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Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial
22 Marzo 2007
"La discriminación racial es incorrecta y prejudicial en sí misma. Es una negación de los derechos humanos, una afrenta a la dignidad humana y un asalto directo a la base misma de los estos derechos: el principio de igualdad."
Hortencia Hidalgo >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano
Ginebra, 21 de marzo de 2007
Mensaje de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, en ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.
Luego de 47 años tras la masacre de Sharpeville, Sudáfrica, en la que docenas de personas fueron masacradas durante una protesta pacífica, el mundo se une hoy para recordar nuevamente uno de los peores excesos cometidos por un régimen brutal y racista, y para reflexionar sobre los efectos devastadores de la discriminación racial continúa inflingiendo en el mundo entero.
La discriminación racial es incorrecta y prejudicial en sí misma. Es una negación de los derechos humanos, una afrenta a la dignidad humana y un asalto directo a la base misma de los estos derechos: el principio de igualdad. La discriminación y el sesgo también tienen un impacto directo en el desarrollo de la sociedad; una sociedad que tolera la discriminación se limita, obstaculizando la contribución de grupos enteros de la sociedad y potencialmente contribuye a plantar la semilla de posibles conflictos violentos.
Una abrumadora mayoría de Estados han aceptado su obligación legal de luchar contra la discriminación. Sin embargo, una revisión de la realidad demuestra que los compromisos formales no son suficientes. El Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial es la oportunidad para movilizar a la opinión pública y recordar a los gobiernos su obligación de combatir la discriminación racial en todas sus formas, contribuyendo a garantizar el pleno desarrollo de todos los miembros de nuestras comunidades, en el presente y para las generaciones venideras.
Mensaje de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, en ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.
Luego de 47 años tras la masacre de Sharpeville, Sudáfrica, en la que docenas de personas fueron masacradas durante una protesta pacífica, el mundo se une hoy para recordar nuevamente uno de los peores excesos cometidos por un régimen brutal y racista, y para reflexionar sobre los efectos devastadores de la discriminación racial continúa inflingiendo en el mundo entero.
La discriminación racial es incorrecta y prejudicial en sí misma. Es una negación de los derechos humanos, una afrenta a la dignidad humana y un asalto directo a la base misma de los estos derechos: el principio de igualdad. La discriminación y el sesgo también tienen un impacto directo en el desarrollo de la sociedad; una sociedad que tolera la discriminación se limita, obstaculizando la contribución de grupos enteros de la sociedad y potencialmente contribuye a plantar la semilla de posibles conflictos violentos.
Una abrumadora mayoría de Estados han aceptado su obligación legal de luchar contra la discriminación. Sin embargo, una revisión de la realidad demuestra que los compromisos formales no son suficientes. El Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial es la oportunidad para movilizar a la opinión pública y recordar a los gobiernos su obligación de combatir la discriminación racial en todas sus formas, contribuyendo a garantizar el pleno desarrollo de todos los miembros de nuestras comunidades, en el presente y para las generaciones venideras.
Jueves 22 de Marzo de 2007