Estoy sentado en la puerta de mi casa, viendo pasar un cortejo, leyendo un libro del gran Gabriel García Márquez que se titula "Crónica de una muerte anunciada", por la emoción de la coyuntura mi codo izquierdo golpeó un vaso de chicha de manzana y al caer este se hizo mil pedazos.
Luego me levanto, guardo el libro, recojo los vidrios y la vida continúa, no me percaté que ya estaba amaneciendo.
Estoy sentado en la puerta
Estoy sentado en la puerta de mi casa, viendo pasar un cortejo, leyendo un libro del gran Gabriel García Márquez que se titula "Crónica de una muerte anunciada", por la emoción de la coyuntura mi codo izquierdo golpeó un vaso de chicha de manzana y al caer este se hizo mil pedazos.
Luego me levanto, guardo el libro, recojo los vidrios y la vida continúa, no me percaté que ya estaba amaneciendo.