Hipoterapia En Arica

La hipoterapia es un método muy usado en tratamientos kinesiológicos para ayudar a niños y adultos con algún problema motor o que presentan algún grado de discapacidad mental. Este tratamiento consiste básicamente en utilizar al caballo como agente terapéutico. Pero ¿porqué el caballo?. Una de las principales características es que el caminar del equino simula el movimiento y el ritmo del ser humano, enviando un impulso eléctrico al cerebro, que genera la reacción de la columna vertebral.
En Arica esta terapia se realiza desde 1997 gracias a un proyecto ganado por la Unecit, organización dedicada a atender a niños con síndrome de Dawn, y el kinesiólogo Denis Jiménez, quien además es el encargado de realizar la hipoterapia en la ciudad, específicamente en el centro ecuestre del regimiento Matucana.
Eugenia Thompson, encargada de coordinar las clases de hipoterapia, explica que para poder acceder a este tipo de servicio solo se exige un margen de edad que permita la recuperación del paciente desde el punto de vista de la patología que presente, entendiendo de 2 años de vida, como la edad mínima para iniciar la terapia. Esto conforma un grupo heterogéneo de trabajo con pacientes de hasta 40 años de edad.
Uno de los casos que llama la atención en el centro ecuestre de Arica es el de Rodrigo, un joven que inició su terapia a los 14 años de edad.
En un principio Rodrigo no se comunicaba con su familia y no era capaz de sentarse por si solo en el caballo.
Ya han transcurrido 6 años de arduo trabajo, y hoy Rodrigo ha mejorado considerablemente sus niveles de comunicación, no solo con su familia, sino con todo su entorno, y ahora es capaz de sentarse sin inconvenientes sobre la montura del caballo.
Las sesiones de hipoterapia tienen un valor simbólico de $6.000.- mensuales, que son para cubrir el costo del profesional médico, ya que el recinto es facilitado gratuitamente por el regimiento reforzado número 6 Matucana. Las clases se realizan todos los sábados entre las 4 y 6 de la tarde.
Esta es una noble y hermosa labor, digna de imitar. Estos niños han encontrado una manera de insertarse a la vida cotidiana sin ser discriminados, hallando una luz de esperanza para vivir como cualquier niño de su edad.