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¿Qué rayos significa ser gnóstico?

06 Enero 2008
En un país en donde el ex–presidente Ricardo Lagos y nuestra actual Presidenta de la Republica, Michelle Bachelet Jeria, se declaran gnósticos, nos preguntamos atolondradamente, que rayos significa ser gnóstico.
Eduardo Duarte Yañez >
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En innumerables foros, conversaciones de esquinas y asados familiares, escuchamos entremezclar -muy a lo chileno- a los ateos, gnósticos y masones en el mismo saco y los acusamos de esto y esto otro, es lo usual.
Como diría nuestro poeta Gonzalo Rojas: “El Hado no da para más”
, es nuestra fuerza de la costumbre, nos acogemos a frases hechas como: “si todos lo dicen debe ser cierto” o yendo más allá nos amparamos en los dichos omnipresentes de algún postulante a santo varón de turno.
La palabra gnóstico viene del griego γνωστικος (gnôstikos) de "gnosis”, conocimiento. Conocimiento místico, conocimiento de Dios y de la unidad esencial de la naturaleza de Dios. A esta clase de espiritualidad se la suele llamar “gnóstica”, pero en el mundo antiguo se discutió el uso de este término y el debate aún continúa entre los eruditos. Se plantean la aproximación a Dios directamente, sin intermediarios.
A fin de cuentas –definen- Dios es el espíritu y la luz interior. Los gnósticos no creen en el Dogma al igual que los científicos que creen en las leyes empíricas (lo demostrable). Para permitirnos una analogía, mientras el cristianismo condena el “pecado original”, el gnosticismo aborrece “la ignorancia” (entendida como falta de conocimiento) y presupone que el conocimiento es el camino verdadero hacia Dios o el todo universal. El árbol de la ciencia, del bien y el mal, es considerado a menudo una fuente de conocimiento de Dios.
La controversia entre los defensores del dogma y los gnóstico nunca es agradable y los textos escritos con intención polémica, como los dirigidos a los herejes, con frecuencia intentan desacreditar a los oponentes levantando sospechas sobre sus pensamientos y su vida. Práctica por cierto muy arraigada en ciertos círculos políticos de la actualidad y en muchos ámbitos de vida moderna. Cabe señalar que en el comienzo de todas las corrientes religiosas se practicó incansablemente la búsqueda del conocimiento, hasta establecer cada una sus parámetros religiosos, sus columnas vertebrales. Sócrates puede considerarse uno de los primeros gnósticos de este tiempo, de quien se dice era uno de “Los Iniciados” que se formaban en la Escuela de Los Misterios, donde enseñaban los sacerdotes del Templo de Armakis, aprendió las doctrinas secretas de superación del miedo, a trascender la muerte, a ver las distintas realidades, a alcanzar la verdad, todo esto guiado por un ideal mayor, una fuerza universal.
En el Templo de Delfos ubicado en el Golfo de Corinto en la Grecia Central, lugar consagrado primeramente a la diosa de la Tierra GEA, existe inscrita una frase celebre adoptada como lema por Sócrates, “Gnothi Seauton”, que significa en griego “Conócete a ti mismo”, en Latín : “Nosce te Ipsum”.
Es acaso la búsqueda del conocimiento, la búsqueda de la verdad algo condenable, o solo debemos conocerla hasta cierto punto, o tal vez nuestra capacidad humana no esta preparada para conocer toda la verdad universal. Cuestionamientos y más preguntas mientras personalmente nos apoyamos en la fe, vemos como muchos de nuestros líderes carecen de los conocimientos necesarios para guiar en los distintos ámbitos de la vida a las nuevas generaciones. De una vez por todas los invitamos a que se dejen de payasadas, mentiras y conflictos estúpidos por quien tiene más poder, por favor los necesitamos como maestros en las tareas verdaderas, es casi una súplica desgarrada.

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