“Tenemos el convencimiento de que vivir mejor es posible”

16 Marzo 2006
Ministra de Vivienda y Urbanismo, Patricia Pobleta y el desafío de la construcción de viviendas con mayores estándares.Por Guillermo Schweitzer
Corresponsales ... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado
Por Guillermo Adolfo Schweitzer
“Tengo el mandato de imprimir un sello de dignidad y humanidad a las políticas de vivienda, porque tenemos el convencimiento de que vivir mejor es posible, aseguró ayer la ministra de vivienda y urbanismo, Patricia Poblete, en su segundo día como titular de la cartera.
A su juicio, “nuestro gran desafío será incorporar criterios de equidad a las políticas sectoriales, para que todos los ciudadanos accedan a viviendas dignas, a barrios seguros y a ciudades sin ghettos”.
“No es posible que en un mismo país –puntualizó Patricia Poblete-, haya barrios de primera, de segunda o tercera categoría. No hay desarrollo sustentable si algunos quedan excluidos de los beneficios del progreso económico y el desarrollo”.
MEDIDAS REALISTAS
“Malas casas, en malos entornos, generan malas conductas –enfatizó-. El hacinamiento y la promiscuidad fomentan la exclusión social, la delincuencia y la drogadicción. En consecuencia, romperemos este círculo vicioso con medidas realistas, programas efectivos y con la participación activa de las propias comunidades beneficiadas. El Ministerio de Vivienda trabajará para mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables y de menores recursos".
Para ello, la titular de la cartera de Vivienda señaló las siguientes metas prioritarias:
1. Lo primero, es lo más urgente: terminar definitivamente con el déficit habitacional. Para ello construiremos 260 mil viviendas sin deuda, para el 20% más pobre de la población, en los próximos 4 años. Junto con ello aplicaremos un plan que permitirá terminar totalmente con la falta de viviendas, el 2014.
2. Un segundo énfasis, es el mejoramiento de la calidad de las viviendas sociales y sus entornos.
“Recuperaremos los 200 barrios más deteriorados y deprimidos socialmente, en todo el país. Se trata de barrios donde se concentra la pobreza urbana, la inseguridad y la falta de oportunidades. Queremos acabar con la segregación social y construir una ciudad más amable, a partir de programas integrales que den respuestas a las necesidades de empleo, servicios básicos, seguridad, áreas verdes y de recreación".
“Pondremos en marcha un Plan de Reparación de Viviendas Sociales con daños severos. El primer paso será evaluarlas técnicamente en un plazo de 4 meses, en coordinación con las intendencias, Serviu y universidades regionales. Una vez hecho el diagnóstico, se recomendarán las soluciones.
MÁS METROS CUADRADOS
La lista de metas prioritarias del MINVU abarca también la calidad de las viviendas, que se construirán con más metros cuadrados. “Construiremos viviendas con estándares de calidad más exigentes, de más metros cuadrados, insertas en barrios equipados con servicios de educación, salud, transporte y espacios públicos. Una vivienda social no tiene por qué ser sinónimo de vivienda mal construida, aislada y marginal”.
Además, “generaremos mecanismos para revertir la segregación social de nuestras ciudades, construyendo viviendas sociales en zonas urbanas de calidad. Los pobres no pueden elegir donde vivir y terminan relegados a terrenos distantes de los servicios públicos o de mala calidad. Para ello aplicaremos subsidios diferenciados, dependiendo de la ubicación de las viviendas; estableceremos cuotas de vivienda social para las comunas, mediante planes reguladores y favoreceremos la localización de las familias en sus entornos de origen”.
También “impulsaremos un Programa de Mejoramiento de Viviendas Sociales, para todas aquellas construidas desde 1977. Nuestra meta es llegar a 30 mil viviendas en los próximos 4 años, con un costo unitario de 150 UF, mediante un financiamiento compartido. Este programa considera el mejoramiento, reparación y ampliación de las viviendas y sus entornos”.
Finalmente, la ministra Poblete dijo que una tercera línea, consistirá en reformar el actual marco normativo y de gestión urbana, que no ha tenido modificaciones importantes durante los últimos 30 años. “Se trata de una herramienta clave para democratizar la gestión en este ámbito, de modo que las políticas urbanas reflejen las preocupaciones, necesidades y anhelos de los ciudadanos. Un nuevo marco normativo permitirá descentralizar la gestión urbana, dotando de mayores atribuciones a los gobiernos regionales y comunales; ampliar la participación de la ciudadanía organizada y establecer puntos de convergencia en el desarrollo urbano, entre la inversión privada y las necesidades de la comunidad”.