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Autores posteriores a "La Época de Oro de la Poesía Ariqueña"

24 Octubre 2007
Serán los poetas que habiendo tenido muchas oportunidades en la época dorada, y en medio del espanto y del dolor que significó el 73, volverán al camino de la poesía poco antes de los ochenta.
José Martínez F... >
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Tras lo que llamamos "la época de oro de la poesía ariqueña", los poetas de ese período y que seguirán en la ciudad son: Nana Gutiérrez, Luis Araya Novoa, Florencio Faúndez, Julio Opazo.
Poetas surgidos tras la dictadura son: Rodolfo Khan, Carlos Amador Marchant, Mayo Muñoz y Markos Quisbert, entre los principales.
Otro poeta que destaca en ese tiempo es Pedro Humire, quien -por sus constantes estadías en diversas ciudades- es difícil de encasillar (aunque ya escribía) entre "los poetas anteriores", por lo que decidimos ubicarlo entre "los poetas posteriores", principalmente porque ese es el período en que el bardo alcanza su verdadera consagración. Pedro Humire, a no dudar, es el mejor poeta chileno en lenguas originarias. Ha obtenido, entre otras distinciones, el Primer Premio de Poesía Nacional de Raíz Indígena. Su poesía está tocada por la belleza de los paisajes del interior ariqueño. Hombre que ha difundido su obra en un ambiente informal: publica principalmente en hojas sueltas y lee su poesía en diferentes espacios culturales. Humire es una especie de poeta itinerante. Hoy puede estar en Santiago, La Serena, Arica o en el extranjero, donde también ha sido invitado.
Julio Opazo, años después partirá a Estados Unidos y la voz de Nana Gutiérrez, se apagará en los años ochenta.
Luis Araya Novoa y Florencio Faúndez, entre los principales, son los que se quedan en la ciudad...hasta hoy.
Otro poeta que destaca en ese momento es Claudio Castro Morales. Poeta lárico (lo que no le quita lo lírico); que maneja el lenguaje en forma sencilla. Claudio Castro falleció en 1999.
El primer poeta importante que aparece tras el Golpe es Carlos Amador Marchant, quien ganará el Premio Nacional de Poesía de la Universidad del Norte (Sede Antofagasta), unos años después. Él creará el grupo "Desinencia" en la Universidad Técnica y será el primer animador de la poesía local en los años postdictadura.
Cuando regresé a Arica en 1978 me encontré con algunos poetas rezagados de "la época de oro de la poesía ariqueña": Julio Opazo y Florencio Faúndez. Los tres nos uniremos a Marchant, para crear la revista "Planeta de flor y de barro", cuya dirección los citados poetas me encargan. Sólo salieron dos números: ambos en ese mismo año.
A los nombres citados hay que agregar el de Julio Arenas Hurtado que publicó en el segundo número. Arenas participaba en el Taller Literario que en la Universidad de Chile manejaba el profesor Patricio Ubeda y que tenía entre sus integrantes a poetas como Óscar Arancibia Villalba, Miguel Durán Candia, Velia Romero y otros.
Tiempo más tarde (1979) iniciaría la edición de "Palabra escrita", cuyos primeros números se hicieron en Arica hasta mi regreso a Santiago en 1980. La revista -que ya va en el número 49- ha seguido publicando, de vez en vez, a autores ariqueños.
Tras Marchant surgirán Walter Rojas Álvarez, Mayo Muñoz, Clara Seura Rocafful y otros. Marchant crea la revista "Extramuros" y da cabida a los poetas citados y a otros autores novísimos. Al final del siglo volverá a Arica el profesor Miguel Durán Candia y llegará el periodista Freddy Torres Oviedo. Ambos suman sus nombres a la larga lista de poetas ariqueños. Silvia Donoso será otra exponente interesante, pero autora de pocos poemas. Obtuvo el Segundo Premio Nacional de Poesía en un concurso realizado por el PRODEMU.
A finales de los setenta también funciona el grupo "Altamarea", que contará con el poeta Luis Araya Novoa, figura ya consagrada, y con los bardos Claudio Castro Morales y José Morales Salazar. También es muy importante la presencia de la poetisa y maestra Patricia Mardones.
También vale la pena citar a Raquel Pino Parraguez -Hija Ilustre de Arica- quien se dedica a la poesía que canta hechos militares y a la tierra en que reside. Tiene publicados varios libros. Raquel Pino fue también regidora y una gran difusora de las actividades literarias, en especial a partir de la UTA
Nana Gutiérrez seguirá publicando libros y su vida se apagará, como ya dijimos, en los ochenta, dejando instalado con suma claridad su nombre en la historia de la poesía femenina ariqueña en el pasado siglo, al igual que Alicia Galaz Vivar.
La mayoría de los poetas postdictadura siguieron escribiendo y publicando libros, revistas y folletos de poesía, durante el resto del siglo veinte y varios de ellos lo siguen haciendo hasta hoy, proyectándose en la presente centuria, junto a los bardos que pertenecieron al período que hemos llamado "la época de oro de la poesía ariqueña".
También es importante la labor de la SEA (Sociedad de Escritores de Arica) en que destaca la poetisa y profesora Iris Fernández y cuyo timón ha sido el narrador Nelson Gómez.
Otro poeta, que además es actor, es Gastón Herrera. Fue director de "La cazuela", ¡qué nombre!, revista de poesía que alcanzó varios números.
En estos instantes hay un gran quehacer de poesía hecha por personas que empiezan a publicar alrededor de la llamada Tercera Edad.
Una de ellas es Silvia Córdova, autora de un libro con singular título: "Vieja coqueta". Silvia
Córdova es creadora de poemas directos, sencillos.
Otra es Luisa Guerra Moreno: una mujer que, habiendo dedicado su vida a luchar por ideales sociales con un coraje digno de las mejores heroínas, también hizo un apostolado de la difusión de la cultura desde el ámbito de la música popular. Luisa Guerra, sólo en los últimos años, ha descubierto que la poesía era parte de su ser. Ha publicado varios libros.
También vale la pena citar a la fallecida Rebeca Rumor, quien tardíamente empezó a hacerse notar en este aspecto. Es autora de algunos libros.
En la actualidad, entrado el siglo XXI, surge el grupo "Vertizonte", integrado por poetas de altísima calidad lírica como Reinaldo Hugo, Markos Quisbert, Gabriel Moyano, Jaime Moya y otros autores; grupo que lidera el poeta Rodolfo Khan. Todos ellos manifiestan, en su verbo poético, un alto contenido creativo, dándole un hálito nuevo a la poesía ariqueña, lo que supone que se viene una brillante generación de bardos como aquella que lideraron Óscar Hahn, Alicia Galaz, Nana Gutiérrez, Oliver Welden y Luis Araya Novoa.
En la génesis de este siglo también tiene presencia importante el grupo "Rapsodas Fundacionales", dirigido por el profesor y poeta José Morales Salazar, quien maneja la lengua de Cervantes con la maestría de un gran Académico.
Los trabajos de "Rapsodas Fundacionales" empiezan a madurar en talleres literarios, opúsculos y libros. Son muchos los autores de poesía que trabajan bajo el alero de José Morales Salazar por lo que no podemos más que nombrar a algunos: Vanessa Martínez, Bellamín Silva, Juan Carlos García, Rodolfo Herrera, Carlos Morales Fredes, Claudio Huerta y Ana Labbé. Labbé es, también, profesora y una mujer cultísima y de principios humanistas muy marcados.
Hay varios otros nombres de poetas de este período (1975 a 2007), pero es difícil, en una crónica, hablar de todos. Sin embargo una parte de los citados son autores ya consagrados y de otros hay que esperar sus nuevas producciones. El tiempo dirá. Aunque, en lo personal, yo creo que la gran figura que se viene es Markos Quisbert.
NOTA: La mejor fuente para informarse sobre los autores ariqueños del período postdictadura es el excelente libro "Poetas en dictadura" de Mayo Muñoz, publicado por la Sociedad de Escritores de Tarapacá el año 2004.

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Miércoles 24 de Octubre de 2007

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