Buenas conversaciones, buenos futuros
El 4to Me-dio Confianza
09 Enero 2007
Volver al colegio siendo adulto (mayor o menor), es saldar una cuenta consigo mismo. Cristina, Verónica, Dánisa, Justina y Dolly terminaron la enseñanza media. Hoy nos muestran lo que sacaron en limpio.
Cristian Mena A... >
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Trascripción por Carlo Gálvez
El mejor regalo de navidad se lo dieron ellos mismos: sacaron el 4to medio. Cristina Sandoval (36), Verónica González (45), Dánisa Ávila (34), Justina López (61) y Dolly Ciña (65) son algunas de las ‘chiquillas’ que con esfuerzo y dedicación, terminaron el 2006 licenciadas en el Colegio Padre Luis Gallardo. Hace un tiempo fui compañero de ellas por un día, como lo relaté en "De Vuelta al Colegio", y hoy se confirma la conclusión que saqué ésa vez: volver al colegio siendo adulto (mayor o menor), es saldar una cuenta consigo mismo. Es vivir a concho ‘la juventud de la adultez’ aprendiendo, como dice Coco Legrand.
El sábado 23 de diciembre recién pasado, compartí una ‘once’ pascuera con ellas en casa de Dolly y conversamos del haber recorrido por fin uno de los tantos caminos de la vida que propusieron recorrer completos. Bienvenidos:
¿En qué se siente distinta? ¿En qué se siente mejor después de esta experiencia?
Dolly: Para empezar, en la parte de relaciones humanas, nosotros la pasamos bien, pensábamos que iba a hacer más complicada con los jóvenes (hubo unas situaciones, obvio), pero igual compatibilizamos con ellos. De todo aprende; los profesores fueron muy exigentes, pero a la vez eran atentos.
Verónica: Uno de repente quería tirar la esponja y te incentivaban. “Se puede, usted sabe”. Y eso es importante para uno, porque cuando una se siente acogotada y no quiere más, resulta que viene un profesor y te apoya. Por decir, Carmen (otra compañera) dijo “yo no vengo más” a 2 meses: es ilógico retirarse después de haberlo sufrido todo, porque si que se sufre.
Dánisa: Yo igual dije “me retiro”, porque en algunas materias me iba mal, pero la tía Paty (profe) dijo “no, yo no voy a permitir que te vayas, tú tienes que pasar”.
Verónica: Y tú con mayor razón porque tienes niña chica. Porque si tú no sabes, ¿cómo le vas a enseñar y ayudar a tus niños? Aparte de ayudarte con tus niños te va a ayudar a ser una mini-empresaria, además que en todos lados te piden como mínimo cuarto medio, hasta para barrer.
Para mi era ese poder decir “yo lo pude hacer”, era la necesidad de sacar mis estudios y que nadie me viniera a decir que era una ignorante que no sabe leer y escribir, pretendiendo un sueldo justo… me lo dijeron varias veces. Ahora me quemé las pestañas, me esforcé, me enfermé, pero salí adelante.
Yo le decía a mi viejo “hoy me voy a acostar menos tonta”. Todos los días aprendía algo, y de repente en los programas como Mekano donde le preguntan a las lolas y no tienen idea y digo “pero yo lo sé”. Qué felicidad para mí.
Dánisa: La mayoría de las preguntas que salen ahí a nosotros ya nos enseñaron. Cuando les hacen las preguntas yo contesto. Esto es un ejemplo para los jóvenes que dejan de estudiar. Al menos yo me lo propuse y lo terminé.
Cristina: yo tengo ganas de ir al “Poli”, porque tengo ganas de estudiar mecánica automotriz.
Verónica: Yo siempre he dicho que estudiaría mecánica, para los problemas del auto, para que no me hagan tonta y me cobren de más. Pero en estos últimos días me he quedado muy tensionada por las pruebas y me retaban: “¿por qué quieres puros sietes?, ¿por qué estudias tanto?”, y yo les digo que no quiero dar exámenes; quiero salir al final con mis notas, que al final tuve que dar un examen, me costó. Soy la única de todo el grupo que no tuvo ningún estudio de básica.
Justina: Somos 2, yo entré por primera vez junto contigo.
¿Y usted cómo siente después de esto?
Justina: Feliz, contenta de haber terminado, porque para mi era muy difícil, nunca pensé llegar a terminar. Incluso me he llegué a enfermar del colón irritable de puro nervio, porque nunca había ido de niña a la escuela y todo era desconocido. Pero con esfuerzo una aprende, poniéndole empeño. Hay ratos que no podía aprender y, a veces, de impotencia lloraba. “¿Por qué no podía aprender?”, “¿por qué tan dura mi cabeza?”, me preguntaba.
Verónica: “¿Por qué soy tan bruta?”, también me decía.
Justina: Sí, y a veces pedía ayuda a mis compañeras y no tenían tiempo y las entiendo: Por eso la Dolly ha sido un apoyo muy grande para todos.
Verónica: La Dolly en todos lo que se vio durante todo el año escolar, fue el pilar más importante, incluso que el mismo director del colegio, porque siempre anduvo movilizándose por nosotros, iba adelante de nosotros en todo; si había que programar una comida, el día del profesor, el día de la amistad, 2 ‘baby shower’: uno a Tamara Muñoz -19-, otro a Rose Mary Choquechambe… es que iban con sus niñitos a estudiar.
Yo le decía “esto que tú estás haciendo es una manera de que muchas personas se atrevan, porque le tienen temor a la vergüenza. ¿Qué voy a ir a hacer yo? Se van a reír de mí”, porque una piensa así. Tú estás con jóvenes y muchas veces son irrespetuosos; creen que porque somos viejas no tenemos derecho a tener ese espacio para poder tratar de aprender.
Yo invito a todas las personas a que se atrevan, a que sean valientes. Cuesta montones, pero uno va aprendiendo día un poquito más y, aparte de eso, si es para personas mayores es para decir “yo lo logré, tarde pero lo logré”. Ahora si somos mamás jóvenes, para mis hijos, para ayudarles y que no se avergüencen. Mi hijo tenía 21 años cuando supo que su mamá no sabía leer ni escribir, y si tú me preguntas como hice para educarlos, para corregirle las tareas, no sé. Yo lo hacía leer y sabía que estaba malo, pero intuía no más. Por eso digo a muchas personas se atrevan, porque va a ser algo maravilloso para ellos. Es rico para nosotros decir “lo logré”, “no soy tan tonta”, “no soy un bulto que se queda ahí en la casa haciendo sus labores y después déjenme en un rinconcito”. No, sabemos salir del rincón y aprender y nos alegramos, celebramos, pasamos días preciosos y compartimos conociendo más personas.
Dánisa: Yo siempre tiraba la esponja, me deprimo con facilidad y decía “No voy más al colegio” y la Dolly me animaba “No, cómo no vas a ir a la escuela, tú sabes, tienes que ir”. A mi me llegaba a doler la cabeza de tanto estudiar y salí eximida de todos los ramos gracias a Dios. Estoy contenta, por mis hijos también, para enseñarle a la chiquitita (de 11 años).
Y tú, ¿cómo te proyectas con esto?
Cristina: me costó harto sí, hice cosas que no tenía que hacer, pero por la influencia de mis compañeras salí adelante. Saqué mi cuarto medio y, si Dios quiere, estudiaré mecánica automotriz, si es que me da la cabeza.
¿Vas a postular al Politécnico el 2007?
Cristina: Sí, tengo que sacar la carrera.
Este grupo es una muestra representativa de las vueltas de la vida frente a la educación: si no se la dieron, hoy la buscaron. Sus acciones en sí, son un incentivo para otros adultos a que saquen el cuarto medio. No sólo porque cumplen con un requisito más en su currículum, sino porque amplian sus expectativas y se les abre un mundo en el que van a disfrutar la valentía de compartir su experiencia. El ánimo lo traemos de fábrica, rompamos el sello.
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Colegio Católico Padre Luis Gallardo
Dirección: Loa #2162
Fono: 248999
Inscripciones: Diciembre y Marzo
Requisitos enseñanza básica:
15 años de edad como mínimo, con certificado de último año cursado y carné de identidad.
Requisitos enseñanza media:
18 años de edad como mínimo, con certificado de 8vo básico. y carné de identidad.
El mejor regalo de navidad se lo dieron ellos mismos: sacaron el 4to medio. Cristina Sandoval (36), Verónica González (45), Dánisa Ávila (34), Justina López (61) y Dolly Ciña (65) son algunas de las ‘chiquillas’ que con esfuerzo y dedicación, terminaron el 2006 licenciadas en el Colegio Padre Luis Gallardo. Hace un tiempo fui compañero de ellas por un día, como lo relaté en "De Vuelta al Colegio", y hoy se confirma la conclusión que saqué ésa vez: volver al colegio siendo adulto (mayor o menor), es saldar una cuenta consigo mismo. Es vivir a concho ‘la juventud de la adultez’ aprendiendo, como dice Coco Legrand.
El sábado 23 de diciembre recién pasado, compartí una ‘once’ pascuera con ellas en casa de Dolly y conversamos del haber recorrido por fin uno de los tantos caminos de la vida que propusieron recorrer completos. Bienvenidos:
¿En qué se siente distinta? ¿En qué se siente mejor después de esta experiencia?
Dolly: Para empezar, en la parte de relaciones humanas, nosotros la pasamos bien, pensábamos que iba a hacer más complicada con los jóvenes (hubo unas situaciones, obvio), pero igual compatibilizamos con ellos. De todo aprende; los profesores fueron muy exigentes, pero a la vez eran atentos.
Verónica: Uno de repente quería tirar la esponja y te incentivaban. “Se puede, usted sabe”. Y eso es importante para uno, porque cuando una se siente acogotada y no quiere más, resulta que viene un profesor y te apoya. Por decir, Carmen (otra compañera) dijo “yo no vengo más” a 2 meses: es ilógico retirarse después de haberlo sufrido todo, porque si que se sufre.
Dánisa: Yo igual dije “me retiro”, porque en algunas materias me iba mal, pero la tía Paty (profe) dijo “no, yo no voy a permitir que te vayas, tú tienes que pasar”.
Verónica: Y tú con mayor razón porque tienes niña chica. Porque si tú no sabes, ¿cómo le vas a enseñar y ayudar a tus niños? Aparte de ayudarte con tus niños te va a ayudar a ser una mini-empresaria, además que en todos lados te piden como mínimo cuarto medio, hasta para barrer.
Para mi era ese poder decir “yo lo pude hacer”, era la necesidad de sacar mis estudios y que nadie me viniera a decir que era una ignorante que no sabe leer y escribir, pretendiendo un sueldo justo… me lo dijeron varias veces. Ahora me quemé las pestañas, me esforcé, me enfermé, pero salí adelante.
Yo le decía a mi viejo “hoy me voy a acostar menos tonta”. Todos los días aprendía algo, y de repente en los programas como Mekano donde le preguntan a las lolas y no tienen idea y digo “pero yo lo sé”. Qué felicidad para mí.
Dánisa: La mayoría de las preguntas que salen ahí a nosotros ya nos enseñaron. Cuando les hacen las preguntas yo contesto. Esto es un ejemplo para los jóvenes que dejan de estudiar. Al menos yo me lo propuse y lo terminé.
Cristina: yo tengo ganas de ir al “Poli”, porque tengo ganas de estudiar mecánica automotriz.
Verónica: Yo siempre he dicho que estudiaría mecánica, para los problemas del auto, para que no me hagan tonta y me cobren de más. Pero en estos últimos días me he quedado muy tensionada por las pruebas y me retaban: “¿por qué quieres puros sietes?, ¿por qué estudias tanto?”, y yo les digo que no quiero dar exámenes; quiero salir al final con mis notas, que al final tuve que dar un examen, me costó. Soy la única de todo el grupo que no tuvo ningún estudio de básica.
Justina: Somos 2, yo entré por primera vez junto contigo.
¿Y usted cómo siente después de esto?Justina: Feliz, contenta de haber terminado, porque para mi era muy difícil, nunca pensé llegar a terminar. Incluso me he llegué a enfermar del colón irritable de puro nervio, porque nunca había ido de niña a la escuela y todo era desconocido. Pero con esfuerzo una aprende, poniéndole empeño. Hay ratos que no podía aprender y, a veces, de impotencia lloraba. “¿Por qué no podía aprender?”, “¿por qué tan dura mi cabeza?”, me preguntaba.
Verónica: “¿Por qué soy tan bruta?”, también me decía.
Justina: Sí, y a veces pedía ayuda a mis compañeras y no tenían tiempo y las entiendo: Por eso la Dolly ha sido un apoyo muy grande para todos.
Verónica: La Dolly en todos lo que se vio durante todo el año escolar, fue el pilar más importante, incluso que el mismo director del colegio, porque siempre anduvo movilizándose por nosotros, iba adelante de nosotros en todo; si había que programar una comida, el día del profesor, el día de la amistad, 2 ‘baby shower’: uno a Tamara Muñoz -19-, otro a Rose Mary Choquechambe… es que iban con sus niñitos a estudiar.
Yo le decía “esto que tú estás haciendo es una manera de que muchas personas se atrevan, porque le tienen temor a la vergüenza. ¿Qué voy a ir a hacer yo? Se van a reír de mí”, porque una piensa así. Tú estás con jóvenes y muchas veces son irrespetuosos; creen que porque somos viejas no tenemos derecho a tener ese espacio para poder tratar de aprender.
Yo invito a todas las personas a que se atrevan, a que sean valientes. Cuesta montones, pero uno va aprendiendo día un poquito más y, aparte de eso, si es para personas mayores es para decir “yo lo logré, tarde pero lo logré”. Ahora si somos mamás jóvenes, para mis hijos, para ayudarles y que no se avergüencen. Mi hijo tenía 21 años cuando supo que su mamá no sabía leer ni escribir, y si tú me preguntas como hice para educarlos, para corregirle las tareas, no sé. Yo lo hacía leer y sabía que estaba malo, pero intuía no más. Por eso digo a muchas personas se atrevan, porque va a ser algo maravilloso para ellos. Es rico para nosotros decir “lo logré”, “no soy tan tonta”, “no soy un bulto que se queda ahí en la casa haciendo sus labores y después déjenme en un rinconcito”. No, sabemos salir del rincón y aprender y nos alegramos, celebramos, pasamos días preciosos y compartimos conociendo más personas.
Dánisa: Yo siempre tiraba la esponja, me deprimo con facilidad y decía “No voy más al colegio” y la Dolly me animaba “No, cómo no vas a ir a la escuela, tú sabes, tienes que ir”. A mi me llegaba a doler la cabeza de tanto estudiar y salí eximida de todos los ramos gracias a Dios. Estoy contenta, por mis hijos también, para enseñarle a la chiquitita (de 11 años).
Y tú, ¿cómo te proyectas con esto?
Cristina: me costó harto sí, hice cosas que no tenía que hacer, pero por la influencia de mis compañeras salí adelante. Saqué mi cuarto medio y, si Dios quiere, estudiaré mecánica automotriz, si es que me da la cabeza.
¿Vas a postular al Politécnico el 2007?
Cristina: Sí, tengo que sacar la carrera.
Este grupo es una muestra representativa de las vueltas de la vida frente a la educación: si no se la dieron, hoy la buscaron. Sus acciones en sí, son un incentivo para otros adultos a que saquen el cuarto medio. No sólo porque cumplen con un requisito más en su currículum, sino porque amplian sus expectativas y se les abre un mundo en el que van a disfrutar la valentía de compartir su experiencia. El ánimo lo traemos de fábrica, rompamos el sello.
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Colegio Católico Padre Luis Gallardo
Dirección: Loa #2162
Fono: 248999
Inscripciones: Diciembre y Marzo
Requisitos enseñanza básica:
15 años de edad como mínimo, con certificado de último año cursado y carné de identidad.
Requisitos enseñanza media:
18 años de edad como mínimo, con certificado de 8vo básico. y carné de identidad.
Martes 9 de Enero de 2007
Comentarios
mmm estoy muy orgullosa de
mmm estoy muy orgullosa de todas las personas adultas que estudian,ya que no pudieron terminar la enseñanza o por cualquier otro motivo porque uno que es joven aveces le cuesta mucho mas,
cambiando un poquito el tema digo que estoy muy orgullosa ya que mi mami,(abuela,) verónica gonzalez termino su 4ºto medio esta en la foto es la de la 1ºra fila el nº7,.
me alegro mucho por ella cumplio una meta y esto me servirá de ejemplo de ahora en adelante..yo que tengo todo para tener mi profesión voy a luchar por lo qu quiero sin nada mas que decir...
felicidades:
felicidades:
lindo ejemplo no hay nada mejor que el estudio que a nivel personal no tiene limites de edad, de verdad mis mas sinceras felicitaciones y espero que para ustedes mis queridas amigas no sea el final sino que sea el gran principio de un lindo nuevo futuro.
Lindo ejemplo a los jóvenes
Lindo ejemplo a los jóvenes que abandonan el sistema, la vida hay que vivirla, felicidades