Don José encuentro muy valioso su artículo, es un resumen básico de los nombres artísticos que cultivaron la poesía en Arica por aquellos años difíciles.
Sin lugar a dudas la poesía de Markos Quisbert es la promesa de la experimentación de la palabra, aún no he encontrado algo de tales proporciones de creatividad en Chile. Este joven tiene influencias de poetas chilenos como: Alexis Figueroa, Zurita, Germán Carrasco entre otros grandes de la poesía chilena; como también de todo el legado poético norteamericano e inglés... llegando incluso a transgredir las dimensiones y paisajes de la palabra como lo hacen actualmente los poetas santiaguinos Diego Ramirez y Paula Ilabaca.
Creo que esta ciudad le deberá un reconocimiento enorme por dejar el nombre de Arica en todos los encuentros poéticos (generalmente en el movimiento santiaguino).
El nombre de Markos Quisbert ya figura entre los novisimos de la poética chilena, alejandose de la típica producción universitaria existencialista de las universidades, en la cual los poetas llegan a la auto-edición de sus obras ( cosa que por lo demás le hace mal a la producción literaria, pues no se someten a la crítica, sino mas bien reducen sus creaciones a los gustos de academicos y no de artistas).
Don José encuentro muy
Don José encuentro muy valioso su artículo, es un resumen básico de los nombres artísticos que cultivaron la poesía en Arica por aquellos años difíciles.
Sin lugar a dudas la poesía de Markos Quisbert es la promesa de la experimentación de la palabra, aún no he encontrado algo de tales proporciones de creatividad en Chile. Este joven tiene influencias de poetas chilenos como: Alexis Figueroa, Zurita, Germán Carrasco entre otros grandes de la poesía chilena; como también de todo el legado poético norteamericano e inglés... llegando incluso a transgredir las dimensiones y paisajes de la palabra como lo hacen actualmente los poetas santiaguinos Diego Ramirez y Paula Ilabaca.
Creo que esta ciudad le deberá un reconocimiento enorme por dejar el nombre de Arica en todos los encuentros poéticos (generalmente en el movimiento santiaguino).
El nombre de Markos Quisbert ya figura entre los novisimos de la poética chilena, alejandose de la típica producción universitaria existencialista de las universidades, en la cual los poetas llegan a la auto-edición de sus obras ( cosa que por lo demás le hace mal a la producción literaria, pues no se someten a la crítica, sino mas bien reducen sus creaciones a los gustos de academicos y no de artistas).
Agradesco la publicación de su artículo.