Una experiencia inolvidable vivieron 10 estudiantes  integrantes de la Academia de Arqueología de la escuela municipal  E -26 “América”.

Con antecedentes en mano, llegaron a un sector contiguo al Morro, frente al balneario “El Laucho”,  con el objeto de apreciar restos óseos que han aflorado producto del terremoto de principios de abril.

Como la zona es de difícil acceso, por lo empinado del sector, llegaron provistos de binoculares y un telescopio, donde pudieron apreciar restos de un cráneo y la diseminación de huesos.

Tras la observación cada alumno debió tomar nota de este avistamiento, ya que posteriormente deberán volcarlo en un informe con su correspondiente evaluación.

Momia

Cuando la comitiva comenzaba a recoger los elementos que les habían permitido avistar las osamentas vino lo mejor, ya que una avanzada conformada por el profesor Hans Neira y el alumno Mijael Flores, decidieron inspeccionar un lugar contiguo, ascendiendo una escala, y junto a ella hallaron nuevas osamentas, destacando nítidamente las extremidades inferiores de lo que puede ser un infante.

Cuidadosamente procedieron a analizar el lugar, tomando nota y las respectivas fotos, para luego elevar un informe tanto a nivel del establecimiento como de las entidades competentes  que están llamadas a cautelar este tipo de hallazgos.

Hallazgo

“Creo que ha sido realmente la culminación de una jornada redonda, como es el hallazgo de estos restos, pero también es un llamado de atención en torno a que este lugar debe ser cautelado debido a lo que representa, entendiendo de que es un gran cementerio precolonial que se extiende hasta muy al sur de este sector”, expresó el docente.

“Me llamó la atención  una extraña formación, que tenia fecas de perro, y al removerla nos encontramos con estos restos”, expresó el aún impresionado alumno, quién desde un principio ha soñado con ser arqueólogo cuando grande.