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En ocasiones anteriores en

En ocasiones anteriores en que leí y escuché las opiniones de mi ex camarada Luis Leblanc, quise responderle. No lo hice por el aprecio, que él sabe, le tengo tanto a él como a su familia.

Sin embargo, palabras sacan palabras y, en política, menos que en ninguna otra actividad, uno puede emitir juicios confiando en la mala memoria de la gente.

1.- Reiteradamente Luis Leblanc se ha quejado de ser víctima de las cúpulas partidistas de Santiago. Fraternalmente, si fuera verdad lo que él dice, tengo que recordarle el añoso dicho popular: "como pecas pagas". Esto a raíz de que en 1989, cuando la Democracia Cristiana definía sus candidaturas, la Junta Provincial de la DC de Arica y Parinacota, eligió para que fuera candidato por este distrito, al dirigente sindical, Juan Carlos Sánchez Contreras, el que posteriormente fue desplazado en Santiago gracias al "lobby" y los "contactos" de Leblanc con los dirigentes nacionales del Partido.

Luis Leblanc sabe que entonces, el suscrito repudió este procedimiento, pero dentro de los causes institucionales. Sin embargo, él y otros como él, en todos los partidos y en todo el país, legitimaron un sistema que, cuando no los favoreció, optaron por "tirar el mantel" y se retiraron demonizando a los partidos y a las cúpulas que le dieron vueta la espalda. Ejemplos sobran. Henríquez Ominami es un ejemplo de lo que digo. ¿O acaso él fue nominado candidato a diputado en una primaria abierta del PS? ¿Tenia entonces algún mérito más importante que ser hijo adoptivo del senador Ominami y un mediocre cineasta conocido en el ambiente de la farándula? Sin embargo, después se retiró reclamando contra el mismo sistema que originalmente lo "consagró políticamente".

Lucho, las críticas que tú haces a los partidos no solo desacreditan la política, también a quien, proviniendo de este ámbito, emite esas críticas. El costo es su propia credivilidad. Tú sabes que en política el ser consecuente es un valor preciado y escaso.

2.- La calidad del agua. Concuerdo absolutamente en que el agua que consumimos en Arica no es comparable al agua que consumen en Santiago o Temuco, por ejemplo. Pero cada vez que se toca el tema, no puedo menos que recordar que hace casi 20 años, cuando asumió el primer gobierno de la Concertación, en Arica había racionamiento de agua potable. A lo menos el racionamiento abarcaba a 3 horas diarias en casi toda la ciudad y, en los casos más dramáticos, había poblaciones que tenían 1 (una) hora de agua al día. Debido a ello, el Serviu debía paralizar su programa de construcción de viviendas porque ESSAT, no certificaba la factibilidad para las viviendas que se construyeran. Entonces, según lo denunciaba el entonces concejal Iván Paredes, existían en Arica más de 11 mil allegados.

Actualmente, por lo menos, el abastecimiento, es regualr.

Hace algunos años, un académico de la UTA, en un encuentro en que se analizó y debatió este tema, los asistentes reclamaban también en contra de la calidad del agua. Sin embargo, este académico, invitó a los asistentes a reflexionar sobre un hecho que es fundamental y no considerado por lo obvio. VIVIMOS EN UNA ZONA DESÉRTICA. En todo desierto, el agua es un milagro. Por lo tanto, coincidiendo en que el agua no es de la mejor calidad, ES LA MEJOR AGUA QUE TENEMOS. El desafío es mejorarla. De allí el proyecto de la planta desaladora, que se encuentra en desarrollo. Por lo tanto, nadie descubre la pólvora denunciando una situación conocida y que, para superarla ya están en marcha las acciones que debieran mejorar esta situación.

En los demás temas, politicamente se puede o no estar de acuerdo con tus planteamientos, pues todos ellos dicen relación con la forma en que perfeccionamos nuestra democracia. De allí la importancia de tener una constitución adecuada a los requerimientos del Chile del presente, como lo plantea Eduardo Frei Ruiz-Tagle en su programa de Gobierno.

Fraternalmente

Manuel Pinto Cortez

Presidente Provincial PDC

Arica y Parinacota

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