Hoy en nuestra ciudad vivimos un hecho histórico, pues por primera vez en la cima del Morro, lugar donde ocurrió una de las batallas más importantes de la Guerra del Pacífico, se realizó un homenaje a un héroe peruano. Es así que antes del mediodía el comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, encabezó un acto en conmemoración a los héroes de la Guerra del Pacífico, levantando un busto del general Francisco Bologniesi.
En el acto, en que participaron autoridades locales, contó con la presencia del segundo hombre del Ejército peruano, el jefe de Estado Mayor, general de División Ureas Prado La Rosa, quien viajó en reemplazo del comandante en jefe del Ejército peruano, quien no pudo participar del acto, por otros compromisos. Sin embrago, la sola presencia de un alto funcionario del vecino país y la intención de este homenaje en conjunto, permiten ver a la integración entre países mucho más cerca.
Quizás a simple vista esto parezca un acto protocolar más entre ambas naciones, pero lo ocurrido hoy en la mañana guarda una serie de simbolismos, que trascienden más allá de las palabras y las buenas intenciones. Es así que en nuestra ciudad, zona limítrofe y teatro de operaciones de muchas batallas, por primera vez se observa la Guerra del Pacífico con una mirada conjunta, que más allá de abrir heridas, busca rendir un homenaje a los que ya murieron.
Palabras más, palabras menos, es necesario reparar en esta otra forma de integración, pues si bien en Arica chilenos y peruanos conviven en el día a día – lo mismo que en Tacna – aún existen resquicios de lo que fue la guerra y esos recuerdos son grietas a la hora de pensar actuar en conjunto. Vemos así, pero principalmente de las capitales de ambos países, ciertos sentimientos chauvinistas a la hora de hablar de nuestro país vecino; sentimiento que poco sirven y que más bien son parte de una visión añeja del Chile que queremos construir.
Si observamos hacia atrás, vemos que van más de 100 años desde que fuimos actores de una guerra, que más que héroes dejó víctimas de los tres países (Chile, Perú y Bolivia). Guerra que debiera ser recordada solo por la historia, y no ser utilizada como un argumento que genere divisiones entre estos tres estados. Y al parecer vamos por un buen camino, con una Bolivia más abierta al diálogo y a la participación en conjunto y con Perú con relaciones estables y cuya intención de mirar con ojos de futuro la historia, la refleja con un acto similar al que se hizo hoy en Arica, pero en su territorio y en el cual participará Cheyre.
Siguiendo esta ruta, cuyo foco está delante y sin eclipses de rencores, podremos construir un mejor continente. Así hemos observado los procesos de integración en los países europeos, donde resulta interesante ver cómo han logrado superar dos guerras y hoy se levantan como un gran conglomerado, en que si bien tienen diferencias, han sabido convivir con ellas, sin que éstas los superen en sus relaciones.
Sabemos que no bastan palabras y que todo acto, por muy simbólico que sea no es suficiente, pues detrás de ello debe existir la intención clara de fortalecer las relaciones entre países, pero sobre todo, fortalecer las relaciones ciudadanas, que son el pilar de esta construcción en conjunto.
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Fotografía: hewittandcourneya