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Doña Karina:

Quizas me equivoque, y debi haber escrito "sonrei" porque en verdad eso hice.

Además crei que quedaba en claro que no me rio ni sonrio del hambre, sino de la actitud irracional de los consumidores que sobrerreaccionan ante una amenza artificial. Si el arroz sigue con un precio a $1.000 ¿seguiremos comiendo arroz o buscaremos alternativas?

Pero el problema es otro, no es el precio del arroz, sino el como somos manipulados, y sin salirse del tema, ese es el punto que toca Pilar Sanchez de una gran forma.

Por favor, no censure mis comentarios, solo mis escasas notas, y dejeme ser desparpajado e irreverente, que no son sinonimos de crueldad, inmadurez ni ignorancia.