Un grave peligro de extinción se encuentra en estos momentos el Picaflor de Arica, el cual, de acuerdo a proyecciones de expertos podría desaparecer en un plazo no mayor a los cinco años. 

Así lo consignó La Tercera basándose en un estudio encargado por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) a la Unión de Ornitólogos de Chile (Unorch).

Ver también: Arica y Parinacota tiene el registro de especies más completo de Chile.

El medio que agregó que en el año 2003 la población de esta especie ascendía a los 1.539 ejemplares. Lamentablemente, en las últimas observaciones realizadas en octubre de 2015, se da cuenta de un "escenario catastrófico", ya que sólo se avistaron 405 individuos. Lo anterior, deja a la especie en la categoría de "ave en peligro de extinción".

De acuerdo al censo del  organismo, hoy queda sólo un cuarto de la población estimada hace 12 años.

El Picaflor de Arica es el ave más pequeña del país con apenas ocho centímetros de largo y 3 gramos de peso

AMENAZAS

La Tercera informa que son varios los factores que explican esta disminución, y todas están relacionadas con "el cambio en el uso de suelo de la región".

En los últimos años, agregó el matutino, "los terrenos agrícolas han ido ganando terreno en desmedro de la flora tradicional de la que se alimenta el picaflor. Además, se ha aumentado el uso de pesticidas y plaguicidas que afectan al ave porque quedan en el ambiente y se fijan en las flores de las que se nutren. La quema de terrenos alrededor de los cultivos también ha crecido".

El medio agrega que la llegada del hombre a su territorio también ha hecho que aumente la población de gatos y ratones que a veces depredan a estas aves. 

PLAN DE PROTECCIÓN

Por último el periódico, consignó que desde el Ministerio del Medio Ambiente se impulsa la ejecución de un proyecto GEF (Global Environment Facility) para la conservación de este tipo de zonas.

Además, agrega el diario, "se trabaja en Planes de Recuperación de Especies. Charif Tala, jefe del Departamento de Conservación de Especies del MMA, señala que una de las primeras medidas en las que ya se está trabajando es la creación de una red de microreservas que resguarden territorios en áreas protegidas tanto de LEK (terreno en los que el macho canta y se muestra para atraer a las hembras) como de los lugares en las que éstas anidan y crían solas a sus polluelos".