A eso de las 8.30 de la mañana un adolescente de 18 años se acercó en estado de ebriedad a la casa de su madre, queriendo entrar a sus dependencias.

Según detalla La Estrella el joven le exigió que abriera la puerta, además de amenazarla de muerte. Sin embargo, no obtuvo una respuesta por parte de la mujer.

Esto provocó una airada reacción del sujeto, quien comenzó a lanzar piedras al inmueble, logrando romper uno de sus ventanales.

Pero este episodio no terminó ahí, ya que el “hijo del año” regresó cerca de las 15 horas e ingresó al domicilio a través de la ventana que quebró, para luego entrar a una de las habitaciones, donde se quedó dormido.

Debido a que la víctima despertó al individuo, éste nuevamente se molestó y comenzó a arrojar al suelo los objetos que se encontraban en el cuarto, hecho que motivó a la mujer a llamar a Carabineros.

Luego de ser detenido el imputado debió enfrentar a la justicia local, siendo formalizado por los delitos de amenazas y desacato, este último porque anteriormente había infringido la medida cautelar de acercarse a su mamá, en al menos 3 oportunidades.