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Editorial: El Objetivo de la Regionalización

02 Abril 2007
El verdadero foco de la regionalización, más que una nueva distribución en la administración pública, apunta a convertirse en un sistema de condiciones más amplias que las estrictamente institucionales, dando más poder al terrirorio y su gente.
El Morrocotudo >
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Como ariqueños nos alegramos por la reciente firma de la Ley que nos transforma en la Región de Arica y Parinacota. Pero junto con la alegría surgen otras emociones al respecto, para algunos el logro de la autonomía pareciera ser sinónimo de trabajo y progreso inmediato, para otros las cosas son distintas, hay quienes piensan que el trabajo y el progreso llegarán de la mano de un proyecto de desarrollo regional.
El verdadero foco de la regionalización, más que una nueva distribución en la administración pública, apunta a convertirse en un sistema de condiciones más amplias que las estrictamente institucionales que terminen en la acumulación de mayor poder para el territorio y su gente.
Nos falta una visión socializada sobre el proyecto de región –más allá de los rediseños institucionales que la ley plantea- que nos exija el trabajo de todos, un proyecto mancomunado que involucre a toda la comunidad en su diseño e implementación, que sea un sueño en donde todos cabemos y respecto al cual todos estemos dispuestos a comprometernos y trabajar para convertirlo en realidad.
Algunos hablan de proyecto turístico, otros de proyecto agrícola y otros más osados de proyecto industrial, pero decirlo no basta, hay que hacerlo, por eso si no tenemos claro al servicio de qué proyecto de región estamos trabajando, es el momento de preguntárnoslo. Una forma de comenzar es preguntarnos ¿Qué oferta será Arica y Parinacota Región para Chile, para nuestros vecino y para el Mundo? ¿Por qué nos van a pagar y reconocer afuera?, si no tenemos esas respuestas, estamos condenados a mantenernos en la mediocridad sin pegarnos el salto al desarrollo.
Al igual que un ser humano que busca su independencia, la autonomía regional involucra el tomar nuevas y mayores responsabilidades para lo cual tenemos que contar con capacidades distintas, Arica Parinacota Región, no puede ser lo mismo que las provincias de Arica y Parinacota que formaban parte de la Región de Tarapacá, esta nueva figura ciertamente involucra una administración distinta, una distribución de recursos distinta y una cantidad de cargos públicos también distinta, pero por sobre todo involucra una actitud distinta, una madurez ciudadana a la altura de una región, y no de una región cualquiera, sino de una región que será modelo para el resto del país.
Probablemente tenga un inicio difícil, los cambios suelen tener algo de traumáticos, nuestro logró será conseguir que ese cambio nos haga crecer, para lo cual tenemos que comprometernos en mejorar nuestra capacidad de autogobierno, nuestra capacidad de innovación y calidad en los servicios y productos que vayamos a entregar y nuestro espíritu solidario, porque la región crece en la medida de que todos crezcamos. El anhelo de ser región tenía como sustento un deseo de igualdad de condiciones, de justicia y ese deseo debe hacerse realidad para todos los habitantes de la Región.
La autonomía regional deberá también cambiar nuestra relación con el gobierno central, nuevamente tomando como ejemplo a un ser humano, nos hemos convertido en adultos y nuestras relaciones – con los padres, vecinos, hermanos- se deben adaptar, ya no somos un niño indefenso al que hay que socorrer, ni tampoco tenemos que ser como el adolescente desorientado en busca de su destino. Desde ahora somos responsables por nosotros mismos y eso se manifiesta en un verdadero gobierno regional, y por que no decirlo, en construir y ser también Estado a partir de la Región.
En su visita la Presidenta Bachelet hizo importantes anuncios, todos emanados desde el gobierno central, pues bien, es ahora parte de nuestro trabajo localizarlos y hacerlos propios. Como podemos ver en la nota de Sondeocracia, los ariqueños le damos nuestras propias prioridades, distintas a las que se le darían en Santiago o en otra zona del país. Entonces hagámoslos nuestros, involucremos en su ejecución, seamos la fuerza que los va a llevar adelante y finalmente disfrutaremos de los frutos de nuestra gestión, una gestión que no viene incluida en una Ley, sino una gestión que ariqueños y parinacotences la hacemos a pulso, día tras día, con ideas, con compromiso, con amor por la región y su gente.

Lunes 02 de Abril de 2007

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