Buenas conversaciones, buenos futuros
Humedal del Lluta sobrevive al Dakar
22 Enero 2011
¿Sobrevivirá a los ariqueños?
Juan Pablo Rudo... >
authenticated user CorresponsalUna de las mayores preocupaciones respecto al paso del rally Dakar por Arica era el aspecto ambiental y más aún si la base de operaciones del día de descanso estaría emplazada en un extremo del humedal. El paso de los cientos de vehículos se sentía como una potencial amenaza, pero a medida que el evento se desarrolló se notó una buena organización, cuidado por el ambiente y buena disposición.
El origen de este artículo tenía por intención revelar las malas prácticas de un evento auspiciado por una multinacional que se aprovecharía de nuestros recursos naturales para lucrar bien lejos de acá, pero la verdad es que el Dakar no ocasionó el daño que tanto temíamos. Más bien, nos pilló bastante cosmopolitas (dentro de las proporciones), de ánimo festivo y sin mayores incidentes que el deceso del joven en el campamento base y las piñericosas de todos los días.
La semana pasada y una vez que la fiebre del Dakar se había extinguido, Carabineros y la PDI realizaron una dura fiscalización coordinada en el humedal sacando a los brutos de siempre que insisten en acampar, meterse a la laguna, hacer asados, dejar sus porquerías tiradas para que otros las boten y meter sus vehículos; en medio de las protestas de las "familias afectadas” y la alegría de quienes tuvimos el sublime placer de ver cómo los expulsaban.
La verdad de las cosas es que los pilotos, teams de apoyo y parafernalia Dakar eran gente bastante culta, limpia y quitada de bulla. No se metieron donde no debieron, no tiraron basura en el centro ni en ninguna parte donde estuvieron ni dejaron el basural que se temía, lo que me lleva a concluir que, como siempre, son los mismos ariqueños y aquellos que han llegado a nuestra ciudad los que no tienen ningún miramiento con la naturaleza ni la cultura.
Ante lo expuesto de manera visceral, sólo me queda alentar a los otros “mismos de siempre”, a ssos que se preocupan por la calidad ambiental, a los que les duele el daño al patrimonio natural y cultural, a los que gozan con una playa y calles limpias a que no depongan su actitud. Que es por ellos que al menos tenemos manifestaciones ambientales, que se ha motivado a las autoridades y que siempre salvaguardarán nuestro derecho de vivir en un ambiente saludable.
Ahora bien, siempre es necesario realizar un análisis más exhaustivo de la situación. Las emisiones de contaminantes, el impacto del paso de cientos de vehículos por sitios vírgenes y las mínimas normas ambientales que se exigen a la organización privada del Dakar son en sí un grave daño. Si bien esta organización devuelve sus emisiones de carbono en mediaguas para el país donde se traza la ruta, su impacto ambiental es nefasto debido a que promociona un estilo de vida agresivo con la naturaleza y donde ésta debe ser vencida en su estado más indómito por las máquinas y sus pilotos. Ése es el verdadero legado detrás de la filosofía Dakar.
Para nuestra región, tal como lo expresa el Equipo Boyaldía http://www.elboyaldia.cl/admin/render/noticia/24072, el principal daño al que está expuesto el norte de Chile son la destrucción directa del patrimonio arqueológico y su entorno cercanos al trazado del rally y que casi en su totalidad están catastrados y protegidos por Monumentos Nacionales. Las piezas que se destruyen son parte de la profunda identidad cultural de esta parte del planeta y su entorno permite comprender el desarrollo de etapas tempranas de la historia de la humanidad. Lo que sucede entonces, es que la comunidad no percibe al Dakar como un evento nocivo porque no se difunde el hecho de que los expertos consideran que este evento debe someterse al menos a las mismas exigencias ambientales que se les impone a otras actividades como la minería, desarrollo vial y urbanizaciones.
El relato puede dar para largo. Toneladas de carbono, cerros de neumáticos, aceites vertidos y un largo etcétera que incluye muertes humanas en cada edición. Por mi parte, no me pude restar de la fiebre del Dakar, fui a recibir a los camiones a la rotonda de Azapa con mi familia (foto) y pusimos nuestro énfasis ambiental que provocó una buena recepción por los que asistieron y nos valió varias fotografías. Así es la cosa. Disfrutamos del show, pero dejamos claro lo que nos preocupaba.
Comentarios
Gracias Marcelo, sería
Gracias Marcelo, sería interesante acceder a esos resultados.
Marcos, como equipo estamos muy conscientes que el área de influencia del humedal es mucho mayor que solo la laguna, pero como tu bien comentas, si la municipalidad tuviera un plan regulador un poco más estudiado, un poco menos bananero, otra sería la historia. Eso se refleja en el asco en que están hechas las playas con verdaderas tomas, sin baños, pero con TV satelital.
La sociedad de consumo se carcome las mentes de los brutos de siempre. Y al alcalde eso le encanta.
Solo ven el humedal, pero no
Solo ven el humedal, pero no alcanzan a observar la franja costera verde, entre el mar y el desierto. Será porque oficialmente no esta reconocida, por lo que para muchos no existe, por lo que no dimensionan el daño ecológico causado a esta franja verde. Si el plano regulador de la ciudad se hubiera planificado con conciencia ecológica, tendríamos una zona protegida una reserva ecológica y un gran parque en los bajos del chinchorro que se extendería asta el humedal con su flora y fauna nativa. Ese era el lugar de anidación de miles de aves marinas y terrestres...
Observen como destruyen esa franja verde, ¡ miren el espectáculo ¡ como la vegetación nativa se resiste a morir y crece entre el cemento y el asfalto de casas, edificios, estacionamientos, calles?. Las lechuzas ya no viven en ese lugar, las aves marinas fueron espantadas, las pequeñas culebras y roedores exterminados?
Felicito la opinión y
Felicito la opinión y expertiz de Juan Pablo, pero hay una preocupación por las aves del Humedal y el impácto causado por los helicópteros que trabajaron en el Dakar. Entiendo que se viene un informe que especifíca el daño causado a las aves del Humedal.