi regalo, es el regalo que recibimos todos nosotros. Si amigos míos, la navidad, es un regalo inigualable que nos dejaron nuestros padres, y que año tras año volvemos a compartir con nuestros niños y entre nosotros. Imagínense el tiempo que nos ha tomado prepararlo, la cantidad de años que se ha venido gestando y gestando para que todos estemos invitados a esta noche de paz, sin distinción de colores, razas, clase social o religión. En esta fiesta de paz todos tienen una silla, y hay un regalo para todo el quiera compartir.
Ustedes saben amigos, este regalo tiene una cosa especial: la única forma de que exista es compartiéndolo, entregándolo con una sonrisa, dejándolo partir. Su milagro, es que mientras más se da, más crece y siempre alcanza para más. Si lo guardas, si lo escondes, si lo cuidas mucho, se apaga. Sólo existe para compartirlo con más y más y más y más personas. Porque la navidad es un regalo de magia, de alegría y de paz, lleno miles de colores de esperanza, es como un sueño que tenemos que soñarlo y abrirlo despacito entre todos nosotros. Y este regalo está incompleto si tú no vienes y te sumas a la fiesta, sino salimos a buscar a todos los que esperan. Así que ¡ya!, ahora mismo me cambias la carita y te me pones en campaña. Este gran regalo necesita que tú pongas de tu parte, para que con la mía intercambiemos la alegría y hagamos la magia. Y amigo mío, esto no es teoría, es como reír o abrazar con cariño: una tierna suelta de palomas. Comienza ahora, sonríele al que está junto a tu escritorio, o al que está detrás de la pantalla de tu computador. Esta misma tarde vuelve cantando un villancico por la calle y dale un fuerte abrazo al que te abra la puerta. Fíjate en los que no están contentos y regálales un momento de alegría, así, sin previo aviso, sólo porque es navidad. Acuérdate de alguien que extrañas, y si sientes una manito fría que te aprieta el estómago, llámalo y simplemente dile que lo recordaste para decirle feliz navidad. Si saliste a comprar regalos, y te viene la angustia porque no sabes qué llevar, déjalo, toma un helado y ríete pensando en el destinatario del obsequio.
Solo en la sonrisa te darás cuenta que el complicado eres tú y no la persona en la que piensas. Piensa en alguien que estará solo, visítalo con una sonrisa y dile feliz navidad. Amigos míos, un niño ha nacido con una marraqueta bajo el brazo, quiere la paz para todos los que quieran recibir y compartir este regalo; y nuestro regalo, es desearnos unos a otros, una muy Feliz Navidad.