8M: La mujer afroariqueña

08 Marzo 2020

Actualmente, además de los roles familiares, podemos ver mujeres Afroariqueñas dedicadas a lo político, lo culinario, la artesanía, la danza y la música, destacando como lideresas y activistas.

Carolina Leteli... >
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Para nadie es un misterio, que el aporte de las mujeres históricamente ha sido fundamental en distintas aristas, desde las esferas más íntimas de la familia, cumpliendo roles de cuidadora en general y de crianza, hasta el desarrollo de técnicas, descubrimientos y disciplinas.

Hoy por hoy, y después de varios avances al respecto, nos encontramos en un escenario nacional, donde pareciera ser que la mujer se encuentra situada en un pedestal de gran empoderamiento, colaboración mutua entre mujeres y gran desarrollo de sororidad.

Al hablar de las mujeres, podríamos decir mucho, sobre todo en relación al fenómeno que se genera actualmente en el país: donde nos apoyamos, nos creemos, nos defendemos, etc., marcándose como tendencia cada vez más; lo que me llena de orgullo.

Una de las mujeres que conforma nuestro diverso paisaje cultural: es la Afrochilena. Y en esta ocasión, aludiendo al "8M: Conmemoración del Día Internacional de la Mujer", es que quisiera hablar de la Mujer Afroariqueña, aquella de la cual desciendo, tanta enseñanza me ha dejado y de la cual estoy inmensamente agradecida.

Provengo de una familia por línea materna tremendamente guerrera, sobre todo las féminas del clan. No era raro, escuchar a mi abuela Marta Henríquez Corvacho hablar de las tantas fortalezas femeninas de abuelas, bisabuelas y tatarabuelas. Ella hacía alusión inicialmente a los maltratos brutales hacia mujeres negras en tiempos de esclavitud, hasta destacar la importancia del rol de éstas, constituyéndose en verdaderos pilares para las familias. De este modo, la figura era la de una mujer sostenedora en lo emocional, económico, social, educativo y transmisión de identidad.

En general las mujeres son las principales transmisoras de cultura y en particular las Afroariqueñas. Me he percatado en como mantienen unido el núcleo familiar, siendo -en varios casos- claves en el rescate cultural, pudiendo ser ellas quienes en mayor parte guardaron y transmitieron de generación en generación las tradiciones e identidad cultural. Desde las pregoneras, que ofertaban sus productos a mula desde Azapa hacia Arica, hasta las dirigentas de hoy en día.

Actualmente, además de los roles familiares, podemos ver mujeres Afroariqueñas dedicadas a lo político, lo culinario, la artesanía, la danza y la música, destacando como lideresas y activistas. En esto último, me atrevería a decir que incluso son más mujeres dentro del movimiento Afroariqueño.

Veo como las mujeres Afroariqueñas son fundamentales al interior de sus familias: criando, reproduciendo identidad, reuniendo a los miembros de la misma en torno a una mesa. Espacios donde vamos formando, entregando modelos, maneras de resolver, etc.

Cuando junto a 2 grandes colegas, Marjorie Pino Carvajal y Claudia Frías Améstica, realizamos nuestra tesis para recibirnos de Trabajadoras Sociales durante el año 2007, nos encontramos en medio de nuestras entrevistas con una gran cantidad de entrevistadas más que entrevistados, sin existir un filtro de género por parte de la investigación. Lo anterior, en momentos que no había una ley que reconociera a los afrodescendientes chilenos como Pueblo Tribal, mientras que el proceso de sensibilización y concientización de una cultura que se venía rescatando desde el año 2001 empezaba a tomar gran realce. Y es que la participación de la mujer Afroariqueña ha sido notoria desde los comienzos del movimiento reivindicatorio de afrodescendientes en Chile. En estas mismas entrevistas, fue como las mujeres enfatizaron en remedios caseros, recetas, y otros saberes prácticos y conocimientos para la vida, heredados por abuelas y bisabuelas.

En la actualidad, y a partir del proceso de reivindicación del movimiento Afroariqueño, se han destacado diversas mujeres pertenecientes a distintos grupos etarios y en los más variados ámbitos. Algunas ya partieron, quedándonos con todo su legado; y otras tantas seguimos en la lucha desde nuestros aportes. En este sentido, es importante relevar a las siguientes mujeres Afroariqueñas, que han sumado desde los inicios del proceso y/o son o fueron referentes en sus disciplinas:

Julia Corvacho, Milene Molina, Oriana Estay, Camila Rivera, Francisca Araya, Azeneth Báez, Pierina Muñoz, Camila Marchant, Paula Gallardo, Pamela Flores, Daniela Castillo, Cecilia Astudillo, Sandra Vildoso, Javiera Núñez, Karito Castillo, Thiare Cereceda, Vanessa Vargas, Ivania Olivares, Rosa Flor, Natalia Olguín, Rosa Lara, Pamela Guerra, Aurora Lara, Claudia Parra, Nicole Serrano, Alba Lara, María Lara, Francisca Ríos, Verónica Morales, Jeannette Morales, Orielle Morales, Zulema Corvacho, Rosa Guiza, Marlene Huerta, María Huerta, Nancy Corvacho, Macarena Cañipa, Yanina Ríos, Carolina Cortés, Luisa Ayca, Paulina Olivares, María José Olivares, Paula Humire, Marcela Olivares, Rebeca Butrón, Ximena Vásquez, María Camacho, Paola Paez, Fresia Corvacho, Isa Bravo y todas las mujeres de las diferentes agrupaciones Afroariqueñas y todas las descendientes de los troncos familiares de: Rosa Guiza, de los Baluarte, Quintana, Zegarra, Llerena, Báez, Ríos, Corvacho, Huerta, Salgado, entre otras.

Además, gradecer a mujeres de mi propia rama familiar, como son: Mi abuela Marta Henríquez; mi madre Olga Salgado, quién me permitió esta gran herencia y de quién he adquirido toda su fortaleza; mi tía Marta Salgado, gran dirigente y gremialista toda su vida y quién ha dedicado importante trabajo al movimiento afrodescendiente desde sus inicios.

Vaya mi reconocimiento muy especialmente a la tremenda Sonia Salgado, precursora del movimiento afrodescendiente en Chile, quien fue la mujer visionaria que llevó adelante la idea de dicho movimiento a fines del año 2000, con la creación de la primera ONG de afrodescendientes chilenos: “Oro Negro”. Mujer inteligente, trabajadora, profesional, empática, con gran calidad humana, cariñosa, íntegra, culta, con grandes conocimientos y destacado discurso. Ella, con sus interesantes aportes, dio vida al rescate y mantención de toda una cultura que estaba olvidada, negada, relegada y que -a partir de nuestro quehacer- visibilizamos y sensibilizamos, a tal punto que hoy su reconocimiento es ley. Gracias al trabajo de muchas, ¡gracias al trabajo de todas!