Chile país sísmico: El temblor nuestro de cada día

Entre el 10 y 15 de febrero, nuestro país ha sido escenario de numerosos sismos de diferente intensidad. Según el Centro Programa de Riesgos de Terremoto de los Estados Unidos (http://earthquake.usgs.gov/), se han registrado 18 sismos en magnitud sobre 4,5, concentrados principalmente en la zona centro sur del país.
Una de las características de Chile es su alta sismicidad, producto de su ubicación geográfica en el llamado “Cinturón del pacífico” o “Cinturón Circumpacífico” ubicado en las costas del océano Pacífico, las cuales concentran a su vez, algunas de las zonas de subducción más importantes de la geografía ocasionando intensa actividad sísmica y volcánica en toda su extensión.
Las placas tectónicas sobre las cuales reposa el océano Pacífico se encuentran en permanente fricción, acumulando la tensión que una vez liberada conocemos como terremotos.
El Cinturón de Fuego se extiende a lo largo de las costas del Pacífico por 20.000 kilómetros y concentra el 90% de los terremotos del mundo. Siendo el resultado del movimiento y la colisión de las placas de la corteza terrestre, en donde la sección oriental es el resultado de la subducción de la placa de Nazca y la placa de Cocos por debajo de la placa Sudamericana, la cual se desplaza hacia el oeste.
El proceso de subducción implica que una de las placas, generalmente la de mayor densidad se introduce bajo de la otra hasta ser absorbida totalmente por el manto. El proceso más significativo es la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, en las costas de Perú y Chile.
El último GRAN evento sísmico en Arica se registra el 13 de agosto de 1868, con una magnitud estimada de 8,4° y abarcó desde Arequipa por el norte hasta Valdivia por el sur. Un tsunami afectó posteriormente las costas entre Pisco e Iquique. A la fecha, se registraban alrededor de 2000 habitantes en Arica, de las cuales 300 murieron víctimas del terremoto. Los restos del Wateree son mudos testigos de esa catástrofe.