Buenas conversaciones, buenos futuros
Teens & The City: Respetando a los Maestros
Fernando Montan... >
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De seguro muchos de nosotros hemos podido escuchar por nuestros padres sobre sus profesores en los tiempos colegiales. Los que han tenido el agrado de escuchar estos relatos se habrán podido percatar que los maestros eran muy diferentes a los de nuestros días, alejados del mundo tecnológico, fuera de la carrera contra el tiempo y la ejecutividad de las clases. Estos maestros fueron educados para educar a sus alumnos, no tan sólo instruirlos en los subsectores educacionales correspondientes.
Mi mayor orgullo es dedicarle esta nota a mi querida abuela Francisca Napoli, quien siempre me ha hablado de que instruir clases no hace un buen alumno (que los profesores actuales no se ofendan por favor con mis escritos), pero cuando educas con suma dedicación, afecto y cariño a tus alumnos, tratándolos tal vez como si fueran tus propios hijos, ellos por supuesto que aprenden mucho mejor. Un gran impacto causó en mi el día sábado cuando iba caminando junto a mi "nona" con destino a una botonerií para buscar algunos accesorios que necesitaba, cuando de pronto escucho detrás de nosotros "Maestra de Maestras"... era una de sus antiguas alumnas, quien aprovechaba la instancia para desearle un feliz Día del Maestro. Tras una conversación que sostuvieron, pude escuchar algunas frases de la antigua alumna como por ejemplo: "los profesores normalistas son lejos los mejores educadores", "yo no seria nada sin sus lecciones" y hasta "gracias por todos esos retos y castigos que me dio", palabras que de seguro hoy en día no escucharíamos de ningún alumno.
Bueno, y como el Día del Maestro fue el pasado 16 de octubre, me pongo al día: a todos aquellos profesores normalistas que hasta el día de hoy aún ejercen su función de educar a tantos alumnos que esperan expectantes sus clases, y a los que ya dejaron de hacerlo peor su sentimiento por educar no ha dejado de existir, les deseo ¡el más feliz Día del Maestro!.
A CONTINUACION LES DEJO UN ESCRITO DE MI ABUELA PARA TODOS SUS COLEGAS.
¡AUN ES FECUNDO MI SEMBRAR!
¡Caminar, siempre caminar!
En pampa, quebrada y mar
¡Es cansado ya tu andar!
¿Cuando viniste del mar
A sembrar en cal y sal?
Cincuenta años ¿Como pudieron pasar?
¡Sembrar, siempre sembrar!
Con puñados de inquietudes
Dos cuartillas, una pizarra
¡Tu venias a enseñar!
Nadie te viera jamás,
Ni por vez primera nombrar
Dulce candor de esperanzas
Cubría tu noble faz.
Desde el monte se allegaron
Pastores, Caporal y Chiriguanos,
Todos ofrecieron sus chozas,
Su charqui y su maíz sano.
Cuando bajaron serranos
Al pueblo de paja y barro,
Todos querían tocarle,
Todos le dieron la mano.
Para enseñar y sembrar,
No temas pampas ni soledades,
Que entre cal y sal hay tierra
¡Buena tierra para sembrar!
¡Sembrar, siempre sembrar!
¿Cuantas semillas quedaran?
¿Cuantas son? y ¿Donde están?
¡Todos fueron a triunfar!
Vamos de nuevo al año,
Marzo, Abril,
Es momento de sembrar
La maestra lo dice siempre,
¡Vamos de nuevo a empezar!
¡Es cansado ya tu andar!
Cincuenta años ¿Como pudieron pasar?
¿Donde se quedo el tiempo, si aun es fecundo mi sembrar?
Francisca Napoli Torres
Profesora Normalista
Promoción 1954 - Antofagasta
A MI MAESTRA PRIMARIA FLORENCIA BENAVENTE
AL GRAN DOCENTE FORMADOR DE VOCACIONES RAUL CARDENAS
"SOY LO QUE USTEDES HICIERON DE MI..."
Comentarios
Soy hija de un gran maestro
Soy hija de un gran maestro y normalista, Jorge Henríquez Garrido. Profesor de la Escuela Normal de Antofagasta, escuela muy querida .Me crié corriendo por ella y jugando con los hermanos López que eran hijos del mayordomo de la Escuela, don Germán López.
Un saludos a todos los profesores normalista. Hoy debería volver esa mística para mejorar la educación.
Gracias por este espacio.
Un saludo y homenaje a tu
Un saludo y homenaje a tu abuelita Francisca Napoli. Tengo la fortuna de ser hijo de una "normalista", Doña Eliana Herrera Fletcher quien asumiendo su vocación sirvió en esta tierra nortina con amor, dedicación y esfuerzo.
Me sentí plenamente identificado con la nota, al acompañar a mi madre, en innumerables ocasiones fui testigo del cariñoso saludo de sus ex alumnos, algunos con mas de 20 años sin verla, rápidamente la reconocieron inclusive en ciudades tan lejanas como Linares, Santiago y Viña del Mar.
Todos ellos expresaban su agradecimiento por haberlos "educado".
Sin duda que las cosas han cambiado, pero asi tambien existen hoy muchos educadores que sobresalen por su vocación.
A mi madre Eliana, a tu abuelita Francisca y a tantos maestros de ayer y hoy, los tendremos siempre en nuestro recuerdo, con infinito amor.
Los normalistas tuvieron
Los normalistas tuvieron algo que se perdió definitivamente cuando las universidades empezaron a dar títulos de pedagogía: mística.
Hoy la norma de los alumnos es mirar a sus profesores -en muchos casos- como unos pobres diablos en lugar de modelos a seguir, hay que ser francos: muchos profesores hoy transpiran mediocridad y eso se nota. Sin respeto no hay aprendizaje posible y el respeto hay que ganarlo.
Si el profesor es un ganapán los alumnos saldrán malos y viceversa, eso explica por que los resultados de los alumnos **de la educación pública ** son especialmente malos.