Vaya usted a cualquier hospital de Santiago a pedir hora. Le dirán que no hay. Que vuelva en dos o tres meses, o que lo van a llamar para darle hora para dos o tres meses después.
Y si eso no ocurre el Ministerio de Salud le dice que denuncie el hecho a través de su fono: 600 360 7777.
Hágalo. Verá que allí le dicen que reclame al fono: 600 360 3000 de FONASA.
Hágalo. Escuchará una grabadora que le indica que espere mientras habla de las bondades y las mejorías en el sistema público de salud. La repetición puede durar media hora para decirle -la grabadora- que quienes atienden están ocupados, que intente en otro momento.
En el intertanto Ud. ya gastó, si llamó en horario alto, unos mil pesos. Eso le costará cada llamada al fono de FONASA si usted tiene la paciencia de escuchar la grabadora durante media hora.
En el intermedio, en los largos meses de espera, Ud. sufrirá más dolor y es posible que incluso muera.
Este es el sistema infame de Salud a que nos acostumbra el Gobierno chileno, pese a las promesas de la Sra. Bachelet, la ministra Barría y el Superintendete Inostroza. Un circo.
Un circo en que el camino no son risas, sino lágrimas, y en el que el destino de muchos no es la alegría de mejorarse o sanarse, sino simplemente la muerte.
Esto ocurre en casi todos los hospitales de Santiago: San José, el Salvador, el Barros Luco, etc, etc.
Me dicen que en provincia el sistema no es tan malo. Quizás existan excepciones.
Las excepciones parecen ser La Serena y Nueva Imperial, entre otras. Pero no todos los chilenos viven allí.
Los residentes en Santiago que pertenecen a FONASA tienen que soportar la infamia de un sistema horrible, perverso, carente de cualquier humanidad.
Vaya usted, por ejemplo, una mañana a cualquier lugar del Hospital Salvador. Vea la opción de conseguir hora con médico. Una funcionaria estresada y neurótica (tendrá sus razones para estarlo) le dirá que espere y que en dos horas empiece a hacer fila. Al llegar a ella la misma funcionaria le dirá que no tiene hora y que le dé sus antecedentes y su fono ya que lo llamarán en dos o tres meses para darle hora para dos o tres meses después, si es que tiene la suerte que lo llamen en ese plazo.
La propaganda pagada a los Canales de TV por el Ministerio de Salud es un derroche. Más que un derroche es un circo. Un circo porque allí se ríen de todos los chilenos.