Entre el martes 18 y el miércoles 19 de octubre se efectuó en el Teatro Municipal Pedro Ariel Olea, el Noveno Festival de Teatro del Servicio Municipal de Educación en el cual participaron entre otras la escuela Ricardo Silva Arriagada, Grupo Teponi (teatro para niños), y Colegio Integrado Eduardo Freí.
Dicho encuentro según lo expuesto por el integrante del grupo Pablo Neruda, el alumno Carlos Gutiérrez, se inició alrededor de las 20 horas. Él junto a Andrea Pereira, Tony Lagos, Paulina Muñoz, Yoshin Rivera y Edy Valdés, pusieron en escena una obra de pantomima titulada “El Ladrón”, la cual estaba dirigida por la profesora Nora Bartolo y que trataba temáticas referentes al amor y las drogas. Dicha obra sobrepasó las gustos generales, dado el carácter de gran dificultad que presenta el arte de las mímicas.
También estuvo en escena la obra de la escuela República de Argentina, “Ratoncillo pide a su novia”, dirigida por la profesora Alicia Hume. Esta obra a cargo de la agrupación Mascaritas fue una realización de gran humor en la que tanto su protagonista como sus cuatro compañeros desplegaron todos los conocimientos teatrales recibidos durante la totalidad del año.
Como broche final estuvo la presentación del grupo “Caracol” del Colegio Integrado Eduardo Freí, dirigido por Magaly Paredes Alcocer, quien por medio de cuadros, música y color nos entregaron una recreación del film Grease, que fuera inmortalizado por Olivia Newton John y John Travolta en la década del ‘70. Esta agrupación tiene el dote de estar celebrando su décimo aniversario y además haber sacado el segundo lugar en el festival comunal de teatro realizado en la vecina ciudad de Iquique.
El festival en general se llevó a cabo muy ordenadamente y con un traspaso entre una obra y otra de manera muy ágil, lo cual lo hizo mucho mas dinámico y motivante para el público, puesto que es muy común en este tipo de muestras el tener que esperar muchos minutos entre una presentación y la siguiente.
Otro punto rescatable fue el marco de público, ya que se comportaron con mucho respeto frente a las diferentes puestas en escena, eso si, cabe señalar que en su mayoría estaba compuesto por alumnos del colegio Integrado, quien ésta vez era el organizador del festival.
Por supuesto, lo más rescatable de este evento es que podemos ver el gran interés que hay entre los jóvenes alumnos ariqueños, quienes cada día más se esmeran y reencuentran con el arte teatral, lo cual nos confirma que en Arica tenemos una nueva generación que cultiva el amor por las tablas.