“Nadie transformará la ciudad por nosotros”. Y no lo dice cualquiera, sino Bernardo Toro, filósofo colombiano y uno de los hombres clave en la evolución de Bogotá. Así inspiró en una charla magistral a funcionarios municipales y líderes locales, desafiándonos a mirar y trabajar por Arica más allá de lo que nos consume día a día.

“Las relaciones construyen la realidad y para esto se tienen que agrupar líderes que a través de sus decisiones modifiquen las formas de pensar, sentir y actuar de grandes sectores de la población. Transportistas, pescadores, prostitutas, banqueros, empresarios y vendedores ambulantes deben preguntarse ¿Qué ciudad queremos en 20 años más? Y esta pregunta se la tienen que hacer muchas veces hasta que lleguen a un acuerdo imaginario que apasione a todos”, explicó el filósofo.

¿Y cuál es la ciudad que queremos? “Un imaginario es una representación deseable de la realidad que es viable si trabajo en ella. Y ese imaginario en el caso de Bogotá era: una ciudad segura, altamente productiva y buena para vivir. Los ariqueños tienen que buscar un imaginario que sea externo a todos, muy atractivo para todos, que maximice los intereses de todos, que nadie lo pueda hacer solo y que haya que cooperar para lograrlo”, señaló.

Gracias a gestiones realizadas por la Dirección de Cultura de la Municipalidad y por El Morrocotudo, el filósofo Bernardo Toro estuvo en Arica.

Lo que queremos en nuestra ciudad en los próximos 20 años

“Fue una charla inspiradora y provocadora de una persona que formó parte del proceso de transformación de Bogotá. Una ciudad que no se resignó a vivir sumida en el narcotráfico, el terrorismo, la violencia y la muerte, y se transformó en una urbe cosmopolita, segura y productiva”, destacó el alcalde Gerardo Espíndola.

En el mismo sentido, el jefe comunal agregó que “tenemos la posibilidad de organizar las esperanzas y los sueños. Por eso hemos comenzado con estos diálogos de construcción para definir lo que queremos que ocurra en nuestra ciudad en los próximos 20 años, no necesariamente desde los proyectos, sino desde la visión de ciudad que queremos construir”.

Junto con recordar que en la época de la Junta de Adelanto los ariqueños de manera autónoma definimos bien nuestro futuro, Espíndola cerró su exposición diciendo “si soy alcalde es porque estoy enamorado de Arica. Y como tal no puedo desaprovechar esta oportunidad”.

Somos capaces

“Me encantó la forma en que Bernardo Toro nos hizo reflexionar respecto a la cultura en la que estamos insertos. Esta charla nos sirvió para entender en que estamos fallando. Somos muy buenos para quejarnos constantemente; no nos escuchamos y tenemos poca comunicación entre nosotros”, manifestó Marcela Pérez, encargada de comunicaciones del Centro MB2 para la experimentación de las artes.

“Esta fue una linda experiencia que nos hizo pensar que somos capaces de cambiar a Arica. Los ariqueños debemos darnos cuenta que estamos llamados a transformar nuestra tierra en una mejor ciudad”, señaló Francisco Caro representante del gremio de los taxis y colectivos de la comuna.