Acompañé a Vlado Mirosevic en estos últimos dos meses. Una casualidad del destino hizo que lo conociera y me invitara no a participar de su campaña sino que a discutir ciertas experiencias en torno a la política chilena y a la realidad de esta nueva región de Arica y Parinacota y es precisamente a la luz de los últimos hechos que quiero hacer una reflexión.
La bajada de Vlado Mirosevic ha dejado en evidencia dos situaciones que son una realidad nacional; la primera y que ha sido tema de discusión por los partidos políticos, pero que ante la poca certeza de los dividendos políticos que la elite dirigente puede sacar de esta, no ha sido sometido a la verdadera discusión formal en el congreso o en otros foros de discusión política reales; esto es la reforma al sistema electoral. Vengo escuchando desde el nacimiento de mi conciencia política de que es necesario reformarlo, se ha ofrecido el voto a los chilenos en el extranjero, el fin del binominal por sus características antidemocráticas, o la inscripción automática y voto voluntario, ofertas que sólo quedan como promesas de campaña porque en lo medular han pasado 20 años y es mínimo lo que se ha hecho en estas materias.
Los jóvenes que quieren participar dentro de este mundo están obligados a regatear el cupo con los dinosaurios políticos que han apernado sus nombres tanto en las sillas parlamentarias como en los partidos políticos, los que muchas veces tienen más en común con señoríos feudales donde nuestro señor gobierna haciéndonos creer que nuestra vida sería mucho más miserable si no contáramos con su mesiánica presencia (caben en esta categoría los Longeira, Los Girardi, los Escalonas, los Flores, los Tellier etc.)
Entonces ¿qué hacemos?… vamos como independientes, pero si no tengo plata para financiar una campaña, ¿cómo lo hago? Hipoteco mi vida a los 24 años endeudándome hasta el día de la parusía, o le hago promesas al empresariado que de financiar mi campaña obtendrá los beneficios de mi actividad parlamentaria, lo que finalmente me haría parte de lo que tanto he criticado, porque la realidad es que el “Padrino Político” no existe, nadie por muy millonario que sea (a excepción de Farkas) me va a dar la plata de cariño, esto lo dejo muy en claro aunque la “Estrella de Arica” trate hasta el cansancio de convencernos de lo contrario. Finalmente, si consigo el apoyo de mis amigos, de personas de a pie que creen en mi y financio mi campaña, ¿no creen que igualmente sería necesario compartir la lista que el binominal me impone con alguien que tenga el mismo proyecto país y región que tengo yo?… y eso si que se hace más difícil (casi imposible) estando en Arica con el escenario actual.
Ante esto viene mi segunda reflexión que hace referencia a la “Moral Política” un término que se ha acuñado en otros países (Suiza, Holanda, Noruega) para definir las capacidades personales de quienes optan por el servicio público; ósea Piñera después de lo que le hizo a Eveline Matthei en el famoso Piñeragate no tendría moral política para ejercer un cargo público, ni Girardi llamando a Carabineros para sacarse un parte tendría peso ético como para postularse en una futura reelección.
Es en este punto donde los tribunales supremos de los partidos en Europa juegan un papel relevante ya que no se conforman con una disculpita, ni castigan al militante con una palmada en el “popo”, como verdaderas sanciones, los políticos cuestionados son inhabilitados o expulsados, sin embargo la ciudadanía hace lo suyo y el voto de castigo es inevitable. En Chile recién ahora usaremos el voto como método de castigo, aunque sin embargo la falta de memoria de los habitantes de mi patria puede dejar sin efecto el castigo tan necesario para renovar la fauna política.
Ahora estimado lector, piense… ¿tienen los actuales candidatos esta “Moral Política” para presentarse a una elección? Y en el caso de la reelección ¿tienen esa capacidad si nos van a prometer lo mismo que en la elección anterior?.
Por estos motivos los jóvenes se desencantan de la política, si no pueden utilizar su ideas, sus capacidades, sus carreras (los políticos jóvenes tienen carreras acordes a la necesidad política y no ven la política como una forma de hacer carrera) porque el sistema y los partidos se los impiden. Hay un par de casos curiosos y que grafica claramente a lo que me estoy refiriendo en el ámbito de las nulas oportunidades para los jóvenes y la carencia de moral política; Nino Baltolú no ha sido electo para ningún cargo público, salvo su paso como concejal en el periodo 1992-1996, hablamos de hace más de 12 años que electoralmente no ha ganado una elección, este es el claro ejemplo de que se siguen repitiendo las mismas fórmulas con los mismos personajes (palo pa la concerta),esto es un estancamiento político grave puesto que demuestra que no nacen liderazgos jóvenes en los partidos locales.
Un segundo caso de moral política es que si Iván Paredes que ha sido tan fuertemente cuestionado y genera un nivel de rechazo tan transversal (es el político con mayor rechazo en la arena ariqueña) ¿porque no da un paso al costado? , ¿Por qué no le da la oportunidad a los jóvenes que tiene en su partido? , es evidente que la respuesta será un NO rotundo, ya que la disputa interna dentro del partido socialista regional está entre egos personales y no en un debate de ideas, propuestas o capacidades.
Finalmente creo que uno tiene que buscar nuevos desafíos y nuevos horizontes al finalizar una etapa, la pregunta que queda es ¿Cuántas elecciones dura la etapa de madurez política de Iván Paredes?, muchos adherentes podrían decirme que está haciendo un buen trabajo, pero por salud democrática y por el bien de su distrito es necesario que asuma nuevos desafíos como puede ser una carrera senatorial, ya que si critica con tanto ímpetu a Fernando Flores por lo que hizo o no hizo, ha de ser porque él tiene plena conciencia de las necesidades de la región y puede hacer una mejor gestión, entonces ¿para qué seguir perdiendo el tiempo en una diputación si es el senador que necesitamos?.
Con estos ejemplos quiero graficar la urgente necesidad de renovación política que hay en la región y la falta de oportunidades para los jóvenes, no es menos cierto que el estancamiento de la ciudad es evidente pero en una gran medida esto se produce por la escaza preparación política de sus dirigentes, otras ciudades en circunstancias mas extremas que Arica han elevado sus niveles en la calidad de vida porque el trabajo de sus parlamentarios está en facilitar el trabajo conjunto de los estamentos políticos, dejando de lado militancia política, intereses personales y partidistas pero por sobretodo realizando gestiones de cara a los ciudadanos.
Puede que Mirosevic no fuese el mejor, que se le cuestione por sus nexos y simpatías con Fernando Flores (lo que no es condicionante como para que cometa las mismas acciones), pero es el primer joven representante de esta nueva camada de políticos preparados, estudiosos de la realidad y creadores de nuevas ideas que no cargan con los antiguos prejuicios políticos que los antiguos políticos nos han recordado hasta el cansancio, y que crean instancias de participación ciudadana para crear una democracia inclusiva, participativa y real.
Finalmente solo me queda decir que espero la aparición de nuevos liderazgos en Arica, con esta bajada se ha perdido la opción de renovación y debate de ideas nuevas ya que de los personajes que nos quedan son lamentablemente más de lo mismo, le guste a quien le guste.
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