Nada Nuevo Bajo el Sol

Fácil ha resultado para nuestros candidatos al parlamento desarrollar esta campaña, con esto de la centralización y la globalización de las comunicaciones, quedaron atrás las atractivas y polémicas propagandas electorales de antaño, cuando los candidatos, pies en polvorosa recorrían sus respectivos distritos, proponiendo, escuchando y prometiendo diversos beneficios para sus votantes. Ahora por el contrario, al estar esta campaña relacionada directamente con las de Presidente de la República, los candidatos se remiten a leer las encuestas y si la o el presidenciable va a la cabeza, solo se quedan en repetir las propuestas del superior, prometer o luchar por tal o cual pequeño beneficio para la provincia y así en diciembre a contar los votos.
Algunos podrían considerar que ésta es una exageración, pero la opinión de algunos ariqueños destacan la pobreza de propuestas diferenciadoras, y que esto, ha sumido esta campaña en un aburrimiento generalizado. Entonces solo nos encontramos con descalcificaciones públicas por parte de algunos que se llaman candidatos oficiales, en contra de los vilipendiados que corren por fuera, calificándolos como unos desleales de marca mayor, pero cuyas peleas aportan un grado de entretenimiento, aunque más se acerca a cotillón que ha guerra parlamentaria.
Hasta ahora la elección, para los ciudadanos consultados sigue en penumbras, están esperando al candidato que prometa asistencia completa a las sesiones del congreso, puntualidad y participación activa en las comisiones que integre, y a partir de eso estarían interesados en decidir su tendencia.
En cuanto a la macro política económica y la estabilidad alcanzada hasta ahora por nuestro país, ha dejado fuera de discusión grandes y significativos cambios de timón en lo que se refiere a políticas de estado. Por tanto los presidenciables solo se mueven en torno a diferentes puntos de vista y estrategias para abordar los temas contingentes que siguen en la palestra política, como la reforma previsional, extremar medidas contra la delincuencia, mejorar las leyes medioambientales, acortar la brecha digital y de ingresos.
En cuanto a lo ya existente, la aplicación de “remediales” a las reformas anteriores que lo requieran, como la salud, la educación y la justicia, que si bien es cierto fueron gestadas como grandes proyectos de cambio, deben ser permanentemente evaluadas y adecuadas a las problemáticas que han venido apareciendo en su aplicación cotidiana.
En este florido escenario seguiremos esperando que el ambiente político de nuestra ciudad, no siga con las conversaciones vagas y repetitivas y nos de en algún momento algo nuevo de que hablar.