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Estoy plenamente de acuerdo que exista prensa variada y hasta haya filtraciones de información reservada. Pero no estoy de acuerdo con medios que omiten o se autocensuran cuando alguna información afecta a personas, o sectores politicos y económicos afines ideológicamentes a ellos; y por el contrario, harnean hasta el hastío cuando el hecho noticioso eventualmente daña al sector político opuesto. Este ha sido históricamente el estilo del decano. Te pongo un ejemplo contingente, Cristian,... el ministro de hacienda de la dictadura, Sergio de Castro, actual sostenedor de un colego particular subvencionado, ha sido descubierto en las sinverguenzuras de adultear la asistencias y matrículas, es decir, un delito claro que debieron informarlo, pues no lo hicieron; ni ellos ni la otra cadena periodistica que controla la información acá en Chile.