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CARTA DE RENUNCIA A EL MORROCOTUDO

Santiago, sábado 26 de abril.

Director de ?EL MORROCOTUDO?

Presente.

A través de esta carta vengo a informarle (como lo manifesté ayer en la sección comentarios al artículo POETAS DEL NORTE DE CHILE), que renuncio a seguir

siendo colaborador de ?EL MORROCOTUDO? y ello basado en que cierta Sra. de apellido Castro ha venido profiriendo injurias en contra de mí en reiteradas ocasiones.

Hace ya meses, con ocasión de un artículo mío sobre el Libertador O?Higgins, lanzó una serie de provocaciones vulgares, en vez de sostener un debate de altura como lo hacen la

mayor parte de los comentaristas. El problema se reiteró ahora cuando escribí una crónica sobre poetas del Norte. En supuesta defensa de alguien que se llama Sandra, a quien critiqué por la insolencia de su comentario, reinició un ataque en el que en vez de ir al asunto del artículo, se ataca en forma vulgar al corresponsal. Y allí está el

problema.

Yo no entré a este diario por mi gusto, sino que a pedido de una dama de él. Don Vlado me dio la bienvenida.

Eso fue en septiembre.

Para entrar a él me exigieron llenar un formulario en que debía:

1.- Poner mis dos nombres y mis dos apellidos.

2.- Colocar mi RUT y una fotocopia de él.

3.- Dar mi dirección.

4.- Poner mi firma.

En el formulario se señala que si uno comete injuria en un artículo y es demandado deberá asumir el costo de la defensa.

Esa es la regla para todo corresponsal de vuestro diario.

Y los corresponsales son personas que se documentan, que tienen una formación de años, que trabajan con cuidado sus escritos. Es decir hay un tiempo de esfuerzo.

La Sra. Castro firma sólo con su nombre y un apellido. Muchas personas se llaman igual. Incluso hay una que hace unos treinta años cometió graves delitos. ¿Es la que se ha dedicado a denigrarme gratuitamente? No lo sé, porque el diario no ha exigido que ella firme con su nombre completo.

Pero la Sra. Castro, que ha mandado sus palabras a la sección Comentarios, sí ha cometido injurias reiteradas contra mí.

Mi artículo titulado POETAS DEL NORTE DE CHILE, que no ataca a nadie, que, al contrario, fue una contribución al conocimiento de la poesía de esta zona, fue acusado por una persona que se firmó como Sandra (fíjense: colocó sólo el nombre), acusó de plagio la crónica. Yo respondí que lo demostrara, hecho que no pudo hacer. Apoyando a Sandra reapareció la Sra. Castro con un comentario insultante contra mi persona. Respondí con fuerza. Reincidió. Respondí con molestia. Luego llegó, ayer, a la injuria total. Ante ello ataqué con rabia tamaña maldad. Y decidí renunciar al diario.

No se puede colaborar en un medio en que se dejan pasar gratuitamente las difamaciones cuando estas no llevan el nombre completo del comentarista.

Peor aún cuando hay extrañas coincidencias. Cuando el año pasado esta Sra. me atacó por mi apología de O?Higgins y se produjo un duro debate en Comentarios, recibí tres llamadas amenazantes. Esta madrugada se produjeron dos. Tuve que cortar el teléfono y así permanece hasta este momento y así lo mantendré hasta pedir a la Telefónica que me instale el aparato que permita saber de dónde proceden las llamadas.

Reitero: No es justa la falta de exigencias frente a algunos ?son pocos- injuriadores que penetran en la sección Comentarios. No se puede vivir en paz ni escribir tranquilo frente a quienes lanzan insultos y no dan su nombre. Yo siempre he firmado con mi nombre completo, ateniéndome a las consecuencias de mis dichos.

Partí en septiembre, me retiro en abril. Creo que si ?EL MORROCOTUDO? no calma los odios que algunos destilan en Comentarios, corre el riesgo de perder a más corresponsales.

De Ud. se despide:

JOSÉ GONZALO MARTÍNEZ FERNÁNDEZ

Rut: 5.110.040-9

Correo electrónico: [email protected]

NOTA 1.- Mis artículos seguirán apareciendo en otros medios digitales ya existentes y en tres más que están por aparecer. Y es factible que aparezcan en medios escritos que ya me han solicitado su colaboración: es decir volver a escribir en papel impreso como hasta hace treinta años. Ninguno de esos medios acepta publicar injurias: sí permiten

discrepar de lo escrito por el cronista en forma respetuosa.

NOTA 2.- Esta carta va con copia a la dirección central de Diarios Ciudadanos en Santiago y a sus otros directivos.