Cuento: "Top Model"

18 Abril 2007
Las tragedias son las que les ocurren a otras personas y las desgracias son las que nos pasan a nosotros. Todos los dias nos enfrentamos a las dos. Dime querido lector sí despues de leer el cuento leiste una desgracia o una tragedia.
Luis Beaurt >
authenticated user Corresponsal
Estaba ubicado en el mejor lugar de la pasarela, era un sitio de privilegio del cual esperaba captar las mejores fotos para la revista en la que estaba trabajando desde hace poco tiempo.
En este trabajo de fotógrafo de "gran revista" no te pagan por el talento ni por las mejores fotos, te pagan por los posibles escándalos y las fotos comprometedoras que puedas obtener.
Podía intuir que este día sería perfecto y tomaría la mejor foto del espectáculo que de un momento a otro empezaría; podía imaginar que quizás una de mis fotos me haría ganar algún premio como el "paparazzo" del año.
O quizás, por lo menos; poder cambiarme de revista a una de esas de "prestigio" de las cuales el trabajo es mas descansado y es bien visto a los ojos de cualquier persona que presuma de ser decente, estar informada en los más "cool y chic" de la gente del "jet set".
En un momento dado pude observar como la modelo estelar se estaba preparando para su entrada. Pensé que debería de estar nerviosa, desde la distancia que estaba no podía ver ningún detalle de su cara.
Tomé mi cámara; para poder con mi zoom mirar el semblante de la dulce doncella, pero un mar de gente se atravesaba y no pude ni siquiera ver o imaginar lo que esta chica estaba por iniciar.
Ya tenía yo varias fotos las cuales seríaan un gran suceso debido a que la modelo estaba practicando lo que es común entre la gente que trata de mantener en una figura esbelta y el peso deseado.
La primera foto aparecía la chica tomando un vaso de alguna bebida - pienso que será una bebida de dieta con purgante - y tres minutos después, ella estaba vomitando todo lo que había comido.
Todo estaba en mi cámara, todo estaba captado y solo esperaba que esto terminara para conectarme el internet y ofrecer estas fotos al mejor postor, y claro obtener una ganancia por mi esfuerzo haciendo trizas la reputación de la modelo.
Así que lo único que me queda por hacer era afinar mi cámara lo mejor posible, estar atento y espera a que este espectáculo diera inicio.
Sin ningún aviso la modelo entró por la pasarela, pude ver que estaba tranquila, serena, como si no diera la menor importancia a lo que a su alrededor se estaba desarrollando.
Mi cámara empezó a funcionar, después de que la modelo avanzó unos metros tuvo un traspié; podía poner en mi crónica que eso se debía a los sanos hábitos de alimentación que tenía a chica.
Sin inmutarse por el suceso, ella siguió avanzando con paso firme y decidido por la pasarela, parecía no importarle nada, me daba la impresión de que fuera una muñeca de trapo a la cual uno puede moldear a su gusto.
En ese instante me fijé en su indumentaria; su blusa era de color blanco la cual tenía bordados en el cuello de colores muy vivos, la falda era de colores brillantes con llamativos brocados en una tela muy burda.
Para ser esta ropa de diseño en ese tipo material tan rústico, para gente que se siente y piensa que es tan "sencilla" vendría bien para un cambio de imagen y de sentir.
Pensé que debería de ser la moda en este período "Primavera - Verano"; la cual; con los cambios de clima que han estado pasando alrededor del mundo, estaría perfecta para este calor.
Las zapatillas eran de tacón bajo de un color azul muy chillante las cuales contrastaban con sus piernas delgadas y sin forma, me imagine que la modelo debería de tener a lo mucho unos trece años.
Baje mi cámara para poder apreciar a la modelo en su recorrido; ella era una pequeña niña, las formas del cuerpo apenas estaban apareciendo en su cuerpo.
Su cuerpo moreno no era estético; su cuerpo era muy compacto para las extremidades tan largas que tenía, pero ahora las modelos deben de estar delgadas y demostrar que lo son.
Miré los accesorios; a pesar de ser muy pequeños me parecieron adecuado para la indumentaria que estaba modelando, ropa sencilla para gente que se dice ser no tan sencilla.
Los rasgos de la cara no eran finos o estéticos, sino al contrario; eran fuertes, reacios y en su semblante pude ver una determinación férrea, como de alguien que a su corta edad tiene que ser el sostén de la familia.
Tomé mi cámara para hacer un acercamiento a la cara de la chica; sus ojos parecían vacíos, como si la suerte estuviera echada para ella y toda su familia que dependía de ella.
Parecía que la decisión de ser modelo era impuesta por la familia; como siempre pasa en estos casos, los padres meten a sus hijos en lo que sea de la farándula para salir de un ambiente de pobreza y frustración.
Hice de nuevo un zoom con mi cámara; me pude dar cuenta que la modelo no tenía nada de maquillaje, esto hacía resaltar sus facciones pero no aportaba dulzura a su cara.
Los accesorios eran mínimos y muy bien disimulados para que la cara resaltara en todo su esplendor, los pequeños aretes y el tocado de su cabeza no ocultaban nada de su cara.
Bajé mi cámara para poder ver su caminar en la pasarela, éste era sensual y se meneaba con una delicadeza que pocas mujeres pueden dar a sus pasos y a su imagen.
Parecía como una pantera al acecho de su presa; su caminar era ágil y agresivo al mismo tiempo, el movimiento de sus caderas... de la forma como se desplazaba por a pasarela la hacían única.
Se acercaba a mí y con la cámara seguía tomando fotos para hacer bien este reportaje, en un momento dado nuestras miradas se cruzaron, ella con su semblante y el mío con el lente de la cámara.
Ese instante fue mágico, como si viera en mi todas mis malévolas intenciones reflejadas en ese aparato aparecieran; me dirigió una sonrisa la cual pude captar en mi cámara.
La sonrisa era franca y amigable, pero al mismo tiempo pude distinguir también la dureza, como un reproche por haber pensado tan mal de ella y hacerme de fama a sus costillas.
Camino directamente hacia mí y ya cuando estaba cerca me dijo algo; yo no entendí y pensé: - De seguro debe ser extranjera.
Repitió lo que me había dicho; bajé la cámara lentamente y la puse en mi pecho, como protegiendo mi futuro, como poniendo algo para defenderme de un posible ataque.
Al ver mi actitud; ella se rió de buena gana y con una voz suave me hizo la misma pregunta, y mi contestación siguió siendo la misma: cara de miedo.
Yo sabía muy bien que las modelos y sobre todo las "Top" son muy agresivas debido al acecho de personas que; como yo, se ganan la vida difamando, mintiendo y siendo unos entrometidos, pero principalmente por tratar de hacer miserables sus vidas.
Atrás de mí escuche a la traductora la cual me dijo lo que la modelo había dicho: - Ella pregunta ¿Qué es lo que tienes en el pecho?
Pense: - Además de extranjera, es una salvaje. No sabe lo que es una cámara fotográfica, ¡Por dios! ¡En que mundo vive ésta!
La traductora se acercó a nosotros y empezó a platicar con la modelo, mientras yo quería sacar de nuevo unas fotos, ella cuando vio la cámara se emociono mucho y comenzó de nuevo en modelar.
La traductora le explicaba en su lengua como funcionaba la cámara, la modelo pidió que se le permitiera ver las fotos que había captado cuando estaba en la pasarela.
Le mostré para que pudiera mirar la pantalla en la cual le mostré solamente algunas de las fotos, le enseñé las fotos en las cuales se veía muy bien y ocultando las fotos comprometedoras.
Quedó feliz con las fotos, me dio las gracias y se alejó, mientras veíamos como seguía su camino por la pasarela, la traductora me empezó a hablar de la vida de esa pobre "top model".
Ella comenzó diciendo: - ¿No sabes lo feliz que has hecho a Andelaind?
Yo conteste: - Andelaind, ese nombre es muy extraño; suena como si fuera...
Alejandra - la traductora- me dijo: - Nació en el aniversario de la Independencia y sus padres buscaron en el calendario el nombre del santo que tocaba y vieron que era An. de la Ind. y pensaron que ese era su onomástico.
Una ligera carcajada salió de mis labios; Alejandra - en tono serio - continuó platicándome su vida: - Tiene 16 años de edad, pero parece que tiene apenas unos trece, esto es debido al alto grado de desnutrición que existe en esta comunidad.
Como te pudiste dar cuenta - continuo Alejandra - cuando le diste ese vaso de chocolate con leche, para Andelaind y toda la gente que vive aquí, es mucho alimento para la pobre nutrición que día a día comen. Por eso lo vomitó.
Además esa niña tiene mucha suerte, ya que la edad en la que se casan - y con voz sarcástica dijo - y eso de casar es aun decir, aquí las cazan con "z", ya que los hombres se las llevan y si no le satisface, las regresan a su casa.
Las chicas se quedan esperando que llegue otro hombre y rogando a Dios que sea el bueno y las lleve a vivir con él.
Me dio tristeza por Andelaind ya que su futuro era menos que miserable en este pequeño pueblo que estaba a una hora y media de la capital, la gran capital con sus rascacielos y su dejo de civilidad y cultura.
Alejandra me encamino hacia mi auto mientras continuaba hablando: - Te damos las gracias por haber venido; esperamos que tu reportaje atraiga a muchos turistas, que compren y disfruten de nuestro pueblo y con esto, poder romper al círculo de pobreza que hay en este lugar.
Me subi al carro mientras pensaba en las palabras que Alejandra me había dicho, tomé mi cámara y borré todas esas fotos incriminatorias y que se prestan para difamar a alguien.
Sonó mi celular; era mi jefe preguntándome sí tenia buenas fotos; yo le conteste que sí tenía, pero no las que a él le gustaban.
Del otro lado hubo un silencio y me dijo con voz autoritaria: - Bueno, si sigues así no tendrás éxito en este negocio. La "gente" necesita de noticias que sean buenas - hubo un silencio - ¿Tú me entiendes verdad?
Antes de hacer este viaje le entendía perfectamente; pero ahora, ya no sabía que es lo que me quería decir. Tímidamente conteste: - No.
Su voz cambió; como si mi contestación le hubiera molestado: - Lo que necesito son fotos que a la "gente" le llame la atención. Quiero fotos que destruyan la reputación de cualquiera ¿Entiendes?
Continuó diciendo: - Quiero que te metas en la vida de los importantes; de la gente bonita, de la gente famosa. Que te entrometas, que te inmiscuyas, que los espíes y si son personas decentes, invéntales algo para destruir su reputación.
Mi jefe hizo una pausa y me pregunto: - ¿Dónde estas?
Conteste: - En un pueblito donde hay una gran desnutrición...
Me cortó lo que estaba diciendo: - Y dime, a quien carajos le importa un pueblo donde hay desnutrición, ¿Hay alguien famoso ahí? ¿Quién va a leer tu historia? Qué me interesa saber si un pueblo entero se está muriéndose de hambre si no hay nadie famoso ahí. Y la pregunta más importante ¿A quien le importa tu historia?
Me quede en silencio y solo conteste: - A mí.
Hubo un silencio del otro lado y escuché: - Siempre serás un Don Nadie con esa actitud y colgó.
Me bajé del auto y miré hacia donde Andelaind había modelado, el mercado - que había servido para que pudiera yo tomar mis fotos - estaba casi vacío y me quedé pensado un buen rato: Mi jefe mucha razón - me dije -, en este negocio siempre seré un Don Nadie... con dignidad.

Gerard Girbes
Lunes 16 de Abril de 2007

Comentarios

Imagen de Gerard Girbes

Hola Luis. Gracias por

Hola Luis. Gracias por utilizar una de las fotografías de la Pasarela Gaudí para ilustrar tu cuento, y por poner un enlace a la misma.

Saludos!

Imagen de Alina Lorca

Yo veo una tragedia, tanto

Yo veo una tragedia, tanto en el caso de la muchacha, como en la reaccion del editor... bonito cuento... gracias.