Para resguardar la integridad física de un interno de la cárcel de Arica agredido por un gendarme en el contexto de una emergencia médica, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó durante la semana pasada un recurso de amparo, el cual fue acogido por la Corte de Apelaciones de dicha ciudad.

La acción legal respondió a las agresiones de que fue víctima un interno,  quien luego de ingerir una hoja de afeitar fue trasladado al hospital regional, lugar en el que, según consta en los hechos presentados ante el tribunal, fue golpeado por un gendarme con la cacha de una metralleta, para luego -mientras se encontraba en el piso producto del golpe- seguir siendo castigado con palos en todo el cuerpo, que le produjeron hematomas en la cabeza, piernas y en la espalda. La situación se suscitó cuando el gendarme negó la comunicación del interno con sus familiares que se encontraban en el recinto asistencial, lo que generó el reclamo del interno.

De este modo, la Corte acogió el amparo señalando que la normativa vigente plantea una doble obligación a Gendarmería, en el sentido en que por un lado la institución debe prestar atención médica al interno que presente afecciones a su estado de salud y por otro instruir la realización de una investigación sumaria que permita establecer las responsabilidades del caso.

En coherencia con lo anterior, la Corte ordenó a Gendarmería adoptar las medidas necesarias para resguardar la integridad física del amparado y disponer el sumario administrativo para aclarar el origen de las lesiones de las cuales fue objeto el interno.

REVISA EL FALLO ACÁ