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Por personas como el Sr. Arenas, autor de este deprimente artículo, estamos de rodillas ante los criminales. Personas como el Sr. Arenas confunden los derechos humanos con los excesos de impunidad y garantías que se entregan a individuos que, sin piedad alguna, asesinan y violan niños, asaltan y matan a humildes trabajadores, envenenan con droga a familias enteras, aterran a la población de todo el país, y sin embargo, hay algunos estólidos personajes que, más que preocuparse por la atención de las víctimas, se preocupan porque a esos chacales se les atienda bien en la cárcel (cuando logran meterlos en ella), se les brinde alimentación saludable, seguridad, recreación, teléfono (para seguir operando el narcotráfico o estafas desde la prisión), y además...buen sexo. A veces pienso que estas personas no están en su sano juicio. Deben padecer de algo así como el síndrome de Estocolmo, que de tanto terror terminan amando a sus secuestradores. Pero la defensa de nuestra hasta ahora desprotegida sociedad, requiere un cambio drástico de esta visión garantista en extremo, y poner mayor énfasis en la protección de las víctimas que en la promoción de los "derechos" de los criminales. Estoy seguro que con Sebastián Piñera haremos ese cambio que Chile tanto necesita, para que vuelva la tranquilidad y seguridad a nuestras calles y hogares.