¡Un Santo Morrocotudo!

Todos los ánimos y la fé de los creyentes, cristianos católicos, estuvieron puestos durante la madrugada de este domingo, en la máxima autoridad de la iglesia, con sede en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI, que elevó a los altares a un hombre excepcional, el Padre Alberto Hurtado. Él se la jugó por entero para defender y caminar junto a los más pobres de este país, luchó por la justicia social, pero no esa justicia social política que algunos sectores han tomado como bandera de lucha en estos tiempos, sino que la verdadera caridad con el que menos tiene.
Y fue a las 4.30 am en que se inició la ceremonia en la plaza San Pedro de El Vaticano, en la cual el Papa Benedicto XVI canonizaría a nuestro padre Hurtado junto a los beatos Jozef Bilczewski, Felice da Nicosia, Gaetano Catanoso y Zygmunt Gorazdowski.
La numerosa delegación chilena logró sacar una sonrisa del Papa, cuando éste nombro a nuestro sacerdote y los chilenos dieron un fuerte grito de júbilo. Durante la ceremonia que imlpica una serie de oficios, el sumo pontífice inicia la letanía de todos los santos, para finalmente declarar y elevar a los altares a los cinco beatos. Nuestro padre Alberto Hurtdao.
Nuestro Santo
Alberto Hurtado Cruchaga, abogado, sacerdote jesuita que se viste de discípulo de Dios en 1933, diez años después de haber entrado al noviciado, cree que si uno se entrega de una forma verdaderamente real al hermano, si uno da hasta lo que no tiene y da lo que nos sirve y no lo que desperdiciamos, los pobres, los pastorcitos de chile estarían mejor.
Un hombre que sintió el llamado de Dios desde siempre, un hombre preocupado del resto, siempre con una sonrisa o la palabra amable, aquel labrador de la tierra que fue sembrando la semilla de Dios incansablemente hasta el día de su encuentro con él. Maravilloso ejemplo, difícil de seguir creemos muchos, pero no imposible, los católicos estamos llamados a la santidad, todos sin distinción, no solamente en altares venerables, sino santos en el corazón y santos en la presencia de Dios.
Amigos del Patroncito
Hay quienes tuvieron la dicha de conocerlo, de estrechar su mano y escuchar el evangelio de sus labios, Ramón Salas, Renato Hasche, ex obispos de nuestra ciudad, fallecidos ya, tuvieron el privilegio. Pero existe otra persona, que aún vive y vive siguiendo el ejemplo del Padre Hurtado, entregándose por entero a la labor de los más pobres, imitando el camino de cristo en la ayuda al desvalido, la Tía Petita, quien con esfuerzo mantiene un comedor abierto en un sector marginal de nuestra ciudad, la población Sica-Sica, además de una capilla y comunidad que llevan el nombre del nuevo santo.
Gracias Tía Petita por seguir el ejemplo que nos marcó Jesús.
Además, es el único lugar de Arica donde existe una Reliquia del santo (reliquia nos referimos a partes del cuerpo de Alberto Hurtado), un trocito de parte de algún hueso, es el tesoro más grande que se guarda en esta comunidad y en el corazón de todos sus fieles.
Y qué pasó en Arica
La comunidad católica de Arica centró sus actividades en una vigilia que se desarrolló este sábado a partir de las 21 horas en el Liceo Domingo Santa María, donde los grupos pastorales, comunidades de vida, grupos de oración, jóvenes y la familia entera tuvieron diversos momentos, oración, recreaciones, representaciones, dinámicas y todo un ambiente de oración, pero de mucha alegría en espera de la misa de canonización, desde Roma, y que vieron a través de dos pantallas gigantes instaladas para este efecto.
Hubo espacios para niños, para jóvenes y adultos, fue una invitación con el corazón a la familia ariqueña, para que orando y celebrando en unión con el resto de Chile, agradezcan a Dios por este gran privilegio que nos da, un nuevo santo, el Padre Alberto Hurtado.