Chile: La muerte de Pinochet no es el final de la historia

15 Diciembre 2006
Desde Amnistía Internacional hemos recibido la siguiente comunicación
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Fotografía de: Carolonline
Amnistía Internacional pidió hoy a las autoridades chilenas que aseguren que el reciente fallecimiento de Augusto Pinochet no sea usado como excusa para continuar demorando las querellas que pesan sobre otros oficiales militares procesados por tortura, “desapariciones” y homicidios perpetrados durante su régimen.
Entre los acusados de graves violaciones de derechos humanos, Amnistía Internacional publicó los nombres de 20 oficiales chilenos de alta graduación, cuyos juicios aún no han concluido, aunque sus procesos llevan muchos años.
“Augusto Pinochet fue el ideólogo de violaciones de derechos humanos en Chile y hay fuerte evidencia que estos veinte oficiales estuvieron directamente involucrados en crímenes tales como “desaparición”, tortura, y el homicidio de miles de víctimas en Chile, y en el contexto de operaciones militares en América Latina”, dijo Virginia Shoppee, investigadora de Amnistía Internacional para Chile.
“El sistema judicial chileno falló en condenar a Pinochet por las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante su gobierno. Ahora, hay una nueva oportunidad para hacer justicia a favor de las víctimas”.
Amnistía Internacional ha pedido y continúa haciéndolo, que todos los obstáculos a la justicia – particularmente la denominada “ley de amnistía” (Decreto 2.191), que fuera promulgado durante el gobierno de Augusto Pinochet sea anulada.
“Estos crímenes no pueden continuar impunes ni deben ser protegidos por aplicación de la “ley de amnistía”, que ha sido usada en los tribunales amplia y frecuentemente”, dijo Virginia Shoppee.
Entre los oficiales militares que actualmente enfrentan querellas están:
General (R) Sergio Arellano Stark – procesado de 29 casos de homicidio y 43 casos de “desapariciones”, relacionados con la operación “Caravana de la Muerte”, ocurrida en 1973.
General (R) César Raúl Benavides Escobar, General (R) Juan Manuel Contreras Sepúlveda, Brigadier (R) Miguel Krasnoff Martchenko, Teniente Coronel (R) Ricardo Víctor Lawrence Mires, Coronel (R) Carlos José López Tapia, Coronel (R) Gregorio Mardones Díaz y Mayor (R) Luis Felipe Polanco Gallardo – procesados por homicidio, secuestro, encubrimiento y/o complicidad en la operación militar “Calle Conferencia”, de 1976.
General (R) Juan Manuel Contreras Sepúlveda, Coronel (R) Pedro Octavio Espinoza Bravo y el Brigadier (R) Christoph Georg Paul Willeke Floel – procesados por secuestro en el contexto de la “Operación Cóndor”, entre 1970 y 1980.
General (R) Juan Manuel Contreras Sepúlveda, Coronel (R) Pedro Octavio Espinoza Bravo, General (R) Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Brigadier (R) Miguel Krasnoff Martchenko, Teniente Coronel (R) Ricardo Víctor Lawrence Mires, Coronel (R) Marcelo Luis Moren Brito, Coronel (R) Fernando Eduardo Lauriani Maturana, Brigadier General (R) César Manriquez Bravo y Suboficial Mayor (R) Basclay Humberto Zapata Reyes -- procesados por secuestro, y la “desaparición” de 119 opositores al régimen, en el contexto de la “Operación Colombo”.
Equipo de Comunicaciones
Amnistía Internacional - Chile


FOTO: http://www.flickr.com/photos/marcelo_montecino/

Comentarios

Imagen de Miguel Rodriguez

Dentro de todo este evento

Dentro de todo este evento que significó la muerte del dictador, considero que es destacable la actitud noble y responsable asumida por el Comandante en Jefe del Ejército, General Oscar Izurieta, quien no se dejó llevar por sentimentalismos de ninguna especie y cursó la baja del ejercito del nieto del innombrable quien se quiso pasar de listo de manera oportunista en el funeral del vendepatrias; así como tampoco le tembló la mano para solicitar la renuncia del general Hargreaves por hablar tórpemente más de la cuenta. (...) De modo que todos estos gestos institucionales hay que reconocerlos, aplaudirlos y congratularnos por los pasos dados para la normalización de las relaciones entre la civilidad y el mundo militar.-

Imagen de Domingo Cadin

Fue lo que significó la

Fue lo que significó la dictadura pinochetista pero desgraciamente sus seguidores no quieren entender. La más sanguinaria tiranía en Chile que jamás haya existido en la patria de Lautaro y Manuel Rodríguez.

Muy bien la actitud del nieto del general Carlos Prats al escupir el féretro del tirano, ya que el dictador lo asesinó en Buenos Aires con un coche-bomba. El general constitucionalista y Vice-Presidente de la República bajo el gobierno del doctor socialista Salvador Allende, murió destrozado junto a su esposa Sofía Cubert. Se había exiliado en Argentina luego del golpe fascista.

Uno de los autores materiales, Lautaro Arancibia, cumple condena en una cárcel de Buenos Aires.

Este crimen vergonzoso lo perpetró la gestapo chilena, la DINA, siniestra policía secreta de triste memoria, que traspasó las fronteras chilenas para asesinar a sus opositores. En iguales circunstancias mata al ex canciller socialista Orlando Letelir en compañía de su secretaria Ronni Moffit, en Estados Unidos.

Imagen de Héctor González

Cierto, la muerte de

Cierto, la muerte de Pinochet no es el fin de una epoca dolorosa, sino el comienzo de una posible reconciliación sin derramamiento de sangre.