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Es una iniciativa con muy buena intención, pero costará romper los hábitos que todos tenemos, y que se los traspasamos a los niños, que es la de recurrir cuando queremos consumir algo rápido, a los productos dulces, a las golosinas y a los completos y choripanes.

Muy saludable es la fruta y la leche, pero los niños se van sobre todo por los sabores, acentudo por la propaganda de la comida chatarra que a todos nos convence.

Otro punto es que si bien adentro del colegio no habrá esta comida, si la hay en los carritos que se ponen al lado de las rejas y es muy fácil comprar a ellos y no a los kioskos de los colegios. Habría que prohibir el estacionamiento de estos carritos en las cercanías o que tampoco vendan comida chatarra.