Conmemoración y Nuestros Pobres

18 Octubre 2005
Muchos nos creemos con la autoridad de hablar de la pobreza, como si fuésemos especialistas del tema, cuando sin embargo nos acordamos de ésta cuando vemos alguna situación que nos conmueve emocionalmente
Claudia Ramos >
authenticated user Corresponsal
Ayer fue el día Internacional de la Erradicación de la pobreza; éste se celebra hace ya 11 años, con motivo de promover una mayor conciencia referente a esta realidad.
Esto ha nacido por la iniciativa de diversos países que conforman las Naciones Unidas, acordado en la Cumbre del Milenio, los jefes de estado y de gobierno, se comprometieron a comprimir a la mitad, hasta el año 2015, el porcentaje de las personas que viven en la indigencia, cuyos ingresos sean inferiores a $1 dólar por día.
Conciente de este evento, en particular porque alguna vez un profesor de historia me dijo que no sólo vale la pena tener días para celebrar o recordar porque si, si no que “realmente lo importante son las decisiones que tomamos en base a la reflexión del día en conmemoración”. Es que manifiesto lo siguiente:
La pobreza es un fenómeno social que se vive constantemente en la realidad de los países sudamericanos y también en otros continentes como Africa, el hecho puntual es que muchas personas nos creemos con la autoridad y derecho de hablar de la pobreza, de sus causas, consecuencias y designios como si fuésemos eruditos o especialistas del tema, cuando sin embargo nos acordamos de ésta cuando vemos alguna situación que nos conmueve emocionalmente o vemos datos estadísticos en los “periódicos alentadores” de nuestro país. Cuando sin embargo en nuestro país son miles las familias que se ven afectadas por esta realidad, donde muchas veces la televisión, la farándula política y la sociedad como tal se dan por informadas de esta realidad cuando ocurre un hecho preocupante o cuando se comparan datos de pobreza a nivel regional o nacional, olvidándose por completo los otros 364 días de estas familias de escasos recursos.
Ésta claro que vivimos cada día un mundo mas globalizado y conectado con otras realidades, pero esto no significa que tengamos que hacernos los lesos con nuestros fenómenos sociales. Nosotros los Chilenos debiésemos sentir vergüenza de que aún en Chile existan desigualdades sociales tan amplias como las que tenemos hoy, pero aquí estamos una vez mas los Chilenos, ocupándonos de la forma y no del contenido, hoy el debate nacional se centra en quien debe cantar en el Vaticano para la santificación del padre Alberto Hurtado, si Cecilia Echeñique o Maria José Quintanilla, olvidándonos una vez mas que este evento más allá de ser un show artístico es el reconocimiento y cultivo de lo que fue Alberto Hurtado y su lucha contra la pobreza.
Una vez mas la desidia colectiva se hace presente, perpetuándonos a ser simples observadores en vez de ser activistas esenciales de una de nuestras realidades.